Por Kennedy Hall
Se ha derramado mucha tinta sobre el tema de los encierros y el coronavirus, y los últimos 19 meses han sido algunos de los más extraños de la historia reciente. Este tiempo ha sido extremadamente difícil para muchos, especialmente para aquellos que han tenido sus negocios cerrados por cierres y restricciones injustas e indefinidas. Además, la continua bifurcación de los campos opuestos en la sociedad ha tenido consecuencias desagradables, y quizás irrevocables, en la vida de las familias y comunidades.
En mi opinión, el virus más mortífero que se ha extendido desde el advenimiento de la locura de los encierros es el virus del marxismo. El marxismo no se limita a lo que pensamos cuando consideramos al comunismo. El comunismo es sin duda la consecuencia lógica del marxismo, pero el marxismo puede extenderse de formas en las que sólo covid podía soñar. Es posible vivir en una sociedad que no se presenta como comunista, mientras que al mismo tiempo se vive en una sociedad que se manifiesta como marcadamente marxista.
Según el desertor soviético ahora fallecido, Yuri Bezmenov, las cuatro etapas de una infiltración marxista en la sociedad son las siguientes:
1. Desmoralización
2. Desestabilización
3. Crisis
4. Normalización
La desmoralización es exactamente lo que parece; la degradación intencionada del marco moral de una sociedad. Esto se puede hacer de muchas maneras y casi siempre implica un golpe inicial a las creencias religiosas entre la población.
La desestabilización es un proceso en el que un movimiento marxista desequilibra a la población desmoralizada cuando es vulnerable debido a la falta de cohesión moral.
La crisis es la fase de la toma del poder marxista en la que una sociedad lo suficientemente desordenada, se ve empujada a un estado de pánico debido a su debilidad actual.
Después de que tienen lugar las primeras tres fases, el objetivo de la normalización es la búsqueda final. Si tienen éxito, los marxistas buscarán implementar una forma de vida diferente como la "nueva normalidad".
Estas tácticas no son nada nuevo y ocurren en ciclos a lo largo del tiempo, con mayor o menor grado de éxito dependiendo de cómo una sociedad determinada reaccione a la presión marxista. La intención de este artículo no es dar una descripción demasiado detallada de las cuatro fases de la toma del poder marxista, pero un poco de trasfondo es útil para comprender el punto más amplio que pretendo transmitir.
En todas las etapas de la infiltración marxista, el acto de dividir a las personas entre sí es una constante. Imagino que los lectores ya están un poco cansados de que los liberales clamen por la “división” en la Iglesia y en la sociedad, al igual que yo. Sin embargo, hay una división real que no es saludable para la vida civil, y se ve en los tiempos más espantosos de la historia de la humanidad. Cuando la división peligrosa alcanza su clímax, la vida social desciende a una neblina de "nosotros contra ellos" donde los otros son vistos como enemigos mortales por cualquier razón. En el peor de los casos, este tipo de pensamiento resulta en asesinatos en masa y genocidio, como sucedió en Ruanda a principios de los años noventa.
Nuestra situación actual no es tan severa, pero, de nuevo, todas las situaciones que eventualmente se vuelven tan severas, no lo fueron hasta que lo fueron. No hago predicciones sobre lo que podría suceder, pero sé que la división como resultado de la enfermedad marxista que se liberó en las costas de la China comunista ha creado lo que parece una ruptura irreparable en el ámbito de la vida común.
Aquellos que han elegido vivir como humanos se han convertido en el enemigo mortal de aquellos que han llegado a abrazar el virus con todo su corazón, toda su mente y toda su alma. En el clima político y sociológico actual, aparentemente “estás con el virus” o “estás contra el virus”. Si profesas el “amor por el coronavirus”, estarás abrazando un culto a la muerte distópico. Si eres un “hereje del covid”, te encontrarás a merced de una Inquisición ad-hoc.
Independientemente de lo que uno pueda pensar sobre el virus, la cosa en sí es casi irrelevante. Ahora bien, puede ser que alguien que lea esto haya experimentado sufrimiento o la pérdida de un ser querido como resultado de este contagio en particular. Me compadezco, como lo haría con cualquier persona que sufre por el dolor o la pérdida de alguien. Pero a riesgo de parecer un poco insensible, me abstendré de darle al virus más de lo debido. Esto no se debe a que rechace el sufrimiento que alguien ha sufrido, sino que creo que el hiper-enfoque en un solo tema ha convertido a personas razonables en personas irracionales.
