Pedro Vázquez nos habla de su labor como filólogo al servicio de la ciencia, en este caso de los trabajos científicos sobre la Sábana Santa.
Por Javier Navascués
Pedro Vázquez es filólogo. El interés por el estudio de las lenguas se despertó en él ya a una edad temprana. Cuando cursaba 2º de Bachillerato Elemental del Plan 1957 (con once años) tenían como lengua extranjera francés, y ahí fue donde comenzó su interés por los idiomas extranjeros. Posteriormente, empezó con el estudio de la lengua inglesa y fue al finalizar COU cuando decidió estudiar Filología Germánica. En esta entrevista nos habla de su labor como filólogo al servicio de la ciencia, en este caso de los trabajos científicos sobre la Sábana Santa.
¿Qué importancia tiene la traducción del inglés al español de documentos científicos relacionados con el estudio de la Sábana Santa?
Bien, creo que fundamentalmente se trata de hacer accesible a todas las personas de lengua española unos documentos que de otro modo pasarían totalmente desapercibidos, documentos que, en mi opinión y en la de muchas otras personas, incluidos notables científicos, demuestran que la persona cuya imagen está impresa en la Sábana Santa es Jesús de Nazaret, con todo lo que esto implica.
¿Qué aportó a su vida de fe la traducción de estos documentos?
Para mí supuso un auténtico catalizador para la fe, en un momento de mi vida en la que me encontraba bastante alejado de todo lo relacionado con la religión, pese a haber recibido una sólida formación cristiana a través de mis padres y también durante mi etapa de estudios en el bachillerato. A medida que iba profundizando en los estudios científicos que se habían llevado a cabo sobre la Sábana Santa me convencía cada vez más de su autenticidad.
¿Qué documentos ha traducido relacionados con la Sábana Santa?
Todos los documentos que he traducido están publicados en la Web en https://www.shroud.com, cuyo administrador es Barrie Schwortz, que fue el fotógrafo oficial del equipo STURP (Shroud of Turin Research Project), un equipo interdisciplinar que llevó a cabo en 1978 el estudio científico más exhaustivo y completo que se ha llevado a cabo sobre la Sábana Santa hasta la fecha.
¿Podría indicarnos cuáles son algunos de esos artículos que ha traducido?
Bien, el primer artículo que traduje se titula “Autopsia sobre el Hombre de la Sábana Santa” publicado por el Dr. Robert Bucklin, anatomista patólogo forense, doctor en Medicina y en Derecho. La verdad es que dicho artículo me impresionó mucho y fue el que despertó mi interés por la Sábana Santa.
Posteriormente también traduje un artículo de Avinoam Danin, un renombrado botánico israelí, sobre la presencia de granos de polen en la Sábana Santa que podrían indicar que su origen está en la tierra de Israel. Dicho artículo se titula “Flores Prensadas”.
También traduje un artículo publicado por Isabel Piczek, pintora húngara nacionalizada en los EE.UU., titulado “Alicia en el País de las Maravillas y la Sábana Santa de Turín” en el que desmiente una a una las diversas teorías que se han formulado erróneamente sobre la formación de la misteriosa imagen en la Sábana Santa.
Otro de los artículos traducidos fue publicado por el reverendo Joseph Marino, y se titula “Los Discípulos en el Camino hacia Turín” en el que el autor hace un paralelismo entre la vida de Jesús según la relatan los Evangelios y la Sábana Santa.
¿Qué sabemos hoy respecto a la prueba realizada en 1988 con carbono 14 y que concluyó que la Sábana Santa era un lienzo medieval?
Bien, lo que sabemos es que los resultados de dicha prueba están más cuestionados que nunca, porque la muestra utilizada para la datación con radiocarbono no formaba parte del lienzo original sino que fue un añadido posterior, un remiendo realizado por unas monjas en el siglo XVI para reparar los daños producidos en la tela a raíz de un incendio que se produjo en la capilla donde se custodiaba el cofre que contenía la Sábana Santa. Como consecuencia de las altas temperaturas que se produjeron durante el incendio, el cofre se fundió y parte de la tela resultó dañada por el metal fundido, lo que provocó las características huellas de quemadura que son visibles en la Sábana Santa. Para reparar esos daños las monjas Clarisas utilizaron una técnica denominada “hilado invisible” que hace que el remiendo no se aprecie a simple vista. El tejido de la Sábana Santa es de lino, mientras que el trozo de tela utilizado para la datación con carbono 14 contiene algodón, un tejido que no se conoció en Europa hasta finales de la Edad Media. Por esta razón, la datación con carbono 14 arrojó un resultado erróneo respecto a la antigüedad de la Sábana Santa, tal y como demostró Raymond Rogers, químico del Laboratorio Nacional de los Álamos en los EE.UU. en un artículo publicado en el año 2005 en la revista especializada Thermochimica Acta.
¿Es compatible la ciencia con la fe?
Absolutamente. Si observamos el cosmos, vemos que es de una complejidad tan enorme que la única deducción lógica que podemos extraer es que no es fruto de la casualidad, ni que tampoco se haya originado “espontáneamente” como algún científico despistado pretende, puesto que la “generación espontánea” no existe en la naturaleza. A este respecto son muy reveladoras las palabras de Allan Sandage, un reputado astrofísico, que afirma lo siguiente: “En mi niñez, era casi un ateo. La ciencia fue la que me llevó a la conclusión de que el mundo es mucho más complejo de lo que podemos explicar. El misterio de la existencia solo puedo explicármelo mediante lo Sobrenatural”. Por su parte, Charles Townes, el físico que inventó el láser, considera que la regularidad de la naturaleza revela un “diseño inteligente”. No son los únicos científicos que no encuentran ninguna incompatibilidad entre ciencia y fe. De hecho, en una encuesta realizada por la revista Nature en el año 1998, el 40% de los científicos afirmaba creer en Dios.
¿Qué representa la Sábana Santa para un creyente?
Bueno, nuestra fe no se basa en la Sábana Santa, sino en la palabra de Dios revelada en el Antiguo Testamento y en los Evangelios. Sin embargo, la imagen que aparece representada en la Sábana Santa es perfectamente compatible con la descripción dada en los Evangelios respecto a la Pasión y Muerte de Jesús. Por tanto, vendría a ser el sello de autenticidad que vendría a confirmar no sólo la muerte de Jesús, sino también su Resurrección, que es el elemento clave de nuestra fe, pues, parafraseando al apóstol San Pablo, “si Cristo no ha resucitado, vana es nuestra fe”. El hecho de que los tres últimos papas hayan acudido a Turín a orar delante de la Sábana Santa viene a confirmar también, para nosotros los católicos, su autenticidad y valor como señal que Dios nos ha dejado generosamente para todos aquellas personas, creyentes y no creyentes, de buena voluntad que buscan la verdad.
Caballero del Pilar
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