Han pasado ya tres años desde que cayó el bloqueo bergogliano sobre esta gigantesca estructura, cuando el convento vio disolver su historia como escuela (aquí hubo una escuela infantil y un jardín de infantes) y como lugar destinado a acoger al público, quien en los 14 mil metros cuadrados del monasterio encontró cientos de habitaciones, distribuidas en tres plantas, para un total de camas que a lo largo de los años habían hecho famosa esta estructura en toda Europa.
Llegó un punto en el que alcanzó la estratosférica cifra de 10.000 visitantes en varios años: aquí las Universidades de Bolonia y Florencia, Urbino y Milán organizaban conferencias y actividades, y antes del cierre, la Universidad de Nápoles también había manifestado su interés. La estructura fue entonces sede de campamentos de verano, estancias de viajeros, reuniones de negocios e incluso bodas. La razón es fácil de entender: además de una estructura colosal, el convento también incluye un magnífico jardín, con vistas directas a las colinas de los Apeninos.
Historia del convento
Las Hermanas Dominicas del Santísimo Sacramento de Fognano - diócesis de Faenza - Modigliana - remontan sus raíces al Monasterio Dominicano de Santa Catterina v.m. fundado en 1544 en Fognano, luego suprimido a principios del siglo XIX por las leyes napoleónicas. El origen de la actual Congregación se injertó en estas raíces dominicanas el 2 de octubre de 1822, cuando, al final de la furia napoleónica, el sacerdote Don Giacomo Ciani, párroco de Fognano; el laico de Faenza, Giuseppe Maria Emiliani (1776-1847) y la monja Sor Rosa Teresa Brenti (1790-1872) de Tredozio (FO) concretaron sus ideales en la fundación de un instituto educativo de inspiración dominico-eucarística en Fognano, sobre las ruinas del antiguo monasterio.
Así se ideó un Proyecto Educativo, tan abierto y tan innovador que despertó interés en el ámbito europeo, que pretendía la formación integral, espiritual y cultural de la mujer, poniendo en primer plano la interiorización de la Palabra de Dios y la Adoración Eucarística. Se daba gran importancia al estudio de la historia, de otras materias humanísticas, de las lenguas europeas, sin descuidar el arte, la música y el teatro, la jardinería y el trabajo femenino, y la educación en el diálogo, dando así a las educandas del Colegio Emiliani una impronta y un estilo de vida especiales.
Pronto se confió a la Madre Rosa Teresa la guía espiritual de la Comunidad Religiosa y la dirección del proyecto educativo y formativo de los educandos, que llevó adelante con su fuerte espiritualidad, capacidad humana y ternura maternal hasta su muerte, el 7 de diciembre de 1872.
Todo el complejo conocido como el "Instituto Emiliani" en Fognano di Brisighella fue readquirido por la Congregación de las Hermanas Dominicas del Santísimo Sacramento el 16 de julio de 1898.
El cardenal Mastai Ferretti, futuro Pío IX, siguió esta labor a nivel espiritual y didáctico, que alentó y defendió, y, ya como papa, continuaría esta relación paternal con las monjas y los educandos.
A principios del siglo XX, las hermanas pusieron en marcha un oratorio y una escuela de bordado para las jóvenes del pueblo.
La historia que escribe la vida de las personas y de las instituciones impuso nuevas realidades a quienes eran dóciles al Espíritu para la edificación de su Cuerpo, que es la Iglesia, y así, durante las dos guerras que desgarraron Italia y Europa, el Colegio se convirtió en hospital militar, refugio para los sin techo y para cualquier persona que pidiera hospitalidad.
Durante el período de reconstrucción, las Hermanas, atentas a las necesidades de la zona, animaron el Instituto con escuelas de diversos tipos y niveles: infantil, elemental, técnica, media, magisterial, para secretarias de empresa, cursos de punto, tejido, peluquería, taller de corte y confección; a nivel religioso enseñaron el catecismo en la escuela y en las parroquias.