Hay más de un millón de razones por las que la gente ha muerto desde la caída del hombre, y seguirá habiendo una plétora de causas de muerte hasta el fin de los tiempos. La gente está muriendo por cáncer, por enfermedades respiratorias, por accidentes de tráfico, por infartos y por muchas causas más, y el coronavirus no ha cambiado nada de eso. Personalmente, no importa lo que uno pueda pensar sobre la gravedad del virus, cuanto más consideramos su gravedad y cuanto más tratamos de averiguar de dónde vino, o de dónde no vino, entonces más credibilidad le damos a la cosa que ha destrozado el poco tejido social que teníamos antes de que todo esto comenzara.
Otro principio de la manía marxista que es una constante en todo momento es la necesidad de causar confusión mediante la malinformación o la desinformación. Piensa en las narrativas contrapuestas sobre el covid, y en la fuerza con la que muchas personas las creen. No es posible que el covid sea una plaga y no sea una plaga; el virus más contagioso de todos los tiempos y no el virus más contagioso de todos los tiempos; peligroso para los niños y no peligroso para los niños; etc.
La incertidumbre extendida en las masas es una forma segura de provocar continuas fricciones en los grupos que compiten y que están suficientemente divididos. Este es el sueño de un marxista.
Entonces, ¿cuál es la verdad sobre el virus?
Todavía hay una gran cantidad de preguntas sin respuesta sobre el covid, y hay buenas razones para creer en una gran cantidad de teorías sobre el virus; y hay buena evidencia que sugiere que no es tan grave como se sugirió inicialmente. De hecho, parecería que el miedo inicial sobre la tasa de mortalidad del coronavirus se basó en lo que parece un testimonio fraudulento. El zar Fauci parece haber malinterpretado convenientemente la colocación de puntos decimales en los análisis de tasa de letalidad, y los términos "caso" e "infección" se volvieron intercambiables; algo que ha tenido consecuencias desastrosas para los mensajes médicos. Históricamente, un "caso" es alguien que está lo suficientemente enfermo con una "infección" como para ser tratado por un profesional médico debido a síntomas graves. Entonces, si uno es un "caso", también es una "infección", pero uno puede ser una "infección" sin ser un "caso".
Las infecciones sin síntomas tienen poca importancia, ya que normalmente no transmiten enfermedades. Qué desastre ha sido exhibir números de "casos" (que a menudo son solo números de infección) como si fueran un barómetro de la salud pública.
La "teoría del laboratorio" es más plausible cada día, incluso en la corriente principal. Parece haber pruebas crecientes de que lo que se llama el "nuevo coronavirus" se jugó de hecho ya en 2015, en China. Además, ahora es mucho más creíble que una “teoría de la conspiración” sugerir que el evento original “super esparcidor” fueron los Juegos Militares Mundiales, que tuvieron lugar en octubre de 2019 en Wuhan, China.
No es necesario ser un “experto”, oh, qué repugnante se ha vuelto esa palabra, para comprender la rapidez con la que un contagio podría circular por todo el mundo. Con militares de todo el planeta volando en todas direcciones y pasando por numerosos aeropuertos al comienzo de la temporada invernal de gripe fría, es razonable suponer que el covid, sea lo que sea, habría estado en todos los lugares en cuestión de días. Nuevamente, los Juegos Militares Mundiales tuvieron lugar en octubre y los primeros cierres no comenzaron hasta marzo del año siguiente.
¿Debemos creer que después de seis meses, encerrar a todos en sus hogares tuvo algún efecto positivo en un virus que tuvo tiempo suficiente para extenderse a un nivel posiblemente endémico en la mayoría de las naciones?
Ahora, teniendo en cuenta toda la información antes mencionada, y esto es apenas la punta del iceberg proverbial, debemos recordar una realidad fundamental; China es una nación comunista con un gobierno que históricamente ha masacrado a sus propios ciudadanos y habitualmente arresta a activistas políticos disidentes por no estar de acuerdo con el régimen. Si el gobierno chino fuera una persona, la llamaríamos psicópata, sociópata o mafiosa; ¿Deberíamos creerle al sociópata cuando nos dice algo? ¿Debemos confiar en la información que obtenemos del psicópata? ¿Deberíamos tomar la palabra de un mafioso al pie de la letra?
