viernes, 1 de marzo de 2024

1 DE MARZO: SAN ROSENDO, OBISPO Y CONFESOR


1 de Marzo: San Rosendo, obispo y confesor

 (✞ 977)

El admirable Obispo San Rosendo, nació de una de las casas más ilustres de Galicia y Portugal, fue hijo de los condes don Gutiérrez de Arias y doña Aldara.

Procuró con gran cuidado su bondadosa madre inclinar al niño a las virtudes cristianas y educarle en las letras como a su calidad convenía; y adelantó tanto en la piedad y en el estudio de las ciencias humanas y sagradas, que habiendo cesado en su cargo el obispo de Dumio, todo el clero y el pueblo hicieron la elección de prelado en Rosendo que contaba a la sazón dieciocho años.

La poca edad e inexperiencia que él alegaba para huir de aquella dignidad, las suplió ventajosamente con su santidad y maravillosa prudencia. 

Todos los días predicaba al pueblo la palabra de Dios, se mostraba padre y tutor de los pobres a quienes repartía por su propia mano largas limosnas, y con su celo apostólico reformó las costumbres de toda su diócesis.

A instancias del rey don Sancho, tomó el gobierno de la iglesia de Compostela, en la cual hizo el copioso fruto que el rey deseaba. 

Invadieron en ese tiempo los normandos a Galicia, y los moros a Portugal; y estando el rey don Sancho ausente, congregó nuestro santo prelado Rosendo, un poderoso ejército, y animando a las tropas con aquellas palabras de David: Ellos en carros y caballos, y nosotros en el nombre del Señor, arrojó a los normandos de Galicia, y reprimió a los árabes alcanzando ante ellos un glorioso triunfo, por el cual fue recibido en Compostela con grandes demostraciones de júbilo, como vencedor asistido por el cielo.

Más suspirando el santo por la soledad, edificó en el pueblo de Villar el célebre monasterio de Celanova, uno de los más magníficos de la Orden Benedictina, donde sirvieron a Dios muchos monjes de sangre noble y de vida santísima.

El monasterio de Celanova, fundado por San Rosendo en 942

Les dio por padre a Franquila, abad del monasterio de San Esteban, y muerto este santo varón, todos eligieron a San Rosendo.

Algunos obispos y abades renunciaron a su dignidad, y muchos señores nobles, rechazaron las grandezas del mundo, para tomar el hábito de manos del santo y ponerse debajo de su paternal gobierno.

El Señor acreditaba su santidad con el don de los milagros, los cuales fueron tantos en número, que de ellos se compuso un códice que se conservó en el monasterio de Celanova.

Finalmente, a los setenta años de vida santísima, envuelto en su cilicio, rociado de ceniza y visitado por los ángeles, entregó su espíritu al Creador.


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