Publicamos el Comunicado de la Conferencia de Obispos de Ucrania sobre la declaración "FIDUCIA SUPPLICANS" sobre el significado pastoral de las bendiciones.
El documento del Dicasterio para la Doctrina de la Fe del Vaticano examina los diferentes tipos de bendiciones que puede dar el clero fuera de la liturgia. El documento también enfatiza que sólo aquellos que quieran vivir una vida agradable a Dios y pidan una bendición pueden ser bendecidos litúrgicamente. En cambio, amplía la comprensión de la bendición extralitúrgica, que generalmente se otorga a todas las personas, al introducir la posibilidad de “bendecir a parejas del mismo sexo”. Es esta posibilidad la que ha provocado una tormenta de reacciones y malentendidos sobre las cuestiones morales y doctrinales en la Iglesia Católica con respecto a este tipo de bendición.
Esto se debe a que muchos perciben el concepto de “bendición” como “permiso”, especialmente como “permiso para pecar”. Si bien todo el documento deja claro que no hay “permiso” o “bendición” para la convivencia homosexual o cualquier vida de pecado, ni ningún cambio en la enseñanza tradicional de la Iglesia sobre el matrimonio, la noción de bendecir a las parejas del mismo sexo, o incluso sacramentalmente parejas irregulares, puede ser percibido como una legalización de estas relaciones.
El documento pretende subrayar el amor ilimitado de Dios por todos los hombres, incluidos los pecadores, y en este sentido mostrar que la Iglesia no rechaza a estas personas, es decir, a las que tienen tendencias o incluso acciones homosexuales. Sin embargo, parece que el texto no muestra claramente la distinción entre la persona y sus maneras, la aceptación misericordiosa de la persona y la desaprobación expresa de su pecado.
Al mismo tiempo, el documento se centra principalmente en dos categorías de personas: quienes viven en relaciones sacramentalmente irregulares (hombres y mujeres) y las parejas del mismo sexo. Así, el documento trata por igual la situación de las parejas sacramentalmente irregulares entre hombre y mujer y de las parejas del mismo sexo. Ambas situaciones son gravemente pecaminosas; sin embargo, es necesario tratarlas por separado.
Vemos peligro en formulaciones ambiguas que provocan interpretaciones divergentes entre los fieles. Lo que percibimos como falta en el documento es que el Evangelio llama a los pecadores a la conversión, y sin un llamado a dejar la vida pecaminosa de las parejas homosexuales, la bendición puede parecer una aprobación. Sin embargo, destacamos que el documento subraya repetidamente que la bendición de las parejas del mismo sexo no es de ninguna manera una legalización de dicha convivencia, y la enseñanza de la Iglesia Católica sobre el Sacramento del Matrimonio, que es la unión de un hombre y una mujer, permanece sin cambios.
Conferencia de Obispos Católicos Romanos de Ucrania
19 de diciembre de 2023
Texto original aquí.
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