miércoles, 5 de junio de 2024

MANTENERSE ABRIGADA EN EL INVIERNO (21)

¿Cómo pueden mantener las piernas calientes en los fríos meses de invierno las mujeres que no usan pantalones?


Encontrar ropa de invierno adecuada puede ser un desafío para las damas contrarrevolucionarias. Un problema es que el material de la ropa moderna es endeble y liviano, y la mayoría de las veces no puede resistir la prueba de las temperaturas gélidas y los vientos cortantes del invierno.

Al decidir qué ponerse hoy en día en el clima frío, la dama se enfrenta a dos tendencias diferentes: o ir a la moda y usar faldas cortas con las piernas desnudas, dependiendo de la calefacción interior, o abrigarse con gruesos pantalones para la nieve y abrigos acolchados de plástico sin ningún tipo de elegancia femenina.


Seguramente, la dama contrarrevolucionaria debe pensar que debe haber una manera de ser femenina y mantenerse abrigada al mismo tiempo.

De hecho, existe y ha existido desde la Edad Media ropa de invierno hermosa y modesta. Las mujeres valientes del pasado siempre llevaban faldas, incluso en los días más fríos. Cabría preguntarse ¿cómo se mantenían calientes? La respuesta es realmente muy sencilla: muchas capas de ropa gruesa.


Medias largas de lana

Aunque una dama correcta no usa pantalones, tampoco debe tener las piernas desnudas, ver aquí. Al menos desde la Edad Media, las mujeres no pasaban el invierno sin medias de lana. En la época victoriana, estas medias solían estar hechas de algodón o seda. En climas muy fríos, a menudo se usaban varios pares de medias.

Las medias del pasado eran muy largas, se extendían por encima de la rodilla y se aseguraban en su lugar con una liga (una cinta o tira de tela tejida que normalmente se ataba justo debajo de la rodilla). Como cubrían la mayor parte de las piernas, proporcionaban suficiente calor. Aunque hoy en día es difícil encontrar medias tan largas y de buena calidad, existe un creciente interés por las vestimentas históricas que permite encontrar medias de lana o algodón grueso.


Los países nórdicos son muy conocidos por sus tradicionales calcetines de lana tejidos con dibujos. A menudo eran coloridos para complementar sus trajes típicos y reflejaban la zona en la que vivían. Otras medias o calcetines de lana que pueden ser más cortos están disponibles en muchas tiendas en línea, así como en tiendas que ofrecen ropa para actividades al aire libre. Cualquiera que sea el estilo elegido, la lana es el mejor material para mantener el calor.


Ropa interior cálida

No consideramos que las prendas interiores tipo pantalón sean incorrectas para que las mujeres las usen, siempre que no sean visibles debajo de la falda, como se explica en este artículo. Al menos desde la época victoriana, en invierno las mujeres usaban ropa interior de lana que cubría sus piernas. Seguramente los países del Norte usaron prendas similares durante siglos para protegerse del frío intenso.

Teniendo esto en cuenta, en los fríos meses de invierno sería perfectamente aceptable que las mujeres usaran ropa interior larga de lana o seda debajo de las faldas largas para mantenerse abrigadas. Estas se encuentran fácilmente hoy en día en tiendas de ropa como LL Bean y Vermont Country Store, además de otras tiendas en línea como Etsy y en Sudamérica MercadoLibre.


Camisón de lana

Durante siglos, la capa inicial de vestimenta femenina, que apareció en diversas formas, fue el camisón. Este era un tipo de vestido que se usaba debajo del resto de la ropa. No sólo protegía la modestia, sino que también aportaba calidez a la usuaria. En invierno, las camisones solían estar hechos de lana. En los años 1600-1700, antes de que se usaran comúnmente bombachos o pantalones, esta camisola a veces se ataba entre las piernas en invierno para protegerse de las frías ráfagas de viento.


Como los camisones de lana son muy difíciles de conseguir hoy en día (aunque puedes encontrar algunos en la tienda de Amazon), recomendamos usar blusas de lana o seda de manga larga que a menudo acompañan a la ropa interior larga mencionada anteriormente. Los suéteres y chales de lana también servirán para mantener los brazos calientes.


Capas de enaguas y enaguas acolchadas

Quizás la mejor solución para los meses de invierno de las mujeres de antaño era el uso de múltiples capas de enaguas. La cantidad de enaguas que llevaba una dama podía variar de 2 a 10 (a veces incluso más), dependiendo de su riqueza o del grado de frío. Las enaguas de lana eran bastante comunes, ya que incluso las clases más pobres podían permitirse el lujo de utilizar material de lana tosca para confeccionar faldas.

Falda de lana con medias de lana mantiene a esta dama bastante abrigada

Hoy en día, las damas contrarrevolucionarias pueden encontrar faldas de lana en tiendas de segunda mano que funcionarían bien para colocarlas debajo de sus faldas exteriores de invierno. Una dama puede descubrir que necesita recurrir a faldas de invierno algunos talles mas grandes para poder acomodar varias capas debajo, pero lo encontrará más beneficioso y agradable para su naturaleza femenina.

Otra forma de enagua se hizo popular en el siglo XVIII: la enagua acolchada. La enagua acolchada se puede usar como capa base o como falda exterior. Similar a una manta acolchada, constaba de dos piezas de tela con guata de lana en el medio y cosidas con puntadas de acolchado. Esta era una forma común de ropa interior, a menudo visible debajo de la falda, que se usaba en todas las épocas del año. Sin embargo, era especialmente importante en invierno.

Las mujeres contrarrevolucionarias en climas muy fríos tal vez consideren hacerlas por sí mismas o comprar una enagua acolchada para mayor calidez.


Cubrir la cabeza y el cuello con bufandas y gorros de lana

La mayoría de las mujeres son conscientes de la gran cantidad de opciones de prendas exteriores disponibles incluso hoy en día. Aunque se pueda pensar que llevar bufandas y gorros poco tiene que ver con mantener las piernas calientes, la mayor parte del calor se escapa por la cabeza. Si la cabeza está cubierta, es más probable que el resto del cuerpo se mantenga caliente.
Los gorros y capas proporcionan doble calidez en inviernos duros

Por este motivo, recomendamos buscar gorros y bufandas de buena calidad para retener el calor corporal. Si es necesario, se puede envolver una bufanda o un chal sobre el gorro para mantener las orejas más calientes. Las orejeras también brindan calidez adicional cuando se está al aire libre en días fríos.

La lana y las pieles son siempre las opciones más cálidas, y muchos de estos accesorios, ahora descartados por considerarse anticuados, se pueden encontrar hoy en día en tiendas de segunda mano y de antigüedades.

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En conclusión, invitamos a las mujeres contrarrevolucionarias a fijarse en los modelos del pasado para vestir elegante y femeninamente en invierno y dar así ejemplo de que las mujeres no necesitan ser modernas para ser bellas ni descartar las faldas para abrigarse.

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