Abrieron dos escuelas infantiles con obras parroquiales anexas en la diócesis de Faenza y dos colegios universitarios: en Bolonia en 1956 y en Roma en 1969.
En 1968 el Monasterio fue reconocido por la Iglesia como Congregación.
Al cambiar las realidades sociales, se abrió en el Instituto de Fognano un Centro de Acogida para grupos de oración, grupos de estudio, conferencias de diversa índole, así como para el descanso y las vacaciones, siempre con el espíritu trazado por los Fundadores:
“Acoger con amor y acompañar en los caminos de la vida a las personas que el Señor confía”.
Con el apostolado de la acogida, las hermanas, animadas por el espíritu de Santo Domingo, querían comunicar el amor de Dios al hombre hambriento del valor de la vida, hambriento de paz, hambriento de Dios. Querían dar a conocer a Dios en su expresión trinitaria y eucarística.
El Monasterio ofrece un ambiente acogedor. Está equipado con habitaciones de diversas capacidades, medios audiovisuales, amplias zonas de estar, grandes parques y zonas de juegos para niños. Dispone de 180 plazas en amplias habitaciones individuales o de varias camas con cuarto de baño.
En las verdes colinas de Brisighella, la Congregación ofrecía una Casa de Oración donde, en un ambiente de silencio y paz en contacto con la naturaleza, es más fácil escuchar y contemplar la Palabra de Dios.
Las Hermanas, a la vez que continuaban su labor educativa en la escuela infantil y en los colegios, como respuesta a la nueva evangelización se dedicaron a la catequesis, a la predicación y a la participación en las misiones populares con la Familia Dominicana, y estaban disponibles para nuevas iniciativas apostólicas.
Las hermanas de Fognano visten el hábito dominicano blanco compuesto por túnica, escapulario, velo negro y capa negra que se utiliza en determinadas circunstancias litúrgicas.
Crónica de un largo y deliberado estrangulamiento
El Instituto Emiliani de Fognano di Brisighella fue readquirido por la Congregación de las Hermanas Dominicas del Santísimo Sacramento el 16 de julio de 1898 con dinero propio o procedente también de las familias de origen y de la comunidad local.
En los últimos años, la labor de la Congregación ha continuado en la misma línea:
1999 - 2001 Renovación de los techos con aportes de la Superintendencia
2004 Renovación del jardín de infancia (guardería y jardín de infantes) con una contribución de la Región
2005 - 2007 Renovación de la central térmica, la cocina y la lavandería
2007 - 2009 Renovación de los tejados - Renovación del sistema eléctrico de los huéspedes
2012 - 2014 Renovación de las instalaciones con autofinanciación de las hermanas (contribución gratuita a la congregación por parte de algunas hermanas de herencias familiares)
2014 Construcción de la cabaña Enel (de nuevo con autofinanciación)
Vale recordar que cuando se dice que los gastos fueron provistos con “recursos propios”, se quiere decir que el fruto del trabajo (incansable e inmenso en calidad y cantidad) de las Hermanas y todos sus bienes personales fueron reinvertidos totalmente en el Instituto Emiliani, garantizando la eficiencia y el cumplimiento de todas las normas y disposiciones legales para continuar la Misión de la Congregación para gloria de Dios y apoyo a la comunidad local de quien lo necesite: ¡dedicación total!
Lo que ha sucedido entre 2013 y 2023
En primer lugar, comencemos diciendo que la Congregación de las Hermanas Dominicas del Santísimo Sacramento poseía otras casas (adquiridas siempre de la misma manera), que vendieron (o se vieron obligadas a vender) precisamente para hacer frente a los enormes gastos de la instalación de Fognano. Con la venta de la casa que la misma Congregación poseía en Bolonia, por ejemplo, se saldaron todos los gastos y deudas pendientes hasta 2007.
