jueves, 23 de noviembre de 2023

¿TUCHO FERNÁNDEZ ESTÁ FALSIFICANDO LA FIRMA DE BERGOGLIO?

Desde que Bergoglio designó a “Tucho” Fernández como jefe del Dicasterio para la Doctrina de la Fe, se puede observar que la reputación de ese organismo, alguna vez, el más respetado en la Iglesia, se ha hundido a niveles extremadamente bajos


Al mismo tiempo, en esta reflexión no pensamos en absoluto en las controvertidas instrucciones que da el presidente en sus respuestas, sino en su legalidad y legitimidad

Toda correspondencia oficial debe contener partes obligatorias que confirmen la autenticidad de los expedientes y en función de las cuales se clasifican y archivan, pero desde el 1 de julio de 2023 , los documentos del Dicasterio ya no tienen un escudo oficial en el encabezamiento, además, no tienen ni encabezamiento, ni número de orden, ni otras referencias oficiales habituales, sino que, regularmente, son textos que no difieren de cualquier otra carta privada, excepto la firma de Bergoglio y del Fernández al final. La única legalidad que tienen es la de que están publicados en el sitio web oficial del Dicasterio.

Cuando se miran los documentos anteriores de la Congregación para la Doctrina de la Fe (cf. aquí), es evidente que al final siempre tenían las firmas del secretario y del prefecto, pero no del papa, y allí estaban también estas dos notas: que el documento fue aceptado en las Congregaciones asamblearias regulares (a veces tenían fecha, a veces no), es decir, que no era resultado del trabajo personal, sino del trabajo colectivo, y la indicación final añadida en cursiva de que el papa había aprobado el documento (“Nombre del Sumo Sacerdote, en la audiencia dada al abajo firmante jefe de la Congregación para la Doctrina de la Fe FECHA, aprobó, confirmó y permitió que esta instrucción/declaración/documento fuera publicado”). Los documentos publicados hasta ahora durante el mandato del prefecto Fernández, no tienen la firma del secretario del Dicasterio, no tienen una nota de que fueron aceptados en su asamblea ordinaria, no tienen una nota de que el papa aprobó, confirmó y ordenó su publicación, pero sí tienen la firma del papa.

Hasta el nombramiento de Fernández, la práctica habitual en los sitios web de la Santa Sede era publicar los documentos como texto, lo que supone que se envió al destinatario concreto un documento oficial con las referencias completas y las firmas del titular y del secretario, pero es público, y para preservar la privacidad o por otras razones, se ofrece sin estos datos oficiales. 

Con la nueva cabeza al frente del Dicasterio para la Doctrina de la Fe esto está cambiando, por lo que se empezaron a publicar documentos en formato PDF. Tiene sus ventajas, pero también sus desventajas, entre otras cosas, porque muestra el camino de creación del documento. Así vemos que los nuevos documentos pasan por estos pasos: los textos primero se escriben en Word, luego se imprimen, se firman, se escanean en forma de imágenes separadas, se vuelven a insertar en Word, se convierten a PDF y finalmente se los publica. Los documentos del mandato del titular Fernández, como dijimos anteriormente, no tienen encabezamientos ni ninguna otra información oficial habitual, no tienen nota de que fueron aceptados en la asamblea ordinaria del Dicasterio, ni la forma de que el santo padre los aprobó, confirmó y ordenó publicar, sino sólo la fecha y las firmas del papa y del jefe del Dicasterio para la Doctrina de la Fe. De ello se deduce que el destinatario directo recibe en su dirección una carta que no contiene ni siquiera datos elementales.

Es más, esta forma de publicar los documentos pone en duda que ni siquiera fueron puestos a consideración de la asamblea ordinaria del Dicasterio, ni fueron aceptados por ella, sino que fueron simplemente una cuestión de acuerdo interno entre el papa y el jefe

Por lo tanto, estos documentos se pueden falsificar fácilmente y parece que esto es exactamente lo que se puede decir del que se publicó la última vez. Se trata de la respuesta al obispo Negri a la pregunta sobre la posibilidad de participación de personas transexuales y homosexuales en los sacramentos del bautismo y del matrimonio (en español aquí), y que el papa ciertamente no firmó. Todos pueden verlo por sí mismos. Basta descargar el PDF en el ordenador y hacer clic en la firma al final, y verás que se trata de una miniatura mal escaneada y recortada, pegada sobre el texto escrito en Word, y no un documento escaneado que el papa realmente ha firmado. Aún no se sabe si la firma del papa se insertó en algo más que aprobó ese día, o si la Respuesta fue completamente falsificada, tal vez sin el conocimiento del papa. En cualquier caso, ese documento no tiene valor presuntivo porque el papa no lo firmó.

Además, al verificar la información en el PDF, es evidente que la respuesta al obispo Negri fue escrita en Word a partir de los relatos del reverendo español Dr. Fermín Jesús González Melado, empleado del Dicasterio para la Doctrina de la Fe desde 2019, profesor de teología moral y bioética en el Centro Superior de Estudios Teológicos (Badajoz) de la Universidad Pontificia de Salamanca (España), miembro de la Comisión de Ética Clínica del Hospital Pediátrico “Bambino Gesù” de Roma, vicerrector de la Iglesia Nacional Española en Roma. No podemos saber ni profundizar cuál es su papel en todo esto, pero observamos que la responsabilidad siempre recae en los firmantes del documento. En este caso, realmente no hay ninguno.

En su respuesta al obispo Negri, “Tucho” Fernández citó a Santo Tomás, a San Agustín y a Juan Pablo II en su documento, y, como lo demostró claramente la filósofa y autora italiana Luisella Scrosati, falsificó las enseñanzas morales de la Iglesia. En ese camino, nos preguntamos si la Nota del 21 de diciembre de 2018, rodeada de secreto papal, fue publicada del mismo modo y mencionada en la respuesta al obispo Negri como un documento fundamental sobre el que se basa esta “nueva enseñanza” de la Iglesia. Considerando la probabilidad de falsificaciones, no nos sorprendería que esa Nota nunca halla estado allí en absoluto.



Vjera i Djela


No hay comentarios: