Tras la dimisión del presidente Evo Morales, la situación en Bolivia es de crisis institucional. Los obispos y movimientos cívicos han abogado por una salida constitucional y pacífica.
Comunicado publicado en la web de la agencia de información de la CEB
Los Obispos de la Conferencia Episcopal Boliviana, representantes de Comunidad Ciudadana, de los comités cívicos del país y del CONADE, reunidos en un diálogo constructivo sobre la inédita situación que se ha creado en el país, declaramos:
1. Lo que sucede en Bolivia no es un golpe de estado, lo decimos ante los ciudadanos bolivianos y ante toda la comunidad internacional.
2. Llamamos a los bolivianos a la paz y no cometer actos vandálicos, ni de revancha, ni nada de lo que podamos arrepentirnos. Tenemos todos una grave obligación de defender la vida de todos los bolivianos. En nombre de Dios les decimos: cesen las acciones de violencia y preservemos la vida y la paz. Mantengamos el espíritu pacífico que ha reinado en el pueblo en este tiempo.
3. Llamamos a la Policía Nacional y a las Fuerzas Armadas de la nación a cumplir con urgencia con su rol constitucional de defensa de la propiedad y de las personas, preservando la vida y la libertad de todos.
4. Estamos de acuerdo todos en proponer a la Asamblea Nacional de Bolivia una solución constitucional y pacífica para tener en breve un presidente constitucional con el encargo de formar un nuevo tribunal electoral y conducirnos a nuevas elecciones de forma que todo el pueblo pueda expresar su opinión en libertad y paz.
Dios nos proteja en este momento y nos inspire sentimientos de paz y fraternidad.
Los Obispos de la Conferencia Episcopal Boliviana, representantes de Comunidad Ciudadana, de los comités cívicos del país y del CONADE, reunidos en un diálogo constructivo sobre la inédita situación que se ha creado en el país, declaramos:
1. Lo que sucede en Bolivia no es un golpe de estado, lo decimos ante los ciudadanos bolivianos y ante toda la comunidad internacional.
2. Llamamos a los bolivianos a la paz y no cometer actos vandálicos, ni de revancha, ni nada de lo que podamos arrepentirnos. Tenemos todos una grave obligación de defender la vida de todos los bolivianos. En nombre de Dios les decimos: cesen las acciones de violencia y preservemos la vida y la paz. Mantengamos el espíritu pacífico que ha reinado en el pueblo en este tiempo.
3. Llamamos a la Policía Nacional y a las Fuerzas Armadas de la nación a cumplir con urgencia con su rol constitucional de defensa de la propiedad y de las personas, preservando la vida y la libertad de todos.
4. Estamos de acuerdo todos en proponer a la Asamblea Nacional de Bolivia una solución constitucional y pacífica para tener en breve un presidente constitucional con el encargo de formar un nuevo tribunal electoral y conducirnos a nuevas elecciones de forma que todo el pueblo pueda expresar su opinión en libertad y paz.
Dios nos proteja en este momento y nos inspire sentimientos de paz y fraternidad.
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