monseñor Mario Toso
En 2015, coincidiendo con la toma de posesión de monseñor Mario Toso como Obispo de Faenza-Modigliana, se registraron algunas denuncias por parte de algunas hermanas (destacadas en la Casa Romana de la misma Congregación) a la Congregación de Institutos Religiosos de Roma, que escribió a Sor Marisa Bambi como Madre Superiora (por imparcialidad y transparencia informamos de un extracto del texto, indicativo del contenido de la propia comunicación):
“Reverenda Madre:se han recibido noticias según las cuales en su Instituto, compuesto ahora por sólo dos comunidades, existen, además de los conocidos y extendidos problemas inherentes a la falta de vocación y a la avanzada edad de las religiosas, también graves carencias de comunión y comprensión, de sentido religioso y de vida espiritual, así como una gestión económica y financiera sensiblemente deficiente. Por ello, le ruego envíe junto con su dictamen, información sobre lo anterior”.
En octubre de 2015, la Congregación para los Institutos Religiosos escribe:
“A la vista de algunas informaciones recibidas en 2014, sobre el estado interno y la administración económico-financiera de la Congregación de las Hermanas Dominicas del S.S. Sacramento, Instituto de derecho diocesano cuya sede se encuentra en Fognano, Diócesis de Faenza - Modigliana, esta Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica, con el fin de verificar la validez de lo informado y en todo caso constatar el real estado interno del Instituto en todos los ámbitos solicita al Obispo de la Diócesis, Su Excelencia Monseñor Mario Toso, que ordene y realice, personalmente o a través de una persona de su confianza, una Visita Canónica al Instituto”.
En noviembre de 2015, por decreto de la Congregación para los Institutos Religiosos, se nombró un “Visitador Apostólico”: el padre Fausto Arici O.P., que fue asistido por el Dr. Maurizio Ghini, ecónomo de la diócesis de Faenza - Modigliana y experto en cuestiones económico-administrativas, y el padre Daniele Drago, O.P., que actuó como Secretario del “Visitador”.
El “Visitador Apostólico” designado: padre Fausto Arici O.P.
Recién en diciembre de 2016, el padre Fausto Arici O.P. envió el informe final, sobre lo encontrado en la Familia Religiosa, al Obispo de Faenza, que a su vez lo remitió al Dicasterio Romano:
“Aunque el Visitador ha constatado una apreciable comunión y comprensión entre las religiosas del Instituto, así como un loable celo y dedicación en la realización de las actividades apostólicas, al mismo tiempo, se han observado serios problemas tanto en el ámbito de la administración económico-financiera, que ha resultado ser bastante deficiente, como en lo que se refiere a la capacidad de gestión de las religiosas, para superar estas dificultades... por lo que la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica, considera necesario nombrar un Comisario Apostólico”.
En marzo de 2017, el cargo de “Comisario Apostólico” ad nutum Sanctae sedis fue conferido al padre Fausto Arici O.P., para todas las Comunidades de la Congregación de las Hermanas Dominicas del Santísimo Sacramento de Fognano:
“La atribución de dicho cargo de Comisario Apostólico implica la atribución al Rvdo. Padre Fausto Arici de todas las competencias que las normas particulares del Instituto y las normas universales de la Iglesia, atribuyen al Gobierno General del mismo Instituto religioso ... Corresponderá a la Congregación de las Hermanas Dominicas del Santísimo Sacramento de Fognano pagar tanto el reembolso de los gastos sostenidos por el Rev. P. Arici en el ejercicio del cargo de Comisario Apostólico y por los colaboradores eventualmente nombrados por él, como los honorarios por su servicio, según la nota que presentarán a la Superiora General”.
Antes de seguir adelante, conviene introducir algunas reflexiones y reconectar algunos hechos y circunstancias ya indicados al principio:
Como escribe el propio Padre Arici: “... el Visitador ha constatado entre las religiosas del Instituto una apreciable comunión y comprensión, así como un loable celo y dedicación en la realización de las actividades apostólicas”. Por lo tanto, según admite el propio padre Arici, las quejas e informes de las hermanas de la Casa de Roma, que habían llamado la atención de los superiores sobre Fognano, carecían de fundamento.
