Hace unas semanas, escribí un pequeño párrafo sobre una información que me brindó una fuente que ha demostrado ser precisa en el pasado. El informe decía que Bergoglio no se sometió a una cirugía por diverticulitis sino por cáncer de colon y que ahora lleva una bolsa de colostomía. Mi fuente es tan precisa que la información que me dio hace cinco años respecto a que el Vaticano arrojaría a los católicos chinos y a la verdadera Iglesia bajo el autobús comunista es ahora una vieja noticia.
¿Has visto una foto de él últimamente?
Antonio Socci informa que por motivos de salud, Bergoglio renunciará en diciembre. Cuando eso suceda, la Iglesia estará en desorden, ya que tendremos un cónclave para elegir a otro Papa y potencialmente a otro antipapa. Ya pasamos por eso antes. La solución es simple. Bergoglio, lárgate, ¡no puede ser lo suficientemente pronto! ¡Cardenales, elijan a Joseph Ratzinger como Papa y comiencen de nuevo!
Bergoglio todavía puede hacer mucho daño y está cerca de hacerlo. La Fraternidad Sacerdotal de San Pedro, el Instituto de Cristo Rey Soberano Sacerdote y otros, serán los siguientes.
Jorge Mario Bergoglio renunciará en diciembre | Desde Roma
El papa Francisco está dispuesto a renunciar “por salud, no por edad”. La vid del Vaticano dice: “Un cónclave está en el aire”
Por Antonio Socci
Publicado por primera vez en Libero (23 de agosto de 2021)
En el Vaticano se habla cada vez más insistentemente de un nuevo cónclave. Se dice que el papa Francisco reveló que tiene la intención de renunciar. El próximo diciembre, entre otras cosas, cumplirá 85 años, la edad que tenía Benedicto XVI cuando dimitió. Pero el motivo de la dimisión de Bergoglio no sería tanto la edad como el estado de su salud, que salió a la luz de forma repentina e imprevista con la cirugía a la que fue sometido el 4 de julio en el Hospital Gemelli [de Roma]. En realidad, se dice que no fue un procedimiento planificado (se dice que ni siquiera el secretario de Estado, el cardenal Parolin, sabía de la hospitalización). Además, parece que los médicos del Hospital Gemelli querían mantener al papa en el hospital por más tiempo. Para los medios de comunicación y el Vaticano, el tema de la salud del papa siempre ha sido problemático.
MUCHAS PREGUNTAS
Ya el 6 de julio, el director de Il Sismografo, Luis Badilla, escribió: “La información que uno decide ampliar por medio de la prensa debe ser extremadamente transparente y extremadamente autorizada. Si se habla de actualizaciones médicas, el texto debe llevar la firma del médico o del equipo médico, dando sus nombres completos; si se anticipan varios días de hospitalización después de la cirugía de colon, se debe brindar apoyo clínico para tal afirmación. Los periodistas existen para hacer preguntas y buscar la mayor verdad posible, no para actuar simplemente como soportes de micrófono; de lo contrario, los hechos reales no se pueden distinguir de las hipótesis periodísticas”.
Al día siguiente, en un artículo titulado “El papa Francisco no necesita halagos en la prensa”, Badilla se regocijó por los buenos avances del Santo Padre, pero agregó: “Hay, sin embargo, un detalle muy significativo que durante estas horas mucha gente está subestimando, ignorando o manipulando: la enfermedad que ha golpeado al papa Francisco es severa y degenerativa. También podría ser crónica. Por supuesto, el Santo Padre volverá al Vaticano para retomar su camino tras las huellas de Pedro, pero nunca volverá a ser el mismo. Toda la retórica sobre Jorge Mario Bergoglio como superhombre daña su imagen y su carisma… Sabe que tendrá que cambiar mucho su vida: fatiga, descanso, límites, nutrición, fisioterapia rehabilitadora”.
Un mes después de la operación, Badilla señaló que los comunicados de prensa "sobre la salud del Pontífice" siempre han sido emitidos por la Oficina de Prensa del Vaticano y "nunca han sido firmados por los médicos y por la Clínica Gemelli", y agregó que “Quedan algunas preguntas que nunca han sido respondidas por los médicos que atienden la salud del papa, sobre todo sobre el pronóstico, que -aunque es una pregunta que nunca se aborda- permanece confidencial”. Muchas preguntas, sobre las que el sitio web Infovaticana publicó un artículo titulado “La salud del Papa no es lo que están diciendo”. La posibilidad de que puedan ser problemas de salud (que todos esperamos que no sean graves) que lleven al papa a considerar la renuncia es más que probable.
LAS ENTREVISTAS
A lo largo de los años, el papa Bergoglio ha hablado varias veces en entrevistas sobre su posible renuncia, pero siempre como hipótesis sobre un futuro lejano. Hoy parece que se ha convertido en una hipótesis actual. El primero en hablar sobre “el aire de un cónclave” fue un veterano periodista del Vaticano Sandro Magister, quien el 13 de julio publicó un artículo en su blog que tituló de la siguiente manera: “Cónclave a la vista, todos retrocediendo ante Francisco”. No se centró en la salud del papa, aunque estaba escribiendo poco después de la operación, sino que examinó dos “libros gemelos” que acababan de salir: La Chiesa Brucia [La iglesia arde] e Il Gregge Smarrito [El rebaño perdido]. “Ambos libros”, apuntó Magister, “diagnostican un mal estado de salud de la Iglesia, con un marcado deterioro durante el presente pontificado”.
