El factor
actividad
El
ejercicio hace más que sacar las telarañas. Desempeña un papel vital en la
neurogénesis: la creación de nuevas neuronas. El ejercicio aeróbico provoca el
crecimiento de cientos de miles de células nerviosas, y varias investigaciones
demuestran que aparecen en una región del cerebro vinculada con la formación y
acumulación de la memoria.
Probablemente
sea una combinación de las funciones que activa: mayor producción de proteínas
conocidas como factores de crecimiento cerebral (NGF y BDNF, por sus siglas en
inglés), mejor flujo sanguíneo y cambios en niveles de neurotransmisores. Son
tan fuertes los efectos del ejercicio, dice Van Praag, jefa de la Unidad de Neuroplasticidad y
Conducta en el Instituto Nacional sobre Envejecimiento de los Estados Unidos,
que probablemente supere los juegos cerebrales y los crucigramas: “Considero el
ejercicio superior a las ‘tareas de inteligencia’”. Sus estudios con ratones ya
sugieren que este es el caso, y que correr ha demostrado aumentar 200% la
creación de neuronas en el hipocampo.
Haga un blindaje
con vitamina B12
Cuando
se trata de vitaminas B, el ácido fólico probablemente sea el refuerzo cerebral
mejor conocido. Sin embargo, investigaciones en el Reino Unido muestran que a
la vitamina B12, que se encuentra en la carne roja, el pescado y la leche,
también hay que prestarle atención.
Cuando
investigadores de la Universidad de Oxford vieron los encefalogramas de un
grupo de personas mayores, encontraron que aquellas con mayores niveles de
vitamina B12 tenían una probabilidad seis veces menor de experimentar una
disminución relacionada con el envejecimiento en comparación con las que tenían
niveles más bajos de la vitamina en la sangre. Según la autora del estudio,
Anna Vogiatzoglou, el bajo nivel de vitamina B12 es un problema, sobre todo
entre los ancianos. “Algo que podemos hacer fácilmente para proteger de la
pérdida de volumen cerebral, y así tal vez salvar la memoria, es ajustar
nuestra dieta para que incluya más alimentos con vitamina B12”.
Tome mucha agua
La
deshidratación afecta no sólo el tamaño del cerebro, sino también la manera en
que funciona. Transpirar continuamente durante 90 minutos puede hacer que se
encoja el cerebro tanto como un año de envejecimiento, según el doctor Matthew
Kempton, del Instituto de Psiquiatría de Kings College, Londres.
Si
bien el cerebro vuelve rápidamente a su estado normal con uno o dos vasos de
agua, la falta de líquido a lo largo de días o semanas puede impactar el
desempeño laboral y escolar. “Cuando el organismo se deshidrata, el agua sale
de las células nerviosas y estas se encogen”, dice Kempton. “Esto modifica la
concentración de importantes sustancias químicas en las neuronas y podría
perjudicar su funcionamiento.”
Juego mental
¿No
recuerda la palabra “mnemotecnia”, mucho menos cómo deletrearla? Sólo piense:
“Mi Nana Engulle Muchos Ostiones Tamaño Extra Con Naranjas Increíblemente
Ácidas”. Las asociaciones mnemotécnicas son una de las mejores herramientas
para la memoria: son creativas y divertidas. Aquí algunos consejos para crear
buenas asociaciones:
Use
imágenes alegres y positivas. El cerebro a menudo bloquea las desagradables.
Mantenga
las ideas vívidas y coloridas. Son más fáciles de recordar que las aburridas.
¡Utilice
el humorismo! Es más fácil recordar algo gracioso y raro que algo común y
corriente.
Cuando
tenga dudas, opte por algo atrevido. ¡Las rimas subidas de tono son muy
difíciles de olvidar!
Ventaja bilingüe
Si
habla dos o más idiomas, tendrá la posibilidad de desarrollar una mente más
ágil. Investigaciones estadounidenses confirman que las personas bilingües
aprovechan mejor la materia gris, y que cambiar de un idioma a otro involucra
más partes del cerebro. Cuando investigadores de la Universidad Dartmouth
revisaron la actividad cerebral de personas monolingües y bilingües,
encontraron que usaban las mismas zonas cerebrales cuando ambos grupos hablaban
en un idioma, pero cuando las personas bilingües cambiaban entre dos, se
activaban más zonas. El cerebro bilingüe realiza mejor las operaciones, según
la responsable del estudio, la profesora Laura-Anne Petitto, científica
especializada en el bilingüismo y desarrollo infantil.
Y
nunca es demasiado tarde para estudiar una segunda lengua. Las investigaciones
demuestran que emprender pasatiempos que exijan mucho esfuerzo en la edad
avanzada es una forma poderosa de reducir el riesgo de demencia y de mantener
el cerebro sano durante el mayor tiempo posible.
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