¿Pensaste que lo habías visto todo? Pues no, aquí tienes la ultima novedad de Novusordolandia.
La imagen que ilustra este artículo es una toma extraída de un video de 21 segundos publicado originalmente por GloriaTV, y que nos llega a través del confiable blog italiano Messa in Latino, donde leemos:
“Ves dos monaguillas, incluso aparentemente de una edad previa a la Primera Comunión, que – durante la santa misa – distribuyen la comunión a los fieles junto al padre Eros Accorigi (nacido de 1970), pastor de Ossanesga desde 2022”
Obviamente, no se debe culpar a las niñas, porque ellas no tienen la culpa. El presbítero de la parroquia es el responsable.
Este absurdo parece ser la última aplicación de la obsesión que la iglesia del Vaticano II tiene con los jóvenes y con permitir que todo tipo de personas distribuyan la (inválida) “Santa Eucaristía” para causar la mayor pérdida posible de devoción eucarística en las almas.
Sí, ciertamente nuestro Bendito Señor tenía un amor inmenso y especial por los niños, “porque para ellos es el reino de los cielos” (Mt 19,14; cf. Mt 18,3; Mt 21,16; Lc 10,21). Pero hay una razón por la que la Iglesia confía la distribución de la Sagrada Comunión sólo a los adultos, y sólo a los ordenados. Ordinariamente debe ser un sacerdote; extraordinariamente, a veces, a un diácono se le permite distribuir, y sólo a un diácono:
Conclusión: No hay lugar en absoluto para los “ministros de la Eucaristía laicos”, mucho menos para los niños, ¡y menos aún para los que todavía no han hecho su Primera Comunión! La secta del novus ordo ha conseguido, una vez más, una “novedad litúrgica” tan absurda como escandalosa.
Hay un pasaje interesante del profeta Isaías, que puede ser algo apropiado aquí: “Y les daré hijos por príncipes, y afeminados los gobernarán. Y los pueblos se abalanzarán unos sobre otros, y cada uno contra su prójimo; el niño se alborotará contra el anciano, y el vil contra el noble” (Is 3,4-5).
Novus Ordo Watch
Este absurdo parece ser la última aplicación de la obsesión que la iglesia del Vaticano II tiene con los jóvenes y con permitir que todo tipo de personas distribuyan la (inválida) “Santa Eucaristía” para causar la mayor pérdida posible de devoción eucarística en las almas.
Sí, ciertamente nuestro Bendito Señor tenía un amor inmenso y especial por los niños, “porque para ellos es el reino de los cielos” (Mt 19,14; cf. Mt 18,3; Mt 21,16; Lc 10,21). Pero hay una razón por la que la Iglesia confía la distribución de la Sagrada Comunión sólo a los adultos, y sólo a los ordenados. Ordinariamente debe ser un sacerdote; extraordinariamente, a veces, a un diácono se le permite distribuir, y sólo a un diácono:
Los “ministros extraordinarios laicos” son tan absurdos que ni siquiera son considerados por el padre Halligan, ni siquiera como una idea que la Iglesia rechaza.Por ordenación un diácono es ministro extraordinario de la Sagrada Comunión pero sólo con permiso del Ordinario local o del párroco concedido por cualquiera de ellos por causa grave, pero este permiso puede presumirse en caso de necesidad. Fuera de la necesidad, un diácono no estaría justificado para actuar sin permiso. Ejemplos de necesidad son el viático para un enfermo, el gran número de comulgantes y la insuficiencia de sacerdotes, etc....
(P. Nicholas Halligan, The Administration of the Sacraments [Cork: The Mercier Press, 1963], p. 106)
Conclusión: No hay lugar en absoluto para los “ministros de la Eucaristía laicos”, mucho menos para los niños, ¡y menos aún para los que todavía no han hecho su Primera Comunión! La secta del novus ordo ha conseguido, una vez más, una “novedad litúrgica” tan absurda como escandalosa.
Hay un pasaje interesante del profeta Isaías, que puede ser algo apropiado aquí: “Y les daré hijos por príncipes, y afeminados los gobernarán. Y los pueblos se abalanzarán unos sobre otros, y cada uno contra su prójimo; el niño se alborotará contra el anciano, y el vil contra el noble” (Is 3,4-5).
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