Por Don Minutella
Ahora está claro que hay un contraevangelio que pretende sustituir al único evangelio de Jesucristo. Pero esto debe suceder suavemente, sin ningún trauma evidente, como cuando hay hipnosis.
Las hostias en los cuencos de palomitas de maíz son ciertamente una imagen elocuente de a lo que ha llegado el establishment bergogliano.
Pero es la proclama de ayer “todos, todos” la que, al presentar una Iglesia maternal que no excluye a nadie, suena a propaganda masónico-satanista.
Bergoglio invitó a los jóvenes a repetir esta frase: “todos, todos, todos”. Lo que significa una astuta estrategia: bendecir a las parejas homosexuales.
Así, quienes se nieguen a responder a las indicaciones del sínodo pasarán por fundamentalistas y cerrados de corazón.
Acoger es evangélico, pero no se puede bendecir el pecado. Porque Dios no lo quiere, porque es palabra divina, porque va contra la fe.
Esta falsa iglesia, ahora más que nunca, demuestra que sigue a Satanás.
Acoger es evangélico, pero no se puede bendecir el pecado. Porque Dios no lo quiere, porque es palabra divina, porque va contra la fe.
Esta falsa iglesia, ahora más que nunca, demuestra que sigue a Satanás.
Ahora todo está claro. Sigue siendo aún más sorprendente que hoy las personas vayan a una misa que cita al “papa” Francisco...
Es el enigma más inexplicable de los que entienden seriamente lo que está pasando.
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