El padre Gustavo Sandino, párroco de Nuestra Señora de los Dolores, fue detenido el 31 de diciembre, luego de la misa dominical celebrada en Santa María de Pastasma, en la diócesis de Jinotega, Nicaragua.
En Managua, por su parte, fueron detenidos el padre Fernando Téllez Báez, párroco de Nuestra Señora de las Américas, y el padre Jader Hernández, párroco de la Madre del Divino Pastor, la noche del 30 de diciembre.
En los últimos días, al menos 14 sacerdotes han sido detenidos. Los dos seminaristas Alester Sáenz y Tony Palacio y el obispo de Siuna, Mons. Isidoro del Carmen Mora Ortega, detenidos tras orar por Mons. Rolando José Álvarez Lagos, obispo de Matagalpa y administrador apostólico de la diócesis de Estelí, condenado a 26 años de prisión prisión sin el debido proceso.
El cardenal y arzobispo de Managua, monseñor Leopoldo José Brenes Solórzano, expresó ayer su cercanía “a las familias y comunidades que, en este momento, están preocupadas por sus sacerdotes”, invitando a todos a permanecer “fuertemente unidos en la oración”.
“La unidad eclesial” -dijo- “es nuestra fuerza. Con María, nuestra Madre, al pie de la cruz, que el Señor nos consuele y nos muestre su misericordia”.
Por otra parte, la abogada y defensora de derechos humanos, Martha Molina, dijo en rueda de prensa que recibió información de que en algunas iglesias no se han celebrado las misas previstas y se pidió a los fieles que regresaran a sus casas. De momento, se desconoce si los párrocos de estas parroquias han sido detenidos.
Por otra parte, la abogada y defensora de derechos humanos, Martha Molina, dijo en rueda de prensa que recibió información de que en algunas iglesias no se han celebrado las misas previstas y se pidió a los fieles que regresaran a sus casas. De momento, se desconoce si los párrocos de estas parroquias han sido detenidos.
Hasta el momento, ni el gobierno ni la policía han confirmado ni negado el arresto de estos clérigos.
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