El primer libro fue escrito por Andrea Riccardi, historiador de la Iglesia y fundador de la Comunidad de San Egidio. El papa escucha atentamente a Riccardi y, a menudo, lo recibe en audiencia privada. El papa le encomendó, entre otras cosas, la dirección de la espectacular cumbre interreligiosa presidida por el propio Francisco el pasado 20 de octubre [2020] en la Piazza del Campidoglio.
El segundo libro fue escrito por una nueva asociación llamada “Essere Qui” [Estar Aquí] dirigida por Giuseppe De Rita, de 89 años, fundador de Censis [una fundación de investigación económica] y "decano de los sociólogos italianos", así como un intelectual católico progresista de la era montiniana. Ya en las semanas anteriores, el papa Bergoglio había recibido fuertes críticas por parte del mundo católico progresista debido a algunas de sus decisiones recientes. Esto da la sensación de que estamos al final de una temporada.
En su artículo, sin embargo, Magister destacó el reposicionamiento que se está produciendo actualmente, no solo por parte de los intelectuales bergoglianos (a los que también podríamos añadir los medios de comunicación) sino también de los cardenales considerados los más cercanos a Francisco: “Ha llegado el momento tomar distancia del papa reinante, si pretendes sucederlo”. De hecho, la situación general de la Iglesia, que es dramática, también podría estar impulsando la decisión de dimitir: basta recordar los conflictos con los episcopados alemán y americano (las dos naciones que más donaciones dan al Vaticano), las sombrías estadísticas sobre la práctica religiosa y las vocaciones en los últimos años, la confusión que se está extendiendo entre los fieles sobre una jerarquía que parece demasiado diferente con respecto al magisterio claro y autoritario de los papas precedentes; luego están los escándalos, el callejón sin salida de la reforma de la Curia, el juicio actualmente en curso en el Vaticano, las controversias doctrinales...
EL CANON
Sin embargo, para un papa que siempre ha sido extremadamente activo como Bergoglio, el problema de la salud tiene un impacto enorme. Una semana después de la cirugía, se publicó un extenso artículo en el diario argentino La Nación, cercano al papa, sobre “las difíciles preguntas que plantea la avanzada edad de Francisco”. El subtítulo del artículo explicaba que, luego de la cirugía, se empezó a hablar de una posible renuncia. Según el diario argentino, los “observadores del Vaticano” creen “unánimemente que Francisco no está cerca de renunciar”, pero - observamos - esto también sucedió en vísperas de la renuncia de Benedicto XVI. “No puedo imaginarme a Francisco renunciando mientras Benedicto esté vivo”, dijo Christopher Bellitto, historiador papal de la Universidad de Kean en Union, Nueva Jersey. “Tener un Papa emérito ya crea confusión. Tener dos terminaría complicando el panorama”. Sin embargo, esta cuestión está comenzando a ser abordada de manera “científica” por canonistas y teólogos que parecen estar preparando el terreno para que las disposiciones oficiales de la Santa Sede definan con precisión el registro del caso relativo al ministerio petrino después de que Benedicto XVI renunciara y se llamara él mismo “papa emérito” (una expresión completamente nueva en la historia de la Iglesia).
La canonista Geraldina Boni acaba de publicar “una propuesta de ley, fruto de la colaboración [de expertos] en ciencia canónica, sobre la Sede romana totalmente impedida y la renuncia del Papa” para que “el legislador supremo pueda sacar razonamientos e ideas bien argumentadas para la promulgación de una legislación sobre estos temas: normas que ahora parecen urgentes y no pueden posponerse”. ¿Por qué tanta urgencia después de ocho años en los que el problema de la convivencia de dos papas parecía ser ignorado por todos? ¿Será quizás porque hay un nuevo cónclave en el aire? La Nación, luego de haber asegurado que el papa Francisco está bien y que no está a punto de renunciar, relata el pensamiento de Alberto Melloni, un historiador de la Iglesia que es un símbolo intelectual del catolicismo progresista. Según Melloni, el pontificado del papa Francisco ha entrado en el capítulo final: “Cuando un Papa envejece, entramos en territorio desconocido e incierto”. Esto no significa, en su opinión, que el papa Bergoglio esté necesariamente en vísperas de su renuncia, sino que los papas ahora ya no querrán esperar una edad muy avanzada y un estado de salud precario antes de renunciar. Según Melloni, quien ve el riesgo de que la burocracia vaticana se haga cargo, “si un Papa quiere renunciar, debe encontrar el momento adecuado, antes de que su debilidad se vuelva demasiado evidente”. Y Francisco, en las últimas semanas, medio en serio y medio en broma, le dijo a alguien que la próxima primavera (del hemisferio norte) podría haber un nuevo Papa.
Vox Cantoris
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