Además, ahora descubro que en el Palacio Montecitorio y en el Senado ya se habla abiertamente de transhumanismo, saltos cuánticos y nueva humanidad transgénica.
Los avances ya están prefigurados en las nuevas direcciones de la transición ecológica y digital vinculadas al Fondo de Recuperación [pero ¿quién piloteará las elecciones de fondo que condicionarán el futuro de nuestros hijos y de la humanidad en su conjunto?]
Me limitaré aquí a transcribir algunas expresiones que introducen un horizonte alucinado, que intuía pero no sabía que se avecinaba tan concretamente.
Y es un problema inmenso ante el que, por el momento y humanamente, somos impotentes, pero al que tendremos que afrontar: “la revolución teleológica del hombre visto como un ordenador biológico”, en vista de una raza refinada y superior, según los parámetros que consideraremos legítimos en ese momento de la historia (bellos, sanos, fuertes y longevos, y nos convertiremos en organismos genéticamente modificados).
Fundación Vaticana para la Inteligencia Artificial y lo Transhumano
Se llama “renAIssance”: ¡una personalidad jurídica canónica pública con sede en la Ciudad del Vaticano en la Academia para la Vida!
Es una Fundación que no se preocupa por ayudar a los necesitados, sino por hacer avanzar la IA, ¡la inteligencia artificial! ¿De qué podemos quejarnos? La gestión del jesuita que está en el Vaticano es nada menos que esclarecedora: la destrucción sistemática de la religión católica.
El nombre de la operación es perfecto: “renAIssance” en realidad significa “renacimiento”, que deriva de “renacer”. Por lo tanto, una nueva vida, una nueva concepción de la Vida misma: ¿pero cuál?
¡El Vaticano está trabajando en la reversión de la humanidad hacia lo Transhumano, la nueva religión globalista!
Referencias cruzadas
Si el coronavirus lo permite, en la archidiócesis de Astana (ahora Nur-Sultan), cuyo arzobispo es mons. Tomasz Peta y el obispo auxiliar mons. Athanasius Schneider, se está preparando un acontecimiento particular: la séptima edición del Congreso de los líderes de las religiones mundiales y tradicionales, caracterizado por una inspiración ecuménico-indiferentista, en el que también Bergoglio debería participar.
A continuación repito un artículo ya publicado pero tan inquietante como actual. (María Guarini)
Bergoglio y su religión mundial
Un lector informa: “En la foto se puede ver el 'Palacio de la Paz y la Reconciliación', también conocido como la 'Pirámide de la Paz y el Acuerdo', y es un edificio de 77 metros de altura, situado en Astana, la capital de Kazajstán e inaugurado a finales de 2006. La Pirámide se construyó especialmente para acoger el congreso de los 200 delegados de las principales religiones y confesiones del mundo que se reúnen cada tres años, pero la reunión de este año tendrá una misión especial y, sobre todo, un invitado especial: el señor Bergoglio, que se presenta como 'sucesor de Pedro' y, por lo tanto, como 'papa'.
Me abstendré aquí de repetir cosas que ya se han dicho mil veces en estos 8 años, sólo diré una: la del señor Bergoglio es una 'iglesia plural, humana, mundial y ecuménica', mientras que en la Iglesia en la que yo fui bautizado es 'Una, Santa, Católica y Apostólica' y cree en un solo Señor, Jesucristo. No en el G.A.D.U. (Gran Arquitecto del Universo)”.
Davide Lovat.
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