Para seguir el mundo posmoderno a toda costa, el mundo conciliar se vuelve cada vez más esquizofrénico: allí la contradicción es permanente, las palabras ya no tienen sentido común, y una 'madrina' del transhumanismo entra en la Pontificia Academia de la Vida
Por Francesca de Villasmundo
“La Pontificia Academia de Ciencias tiene un nuevo miembro titular y es premio Nobel. La profesora Emmanuelle Marie Charpentier, fundadora y directora de la Unidad Max Planck de Ciencias de Patógenos en Berlín, fue nombrada hoy por el Papa Francisco. Nacida el 11 de diciembre de 1968 en Juvisy-sur-Orge, la científica francesa especializada en Biología, Microbiología, Bioquímica y Genética en la Universidad Pierre et Marie Curie de París. Es profesora honoraria de microbiología en el Institut für Biologie de la Humboldt-Universität Berlin y anteriormente enseñó en la Universidad de Umeå, Suecia. El nombramiento fue anunciado esta mañana en el boletín de la Oficina de Prensa del Vaticano”, escribió Andrea De Angelis en Vatican News.
“El nuevo miembro de la Pontificia Academia de Ciencias ya es miembro de la Academia de Tecnologías y de la Academia de Ciencias de Francia. El año pasado, junto con la profesora Jennifer Anne Doudna, recibió el Premio Nobel de Química por el desarrollo del método de edición del genoma CRISPR-Cas9. Un método que la Academia de Estocolmo reconoce como revolucionario, porque al modificar el ADN de plantas, animales y microorganismos con extrema precisión ha tenido un impacto muy importante en las ciencias de la vida, contribuye a nuevas terapias contra el cáncer y puede cumplir el sueño de curar enfermedades hereditarias”, añade la página oficial de la Santa Sede.
Un sitio web católico italiano nos dice: “Como suele suceder ante la propia propaganda del progreso, evitamos evocar las inmensas polémicas bioéticas suscitadas en todo el mundo por CRISPR-Cas9, el kit de “cortar y coser” con el que también podemos modificar partes del genoma humano como lo hizo el científico chino He Jiankui, de la Universidad de Ciencia y Tecnología del Sur de Shenzhen que anunció el nacimiento de las gemelas Lula y Nana con un ADN modificado con la esperanza de ‘obtener una vacuna contra el VIH’. Si bien los expertos en bioética han reflexionado durante mucho tiempo sobre los misterios de estas niñas recién nacidas se afirma que existe el riesgo de que hayan tenido daño cerebral, su ‘padre científico’ fue sentenciado en diciembre de 2019 por el tribunal de Shenzhen a tres años de prisión por práctica médica ilegal y una multa de 3 millones de yuanes, o unos 430 mil dólares”.
El nuevo y revolucionario kit “CRISPR-Cas10”, son “tijeras genéticas, que encajan bien en la lógica del transhumanismo actual”. Esta innovación permite apuntar a un área específica del ADN, cortarla e insertar otra secuencia genética. “Extiende hasta el infinito las posibilidades de ‘retoque’ genético”. Se puede utilizar para “eliminar un gen enfermo, reemplazarlo con una secuencia sana o incluso estudiar la función precisa de una cadena de ADN, hasta la molécula”.
Este transhumanismo no parece asustar al Papa argentino: después del nuevo 'dogma' conciliar de la inyección covidiana obligatoria en el ARNm, predicado por la máxima autoridad de la Iglesia del Vaticano II, aquí está el papa Francisco consagrando, al nombrar a su madrina en la Pontificia Academia de la Vida, esta ‘Edición del Genoma’ como “un antídoto contra la muerte, que para los cristianos, solo debería ser un pasaje para una vida mejor después de la prueba terrenal”.
Medias-Presse
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