La nueva atención se centró en la falta de capacidad de gestión de la Madre Superiora de Fognano, cuya incapacidad hacía necesaria incluso una comisarización de la gestión por parte del propio padre Arici.
Vale la pena recordar lo que ya se ha dicho antes: de 2007 a 2014 la Congregación de las Hermanas del Santísimo Sacramento utilizó sus propios recursos, incluidos los personales, para reconstruir la planta de calefacción, la cocina y la lavandería; para reestructurar los techos y reconstruir y poner al día el sistema eléctrico de los huéspedes; para construir la cabina ENEL.
En los estados financieros de 2016/2017 hay, en efecto, modestos déficits debidos únicamente al impacto de la coetánea ley "Renzi" para los créditos con los empleados, los profesores y los suministros no alimentarios; hay que señalar que cualquiera que se dedicara a actividades similares en aquella época se enfrentaba a dificultades tan repentinas e imprevisibles. La atribución de estos déficits mínimos a una mala gestion es completamente infundada, instrumental, fruto de la ignorancia y/o de la mala fe. En cualquier caso, la Congregación de Fognano había hecho frente a estos modestos déficits activando sin problemas líneas de crédito con bancos interactuantes sobre la base de garantías personales de las Hermanas adquiridas ante dichas entidades de crédito;
el análisis de los estados financieros y de la documentación justificativa de los años en cuestión, anteriores a la administración judicial del Comisario, demuestra que todo lo dicho hasta ahora está sobradamente claro y probado.
Por último, nos preguntamos, en caso de que realmente existieran y/o hayan existido dificultades de gestión y/o económico-financieras, ¿cuál es el fundamento y la eficacia esperada de un nuevo y fuerte agravamiento de las salidas cargando a “la Congregación de las Hermanas Dominicas del Santísimo Sacramento de Fognano el reembolso de los gastos realizados por el Rev. P. Arici en el ejercicio del cargo de Comisario Apostólico y por los colaboradores que haya podido nombrar, así como los honorarios por su servicio, según nota que presentarán a la Superiora General”?
Pero volvamos a la cronología porque de la fase preparatoria pasamos a la “fase de ejecución” porque con la gestión comisarial las deudas empezaron a existir realmente y a aumentar en progresión geométrica y al mismo tiempo se vislumbraban y realizaban algunos de los objetivos últimos de toda la maniobra de estrangulamiento.
De 2017 a 2019 se produjo la gestión comisarial, que dejó a la Madre Superiora completamente a oscuras sobre lo que estaba ocurriendo; se cerraron las cuentas bancarias de la Congregación y probablemente se abrieron en otros bancos y en otras localidades; se cambiaron los contables, los asesores fiscales y consultores varios; se mantuvo la acreditación de los ingresos del Instituto Emiliani en las nuevas cuentas elaboradas por la gestión comisarial (sobre cuya entidad se mantenía a la Madre Superiora constantemente a oscuras).
Las Hermanas se vieron obligadas a transferir sus pensiones y cualquier otro ingreso a la dirección del economato sin plantearse el problema de pagar lo necesario para su mera supervivencia y ni siquiera para hacer frente a las cargas, impuestos y gastos de los que la dirección del economato debería haberse hecho cargo; durante unos diez meses, las Hermanas acataron el dictado y luego, por desesperación, ya no transfirieron sus pensiones y otros ingresos y, sin embargo, pagaron (con ellos) todas las cargas e impuestos del Instituto Emiliani (por ejemplo, 11.500 euros para el seguro del edificio y los medios necesarios para llevar a cabo las actividades al público), así como para garantizar la mera subsistencia de la comunidad. A pesar de todo, consiguieron salir adelante.
En estos años, sin embargo, la labor de estrangulamiento continuó impertérrita; como las deudas aumentaban y los gastos se multiplicaban, la dirección comisarial impuso a la Congregación del Santísimo Sacramento la venta de su casa de Roma; valor de mercado certificado por una tasación inmobiliaria: al menos 5.000.000,00 de euros.
