El “arzobispo” que ahora dirige la Academia Pontificia para la Vida pagó a un artista homosexual para que pintara un mural homoerótico blasfemo en su iglesia catedral en 2007. El mural incluye una imagen del propio arzobispo.
Paglia también fue nombrado recientemente por Bergoglio como presidente del Instituto Pontificio Juan Pablo II para “Estudios sobre el Matrimonio y la Familia”.
El enorme mural cubre el lado opuesto de la fachada de la iglesia catedral de la diócesis de Terni-Narni-Amelia. Representa a Jesús llevando redes al cielo llenas de homosexuales, transexuales, prostitutas y traficantes de drogas desnudos y semidesnudos, mezclados en interacciones eróticas.
En una de las redes aparece pintado Paglia, en aquellos años, “obispo diocesano”. La imagen del Salvador está pintada con el rostro de un peluquero local, y sus partes íntimas se pueden ver a través de su vestimenta translúcida.
Según el artista, un argentino homosexual llamado Ricardo Cinalli, conocido por sus pinturas de cuerpos masculinos, Paglia lo seleccionó de una lista de diez artistas de renombre internacional específicamente para la tarea de pintar la pared interior de la fachada. El “obispo” Paglia, junto con el “padre” Fabio Leonardis supervisó cada detalle del trabajo de Cinalli.
“Trabajar con él fue fantástico desde el punto de vista humano y profesional”, dijo Cinalli al periódico italiano La Repubblica en marzo del año pasado. “Nunca, en cuatro meses, durante los cuales nos vimos casi tres veces por semana, Paglia me preguntó si creía en la salvación. Nunca me puso en una posición incómoda”.
“No hubo ningún detalle que se haya hecho de forma libre, al azar”, añadió Cinalli. “Todo fue analizado. Todo fue discutido. Nunca me permitieron trabajar por mi cuenta”.
Cinalli admitió que las personas desnudas en las redes pretenden ser “eróticas”, aunque Paglia trazó la línea cuando Cinalli propuso mostrar a personas copulando.
“En este caso no hubo una intención sexual, pero sí erótica”, afirmó Cinalli. “Creo que el aspecto erótico es el que más se nota entre la gente que está dentro de las redes”. Y añadió: “Lo único que no me permitieron insertar fue la cópula de dos personas dentro de esta red donde todo está permitido”.
La razón por la que no se le permitió ser tan explícito, dice Cinalli, es que su pintura ya había hecho lo suficiente para demostrar la noción de que “el hombre tiene libertad” en esta vida e incluso en la próxima, aparentemente para participar en cualquier comportamiento sexual que considere oportuno. “El “obispo” y el “padre” Leonardis me dijeron que no creían necesario llegar a ese extremo para demostrar la libertad que el hombre tiene en este mundo y en el otro”.
La Iglesia Católica condena todas las formas de comportamiento sexual fuera de las relaciones sexuales naturales entre un hombre y una mujer unidos en matrimonio, incluida la sodomía homosexual, y advierte que quienes mueran sin arrepentirse de tales pecados sufrirán la condenación eterna. La Doctrina, que se encuentra en el Antiguo y Nuevo Testamento de la Biblia, se refleja en el Catecismo de la Iglesia Católica, que califica los actos homosexuales como “intrínsecamente desordenados” y agrega: “Bajo ninguna circunstancia pueden ser aprobados”.
Bajo la supervisión de Paglia, Cinalli pintó al propio “obispo” en una de las redes “eróticas”, semidesnudo y abrazando a un hombre barbudo que está mostrando el trasero. También pintó al “padre” Leonardis, entonces jefe de la Oficina de Patrimonio Cultural, como un hombre desnudo y musculoso con un tatuaje de una flecha de Cupido atravesando un corazón que contiene la palabra “love” (amor), enredado con otros hombres en una de las redes “eróticas”.
Cinalli dijo a La Repubblica que el “padre” Fabio, que murió en 2008, poco después de terminar el cuadro, cuando tenía 58 años, era un hombre “muy abierto”, pero se negó a decir si era homosexual.
El difunto Leonardis
Cinalli explicó que modeló el rostro de Jesús a partir del de un peluquero local porque “la gente ve a Cristo de una manera demasiado masculina”.
Cinalli admite que su obra no fue bien recibida por muchos en la diócesis de Terni-Narni-Amelia, quienes estaban tan indignados por la obra que él creyó que sería destruida después de la muerte del “padre” Fabio. Sin embargo, Paglia resistió las presiones hasta que abandonó la diócesis en 2012, y su sucesor también dejó el mural en su lugar.
Aunque el mural generó controversia en la diócesis de Paglia, pasó desapercibido para los medios nacionales de Italia, y el ascenso de Paglia a “arzobispo” y su nombramiento como “presidente” del Consejo Pontificio para la Familia en 2012 no generó controversia. Sin embargo, pronto comenzó a dar indicios de sus actitudes liberales con respecto a la moralidad sexual, afirmando en 2013 que “la Iglesia Católica favorece las protecciones legales y la herencia para las personas que viven juntas pero no están casadas” y se opuso a declarar que la homosexualidad en un pecado.
A principios de 2015, bajo la dirección de Paglia, el Pontificio Consejo para la Familia organizó una serie de conferencias que plantearon la posibilidad de dar la Sagrada Comunión a personas que viven en nuevos matrimonios adúlteros, después de un período de “penitencia pública”. Las conferencias se publicaron luego en un libro, titulado irónicamente “Familia e Iglesia: un vínculo indisoluble”.
En julio de 2016, todavía bajo la dirección de Paglia, el Pontificio Consejo para la Familia emitió un nuevo programa de educación sexual que incluye imágenes lascivas y pornográficas tan inquietantes que un psicólogo sugirió que el arzobispo fuera evaluado por una junta de revisión de acuerdo con las normas de la Carta de Dallas, cuyo objetivo es proteger a los niños del abuso sexual.
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