domingo, 16 de febrero de 2025

DE LAS ADORACIONES IDOLÁTRICAS QUE LOS PROTESTANTES ATRIBUYEN A LOS CATÓLICOS (43)

“Los católicos adoran a la criatura en lugar del Criador”. Esta es una acusación familiar, que sin cesar se repite en los púlpitos, en los folletos y en los periódicos protestantes.

Por Monseñor De Segur (1862)


Bien puede decírseles una y cien veces, que los católicos no adoran como Dios, más que a Dios. De nada sirve eso, nada les convence; y nosotros somos a los ojos de esos señores unos idólatras, ni más ni menos que los Hotentotes y los Cochinchinos, según el fallo que pronuncian y ejecutan por sí y ante sí los protestantes.

Sin embargo, volvamos a decirlo. Nosotros adoramos como Dios, solo a Dios. Adoramos a Nuestro Señor Jesucristo, porque es Dios. A la Santísima Virgen y a los Santos, los honramos, los veneramos y hacemos lo que es debido a la Madre y a los amigos de Dios. Les pedimos que pidan por nosotros, en razón de que sus oraciones son más puras y más agradables a Dios que las nuestras. ¿Qué cosa más sencilla? Verdaderamente se necesita tener un talente contra hecho, para encontrar en eso un motivo de condenar a la Iglesia.

Respecto a la acusación que nos hacen algunos sectarios, más ignorantes que malévolos, de adorar al Papa; ella es tan extravagante, que no merece respuesta.

Ellos se esfuerzan por interpretar como una adoración todas nuestras genuflexiones. En esto no hay buen sentido. Nosotros nos ponemos de rodillas, para que la humilde postura de nuestro cuerpo, influyendo sobre el alma, la disponga a orar con mayor recogimiento y con un respeto más profundo. ¿Quién ignora lo que el cuerpo influye en el espíritu?

Además es natural que un corazón penetrado de respeto, de humildad y de penitencia incline al cuerpo; a humillarse y a participar, en su manera, del culto que rinde el espíritu.

Por eso es que nos arrodillamos con gusto, no solamente en la presencia del Señor, sino también delante de las imágenes de su Santísima Madre, venerando en ellas a Su original; como también delante de la santa cruz, de las reliquias de los mártires y de las imágenes de todos los Santos, cuyo culto, no es tributado a la materia de que están hechas, sino que se refiere a sus originales. Dios no prohíbe en su ley venerar las imágenes de los santos, con este culto subalterno y relativo, que se llama de dulía.

Lo que prohíbe es tributarles el culto supremo de latría, que es la verdadera y soberana adoración, propia exclusivamente de Dios ¿Cuál es el católico que confunde con Dios, a María o a los Santos, y menos a sus imágenes y reliquias?

Arrodillémonos, pues, con un humilde amor delante de los venerandos objetos del culto verdadero del verdadero Dios; y tributemos este homenaje de respeto también al Vicario de Jesucristo, a los Obispos y a los sacerdotes, para recibir mejor sus santas bendiciones; las cuales no son del hombre sino del mismo Jesucristo, que reside en su Vicario y en sus ministros, y que por medio de ellos bendice, ilustra y santifica al mundo.


Tomado del libro “Conversaciones sobre el protestantismo actual”, impreso en 1862.



No hay comentarios: