Christophe Chatillon fue ordenado sacerdote en 1999 y llevaba desde el año 2010 como de rector de la catedral de Sainte-Croix. En una carta dirigida a los feligreses, el sacerdote afirma que “durante seis años y medio, acompañado de mis hermanos sacerdotes y diáconos, tuve la alegría de vivir mi ministerio al servicio de las diferentes comunidades que forman la parroquia de Orléans Cœur de Ville. Durante muchos meses, por muchas razones, la carga pastoral se ha vuelto cada vez más pesada para mí, física, moral e incluso espiritualmente”.
“Durante mucho tiempo, las alegrías de la misión y de la vida fraterna me permitieron compensar las frustraciones ligadas al ministerio sacerdotal, y más particularmente al celibato: hoy ya no es así”, sostiene el ex rector de la catedral.
El sacerdote asegura que “en el corazón de las pruebas que he pasado en los últimos años, el azar de la vida quería que encontrara el consuelo que necesitaba con una amiga que me escuchaba y me apoyaba. Hoy no puedo imaginar el futuro sin ella”.
Christophe Chatillon es “muy consciente de que esta nueva opción de vida que deseo hacer para el futuro no es compatible con el ejercicio del ministerio sacerdotal. Por eso, después de haber tomado el tiempo de discernimiento, y no querer encerrarme en una doble vida, de acuerdo con el obispo Blaquart, elijo libremente dejar el ministerio”, pero al mismo tiempo dejó claro que no está a favor de abandonar el celibato de los sacerdotes.
Por su parte, Monseñor Jacques Blaquart, obispo de Orleans declaró a medios franceses que “solo puedo tomar nota de su elección, respetarlo y esperar que sea feliz”. “Tengo entendido que su carga era pesada”, continúa, “todos nos hacemos la pregunta: ¿podríamos haberlo sostenido mejor?”
InfoVaticana
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