La Madre Superiora luchaba y resistió durante meses pero la situación permanecía en punto muerto; tal vez la dirección comisarial esperaba el resultado de un importante evento programado: el Capítulo General de la Congregación que tendría lugar en agosto de 2019 con la elección de la nueva Madre Superiora. De ese capítulo, ¡la hermana Marisa Bambi fue confirmada como Madre Superiora por unanimidad de las hermanas!
Sor Marisa Bambi
Esto complicó los planes: aunque había una gestión comisarial que ha privado a la Madre Superiora de sus poderes y gestión, seguía siendo la Representante Legal a todos los efectos de la Congregación, además con confirmación unánime (¡para que conste, es evidente que incluso las hermanas que habían promovido la inspección en su momento habían votado por la Hermana Marisa!)
La respuesta no se hizo esperar: en noviembre de 2019, una carta de la Congregación para los Institutos Religiosos intervino a Sor Marisa con una reprimenda por su comportamiento hacia el Comisario Apostólico:
“.... Este comportamiento suyo, además de ser notablemente impropio de una religiosa, es también inadecuado para un simple fiel, y en todo caso ha reforzado aún más a este Dicasterio sobre la conveniencia de que se considera necesario y urgente que la representación legal del Instituto pase al Comisario Apostólico o a una persona delegada por él, para que se proceda con prontitud a los actos de enajenación necesarios para hacer frente a esta grave insolvencia del Instituto”.
El 7 de enero de 2020, se nombró al nuevo Representante Legal en sustitución de Sor Marisa: el padre Vincenzo Benetollo O.P.
Por modestia omitimos enumerar los beneficios y ulteriores solicitudes y/o pretensiones de Benetollo para gravar las finanzas del Instituto Emiliani (obviamente todo queda incontrovertiblemente documentado) y sólo señalamos que la crónica y las actas registran una relación acalorada e intimidatoria entre el nuevo Representante Legal y la Madre Superiora y las Hermanas. En una ocasión, las hermanas se vieron obligadas a llamar a los Carabinieri locales y denunciaron a Benetollo ante las Autoridades Judiciales... Un juicio establecerá su culpabilidad (por violencia privada, imaginamos) y será condenado.
El nuevo Representante Legal, “padre” Vincenzo Benetollo O.P.
Debemos suponer que todo esto permanecía desconocido para el Dicasterio Romano, del mismo modo que debía desconocer los antecedentes penales de Benetollo, de lo contrario no le habría confiado esta delicada tarea; a menos que.....
Sin embargo, por las buenas o por las malas, Benetollo logró la venta de la Casa Romana propiedad de la Congregación por .... un poco más de la mitad de su valor comprobado: 2.800.000,00 euros. Huelga decir que las hermanas de la Congregación no vieron ni se beneficiaron de un solo céntimo de esa suma; al contrario, se les pidió que cedan sus pensiones y cualquier otro ingreso, que siguen constituyendo su única fuente de sustento.
Pero ahí no terminó el asunto...
En junio de 2020, la Madre Superiora recibió lo siguiente:
“Ahora creo que ha llegado el momento de hablarnos con toda claridad: (a) hasta que no se haya elaborado todo, y digo todo, el material documental solicitado por el Representante Legal en estos últimos desafortunados meses; (2) hasta que no se haya hecho un análisis detallado de la congruencia de todo el material; (c) hasta que no se hayan dado a conocer todos los pendientes de los deudores, NO SE REANUDARÁN POR NINGÚN MOTIVO NINGUNA DE LAS ACTIVIDADES DEL INSTITUTO EMILIANI.... dicho esto, no responderé más a ningún correo electrónico de insultos y polémicas... de lo contrario, Dios no quiera que me vea obligado a pedir a la Congregación Vaticana para los Religiosos que inicie un proceso por insubordinación grave...”.
Al mismo tiempo, se le ordenó cesar todas las actividades existentes en el Instituto. Cabe señalar que, en algunos casos, esta medida también constituía un delito de “interrupción de un servicio público”.
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