sábado, 30 de noviembre de 2019

MONSEÑOR AGUER ANTE EL COMIENZO DEL ADVIENTO RECORDÓ QUE CRISTO VINO, VIENE Y VENDRÁ

Monseñor Héctor Aguer, Arzobispo Emérito de La Plata, al iniciarse el Tiempo Litúrgico del Adviento, preparatorio de la Navidad, aseguró “que Jesús vino, vendrá y viene. Viene constantemente a las almas a través de su Palabra, de la escucha de su Palabra, viene por la Fe, y viene sobre todo por la Eucaristía. Está en nosotros y está en el mundo y ahí está la cuestión. Cristo no es un personaje del pasado. Es también del futuro y es un personaje del presente, de nuestro presente”.

Consideró por eso que es necesario que los fieles conozcan “la Palabra de Cristo, la enseñanza de Cristo, lo que la Iglesia nos enseña en nombre de Cristo y hacer de eso nuestra vida y que, otra vez, Cristo sea el sentido de nuestra existencia. ¿Y si no lo vivimos así nosotros cómo vamos a hacerlo presente en la sociedad? En una sociedad que, sabemos, se está descristianizando aceleradamente o está ya profundamente descristianizada somos nosotros los que tenemos que dar testimonio de Cristo afirmando nuestra fe. Él ha venido, viene y vendrá”.

El prelado también explicó que “la celebración de la primera venida, que es un hecho del pasado, es el hecho histórico más importante de toda la historia humana, nos lleva también a pensar en la segunda venida de Cristo en la cual creemos, en la cual confesamos en el Credo… En las primeras semanas, en el primer período del Adviento, la atención de la Iglesia está centrada en la segunda venida de Cristo al observar que Cristo vendrá, que Cristo volverá. Luego sí, del 17 al 24 de diciembre, allí sí todos los textos litúrgicos se refieren al Nacimiento pero al principio del Adviento aparece como el enfoque de la segunda venida de Cristo, como que Cristo está viniendo para juzgar al mundo”.

Monseñor Héctor Aguer manifestó que “este Tiempo de Adviento nos tiene que comprometer a prepararnos en serio para la Navidad y a tener una Navidad cristiana… Sabemos qué difícil es esto porque vemos que la Navidad se ha convertido en una fiesta que nadie sabe para qué es y qué se está celebrando. Les aseguro que no exagero porque hoy hay mucha gente que no sabe porque celebra el 24 o el 25. Nosotros sí sabemos y por eso tenemos que tratar de prepararnos bien espiritualmente para que, en cada Navidad, Cristo renazca en nosotros otra vez. Él que vive en nosotros que en Navidad nos conceda una gracia de renacimiento, de resurrección espiritual, de una adhesión mayor a Él y a su enseñanza”.

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