Por Atila Sinke Guimaraes
Todos los miércoles ahora recibe a un grupo de “prostitutas femeninas” transgénero para saludarlos e intercambiar simpatías con ellos.
Presentaré una pequeña crónica de esta nueva y extraña rutina papal.
La costa del mar cercana a Roma, particularmente la ciudad de Torvajanica, está infestada de prostitutas de un tipo especial: son hombres que se someten a cirugías para parecerse a mujeres; luego, con esta apariencia artificial se roban los “clientes” de las prostitutas que ejercen su infame oficio en esa zona. La mayoría de esas “mujeres” transgénero son sudamericanos, con muchos argentinos en su número.
El padre Conocchia recoge a 'las chicas' para llevarlas a una audiencia papal
A medida que se mitigaron las restricciones del Cov1d y esos prostitutos regresaron a su “trabajo”, expresaron el deseo de agradecer personalmente al "papa" por su sustancial ayuda económica en esos tiempos difíciles. Una vez más, fueron al padre Conocchia, quien a su vez solicitó las gracias de sor Geneviève Jeanningros, quien ha trabajado durante años con los “marginados” en esa zona y conoció a Jorge Bergoglio de Argentina.
Sor Jeanningros se acercó al "papa", quien le dijo : “Tráemelos a todos, quiero conocerlos personalmente”. Como era imposible traerlos a todos a la vez, dado su gran número, más de 100, el sacerdote y la hermana dispusieron traer pequeños grupos al menos una vez al mes para asistir a las audiencias generales papales en la Plaza de San Pedro.
'Claudia', en primer plano, espera para entregar sus empanadas a Francisco
El padre Conocchia recoge a “las chicas”, como él las llama, por la mañana, después de su noche de prostitución, y las lleva al Vaticano, un viaje de aproximadamente 18 millas. Después de su encuentro con Bergoglio, reanudan su vida “profesional”, sin ninguna amonestación sobre su maldad por parte de la hermana, el sacerdote o el "papa".
El primer grupo visitó a Bergoglio en abril de 2022, pero con poca publicidad. Luego recibió otro en junio de 2022, el “mes del orgullo gay”, con bombos y platillos para dar publicidad a la agenda lgbt. En esa ocasión uno de los hombres transgénero que se hace llamar “Alessia” le ofreció ofreció un libro (en italiano aqui) de su autoría titulado "La chica invisible", en el que relata su gran “drama”.
Bergoglio le dijo que “hiciste muy bien al escribir esta historia. Hay que contar, informar, porque la gente no sabe” (en italiano aquí). Más tarde, "Alessia" le respondió para agradecerle la audiencia. Bergoglio le retribuyó el saludo con un mensaje dirigiéndose a él como "mi querida hermana" y lamentando que la gente tuviera prejuicios contra las "mujeres" transgénero. Terminó bendiciéndolo. Mi lector puede encontrar una fotocopia del manuscrito aquí.
Otro prostituto trans argentino que fue recibido por Francisco es “Claudia”; él le llevó de regalo unas empanadas, una pequeña masa en forma de media luna rellena de carne o pollo. En el siguiente encuentro con sus amigos transgénero, Bergoglio les preguntó: “¿Dónde está Claudia con sus empanadas?”.
Parece que está tan familiarizado con estas personas que en realidad está comiendo la comida que le traen... Me pregunto sobre la higiene en la preparación. Curiosamente, Francisco, que se mostró tan escrupuloso ante la posibilidad de contagio de Cov1d hasta el punto de suspender las Misas y la distribución de los Sacramentos, ahora se siente perfectamente a gusto comiendo las empanadas hechas por prostitutos que probablemente no viven en el ambiente más aséptico.
Sabemos por su propia boca que Bergoglio tiene un retrato de Judas en su oficina. Ahora, hemos sabido que allí ha colocado una foto de un prostituto transgénero que fue asesinado en el ejercicio de su profesión. ¿No debería añadir también un retrato de Satanás, la criatura marginada por excelencia que ha sido "discriminada" durante tanto tiempo?
Prostitutos transgénero 'femeninos' recibidos regularmente por Francisco
Independientemente de esta especulación, lo que parece cierto es que el "papa" Francisco recibe regularmente prostitutos transgénero “femeninos” en sus audiencias públicas. La vuelta de estos hombres a la prostitución en las calles de Torvajanica tras sus encuentros con el "papa" habla de la complacencia que él tiene con esta práctica.
En realidad, hay toda una cascada de abominaciones que Francisco aprueba con estas audiencias:
El hecho de que en verdad estos hombres estén pecando con otros hombres implica una aprobación papal de la práctica de la actividad homosexual, vicio que clama venganza al Cielo;
El hecho de que estos hombres se hayan sometido a cirugías antinaturales para ser castrados y se les inserten bolsas de plástico en el pecho para simular los senos de las mujeres e inducir a otros hombres a pecar con ellos implica una aprobación papal de esta cirugía antinatural, que es el colmo del vicio anterior;
El hecho de que ni Francisco ni el sacerdote ni la monja estén combatiendo la prostitución transgénero los convierte en promotores de estos pecados;
El hecho de que Francisco reciba públicamente a estos prostitutos transgénero es una forma indiscutible de promover esta abominación, es decir, es un escándalo público que induce a todos los católicos a aceptar a estos hombres, o incluso a imitarlos;
Cuando los recibe públicamente, vemos que está promoviendo abiertamente lo contrario de la Moral Católica y los Diez Mandamientos.
Hace años, cuando consideré el constante apoyo de Bergoglio a la homosexualidad, pensé que habíamos llegado al fondo del abismo. Me equivoqué. Ese abismo parece tímido cuando lo comparo con lo que está haciendo ahora al admitir regularmente prostitutos transgénero en sus audiencias. ¿Qué queda de la moral católica tras la promoción papal de estos vicios contra natura?
¿Qué más se necesita para que la copa de la ira de Dios esté llena?
No hay comentarios:
Publicar un comentario