lunes, 23 de octubre de 2023

DEVOCIONES PARA EL ESCAPULARIO MARRÓN DEL CARMELO

“Por su devoción al escapulario y fieles a una tradición de la Orden, especialmente desde el s. XVI, los carmelitas expresan el amor y la cercanía de María al pueblo de Dios; es un signo de consagración a María” (Constituciones Carmelitas)


Por la Mañana

Tan pronto como despiertes, entrega tus pensamientos a Dios y di:

“En el santo nombre de Jesús, comienzo este día”.

Mientras te vistes, agradece a Dios por haberte protegido y preservado durante tu descanso. Debes adquirir el hábito de rezar las oraciones de la mañana y de la tarde.

Dios todopoderoso y eterno, te adoro y te doy gracias por todos los beneficios que Tú, en tu infinita bondad y misericordia, me has conferido. Te agradezco especialmente por haberme preservado y protegido esta noche.

Cada mañana, reza la Ofrenda Matutina de Fátima, besando tu Escapulario Marrón de Nuestra Señora del Monte Carmelo. La piadosa devoción de besar el Escapulario Marrón te otorga 500 días de indulgencia cada vez.

Oh Dios mío, en unión con el Inmaculado Corazón de María ♥ (aquí besa el Escapulario Marrón), te ofrezco el Preciosísimo Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad de Nuestro Señor Jesucristo, uniendo con él cada uno de mis pensamientos, palabras y acciones de este día.

Oh Jesús mío, deseo hoy ganar todas las indulgencias y méritos que pueda, y los ofrezco, junto conmigo mismo, a María Inmaculada para que ella los aplique mejor a los intereses de Tu Sacratísimo Corazón.

Oh Dios mío, te suplico muy fervientemente que me bendigas para que pueda servirte fielmente hoy con una perfecta devoción a todos mis deberes y una firme adhesión a todas mis promesas y buenas resoluciones.

Preciosa Sangre de Jesús, ¡sálvanos!

Inmaculado Corazón de María, ¡ruega por nosotros!

Sagrado Corazón de Jesús, ¡ten piedad de nosotros! 

Amén.

Padre Eterno, te ofrezco la Preciosísima Sangre de Tu Divino Hijo, Jesús, en unión con las Misas celebradas hoy en todo el mundo, por todas las almas santas del purgatorio, por los pecadores de todas partes, por los pecadores de la Iglesia universal, los de mi propia casa y dentro de mi familia. 

Amén.


PARA OBTENER UNA CONVERSIÓN O CUALQUIER FAVOR ESPIRITUAL

Señor, todos los corazones están en tus manos: puedes doblegar como quieres a los más testarudos y ablandar a los más obstinados. Haz ese honor en este día para

la preciosa sangre,
los méritos,
las sagradas heridas,
el santo nombre, y
el corazón amoroso
de Tu amado Hijo, de conceder la conversión de NN (o de conceder tal gracia, etc.).

Amén.


Al Mediodía

Rezar el Angelus

V. El ángel del Señor anunció a María.

R. Y concibió por obra y gracia del Espíritu Santo.

Dios te salve, María, llena eres de gracia; El Señor es contigo: bendita tú entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. *(Cabeza inclinada)

Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte.
Amén.

V. He aquí la esclava del Señor. 

R. Hágase en mí según tu palabra.

Dios te salve, María, llena eres de gracia; El Señor es contigo: bendita tú entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. *(Cabeza inclinada)

Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte.
Amén.

(Genuflexión) V. Y el Verbo de Dios se hizo carne. 

R. Y habitó entre nosotros.

Dios te salve, María, llena eres de gracia; El Señor es contigo: bendita tú entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. *(Cabeza inclinada)

Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte.
Amén.

V. Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios, 

R. Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Nuestro Señor Jesucristo.

V. Oremos.

Infunde, Señor, tu gracia en nuestros corazones para que cuantos, por el anuncio del ángel, hemos conocido la encarnación de tu Hijo Jesucristo, por su pasión y su cruz lleguemos a la gloria de su resurrección. 
Por Jesucristo, Nuestro Señor. Amén.


Por la Noche

Antes de dormir, es bueno para la vida espiritual arrodillarse y hacer al menos una breve oración nocturna. Hacer la Señal de la Cruz, invocando a la Santísima Trinidad:

“En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo”.

Examina tu conciencia y haz un acto de perfecta contrición. Luego, a tu discreción, reza cualquiera o todas las siguientes oraciones.


Oración de alabanza

Bendita sea la Santísima e Indivisa Trinidad, ahora y siempre. Amén.


Oración de Adoración, Acción de Gracias y Contrición

Oh Dios todopoderoso y eterno, en presencia de Tu divina Majestad, humildemente te adoro y te agradezco por todas tus bendiciones. Concédeme la gracia de saber cómo te he ofendido y de sentirme verdaderamente arrepentido de mis pecados.


Oración por las negligencias diarias

Padre Eterno, os ofrezco el Sagrado Corazón de Jesús, con todo su amor, todos sus sufrimientos y todos sus méritos.
Para expiar todos los pecados que he cometido en este día y durante toda mi vida.
Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo, como era en el principio, ahora y por siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

Padre Eterno, os ofrezco el Sagrado Corazón de Jesús, con todo su amor, todos sus sufrimientos y todos sus méritos.
Para purificar el bien que he hecho mal este día y durante toda mi vida.
Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo, como era en el principio, ahora y por siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

Padre Eterno, os ofrezco el Sagrado Corazón de Jesús, con todo su amor, todos sus sufrimientos y todos sus méritos.
Para suplir el bien que debí haber hecho y que he descuidado este día y toda mi vida.
Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo, como era en el principio, ahora y por siempre, por los siglos de los siglos. Amén.


Oración a la Santísima Trinidad Interior

Oh Amor mío, mi único Bien, Santísima Trinidad, te adoro escondido en lo más profundo de mi alma. A Ti, a Tu honor y gloria, dedico mi vida. Que cada pensamiento, palabra y obra mía sea un acto de adoración y alabanza dirigido a Tu Divina Majestad entronizada en mi corazón.

Oh Padre, Bondad Infinita, he aquí a Tu hijo, vestido a semejanza de Tu Hijo. Extiende hacia mí Tus brazos para que pueda pertenecerte para siempre.

Oh Hijo, Divino Señor, hecho hombre, crucifícame contigo mismo para que pueda llegar a ser, en unión contigo, sacrificio de alabanza para la gloria de tu Padre.

Oh Espíritu Santo, Fuego de Amor Eterno, consúmeme en el altar de la Divina Caridad, para que al final de la vida no quede nada más que aquello que lleva la semejanza de Cristo.

Oh Santísima Trinidad, digna de toda adoración, deseo permanecer en espíritu de rodillas, para reconocer por siempre tu reinado en mí y sobre mí, para tu gloria eterna.

A través del Inmaculado Corazón de María y el corazón puro de San José, consagro mi vida a Tu adoración y gloria.

En el momento de la muerte, recíbeme, oh mi Amor Trino, para que pueda continuar mi adoración de amor por toda la eternidad. Amén.

Padre Eterno, te ofrezco la Preciosísima Sangre de Tu Divino Hijo, Jesús, en unión con las Misas celebradas hoy en todo el mundo, por todas las almas santas del purgatorio, por los pecadores de todas partes, por los pecadores de la Iglesia universal, los de mi propia casa y dentro de mi familia. 

Amén.


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