Por lo que sabemos, no sabemos nada de lo que sucede en China. ¿Recuerdas esos videos de ciudadanos chinos colapsando en las calles por alguna extraña enfermedad, siendo rápidamente removidos por agentes con trajes HAZMAT? ¿Crees que esos eran reales? ¿Crees que China nos dice la verdad? Si lo crees, puedo dirigirte a un vendedor de aceite de serpiente, te prometo que es un corredor honesto...
Además, todavía estamos esperando una prueba definitiva de que el Sars-CoV-2 se ha aislado adecuadamente de la forma que esperaríamos de una investigación médica legítima. Aquellos que gritan "engaño" pueden no estar tan locos como parece. Incluso el Arzobispo Vigano mencionó la curiosa falta de aislamiento del material biológico necesario para una investigación firme de qué hacer con el virus.
Cuestionó la producción de las propias vacunas covid cuando dijo: “Y hay que explicar cómo es posible crear una vacuna, ya que -según las declaraciones de los CDC de EE.UU. (Centros de Estados Unidos para el Control y la Prevención de Enfermedades)- el virus aún no se ha aislado”.
¿Qué antígeno se puede utilizar si el virus SARS-CoV-2 no se puede aislar y replicar?
¿Y qué confiabilidad pueden tener los test para virus, si las pruebas están calibradas para detectar solo el “coronavirus” genérico en general?
Si vamos a considerar la palabra "engaño", ¿qué nos viene a la mente? Palabras como fraude, falso, planeado y otras parecen apropiadas. Es posible que una cosa exista, mientras que al mismo tiempo la narrativa en torno a esa cosa podría ser un engaño.
Puede ser que el virus exista de alguna manera y que se haya utilizado para un "engaño" de proporciones épicas; a saber, la utilización fraudulenta de una enfermedad respiratoria básica como una herramienta para que los marxistas confundan al mundo en un pánico continuo que causa un daño irreparable a la sociedad, lo que obliga a las masas a depender más del gobierno.
Ni siquiera hemos arañado la superficie de la vacuna, la prueba de PCR masivamente dudosa, o el hecho de que las agencias de salud pública hayan admitido que alguien que muere por cualquier motivo, incluidas las personas que reciben un disparo en la cabeza, podría contarse como una muerte por covid, siempre que den positivo en la prueba defectuosa antes mencionada.
Por cierto, los resfriados y las gripes tradicionales pueden causar pérdida del gusto y el olfato. Por lo tanto, es muy posible que si perdió el sentido del olfato, algo que se considera un signo seguro de covid, que tenga un resfriado o una gripe, como la gente lo ha hecho durante prácticamente toda la historia registrada.
Ah, y la gripe se tomó unas vacaciones muy necesarias el año pasado, y es posible dar positivo tanto para la gripe como para el covid al mismo tiempo. Ahora, por supuesto, los “expertos” quieren que tengas el doble de miedo de que tengas gripe y coronavirus, y también quieren que creas que tu mascarilla y desinfectante de manos han detenido la gripe en seco pero no han detenido el temido coronavirus. Verás, las partículas de la gripe son muy reflexivas y obedecen al trapo de algodón húmedo que debes usar sobre la boca en el trabajo, pero las partículas de covid no demuestran tal respeto.
Recuerde, todo lo que sabemos y no sabemos sobre el virus que puede ser o no ser, que puede ser grave o no serlo, que puede ser novedoso o puede no ser novedoso, que puede ser de un laboratorio o que puede no ser de un laboratorio... todo depende de que el mundo confíe en la inteligencia fragmentada que emanó de un gobierno que no se preocupa por la verdad o la virtud y que opera sobre los principios diabólicos de Karl Marx.
Lo único seguro sobre el covid es que, sea lo que sea o lo que no sea, ha sido utilizado por China y otros gobiernos para propagar el virus más letal: el marxismo.
One Peter Five
No hay comentarios:
Publicar un comentario