viernes, 21 de julio de 2023

ES LA GUERRA CONTRA DIOS Y LA NATURALEZA, ¡EL SATANISMO ESTÁ EN EL PODER!

Homilía de Su Excelencia Mons. Richard Williamson del 14 de julio de 2017, en el Priorato de Notre Dame du Christ-Roi sobre la investidura de Damien Brunon, que se ha convertido en el Hermano Joseph-Athanase.


EL CAMINO QUE LLEVA AL CIELO...

No debemos sorprendernos si, en los tiempos tan extraordinarios en los que vivimos, tenemos que empezar a reconstruir la Iglesia, la pobre Iglesia... (...) La Iglesia sufre en este momento, pero incluso eso se podía prever.

Nuestro Señor comenzó su vida en un establo y la terminó en la cruz, y lo mismo le está sucediendo a la Iglesia.
Así que no debemos sorprendernos y no debemos desanimarnos porque "nuestra fe vence, nuestra fe es nuestra victoria sobre el mundo" dice San Juan en su primera carta... 

Así, en la primera ceremonia que celebramos hoy aquí, el fraile será revestido; en la segunda ceremonia será la entrega de las Órdenes Menores, los siete primeros pasos hacia el altar, después de la tonsura: el -ostiariado- (la primera de las cuatro Órdenes Menores de la guardia de la Iglesia Católica) y el lectorado. Estos pasos que hacemos, con los obispos y con los religiosos que somos, los hacemos para servir a Dios.
El culto es un privilegio. 
No es un derecho, pero es un privilegio que no merecemos.

Y estos dos jóvenes (...) están felices de haber encontrado el verdadero camino de la alegría y de la verdadera felicidad en la tierra. Porque el mundo, la carne y el demonio están en guerra contra Dios.

¡EL MUNDO, LA CARNE, EL DIABLO Y LA GUERRA! 

Y hoy, parece que el mundo, la carne y el diablo están ganando esta guerra contra Dios y contra Su Iglesia, pero todo se trata de apariencias. 
Nuestro Señor Jesucristo que colgó de la Cruz y murió como "un perdedor"; pero Su muerte fue la victoria del Cielo. El Cielo abrió las puertas a todos los que eligen la bienaventuranza eterna y no el sufrimiento eterno en el infierno.
Pero la mayoría de las almas siguen acabando en el infierno. Es un misterio cruel.
¿Cómo es que Dios puede y quiere permitir que la mayoría de las almas inmortales que Él creó terminen en el infierno? ¿Cómo?
 Esto plantea la cuestión del "libre albedrío". Dios nos ha dado libre albedrío y muestra el alto valor que tiene para Dios un alma que se salva a sí misma.
Nuestro Señor le dijo a un alma: "Sufriré todos los sufrimientos sólo por ti".

¡LA MAYORÍA DE LAS ALMAS ACABAN EN EL INFIERNO!

(...) Y lo mismo vale para la Iglesia Católica: una enorme cantidad de almas se perderá, mientras que sólo un pequeño número de almas será salvado. Como dijo nuestro Señor: “Entrad por la puerta estrecha; porque ancha es la puerta, y espacioso el camino que lleva a la perdición, y muchos son los que entran por ella; porque estrecha es la puerta, y angosto el camino que lleva a la vida, y pocos son los que la hallan”.
Es decir: un gran número de almas se perderán, acabarán en el infierno, mientras que sólo un pequeño número de almas se salvarán.

Queridos amigos, estáis hoy aquí, habéis encontrado ese camino estrecho, gracias a la gracia de Dios, es el camino que lleva al cielo, el camino de la Iglesia Católica, porque es la más fiel, pero tened cuidado: ¡incluso nosotros podemos ser engañados por el diablo!

Tuvimos el ejemplo de la Fraternidad de San Pío X (FSSPX), durante cuarenta años esta fraternidad sacerdotal fue el alma y la punta de lanza de la Iglesia Católica aunque fuera minoritaria. Pero como en una carrera de caballos, donde inicialmente un caballo en primera fila también puede llegar último, esta fraternidad sacerdotal puede ser la que consiga uno de los últimos puestos y sea la última en ganar la carrera.

"Los primeros serán los últimos y los últimos serán los primeros" dice nuestro Señor Jesucristo. 
¿Estamos entre los primeros? 
Sí, y por eso debemos desconfiar porque como dice San Pablo: 
"¡El que esté en pie, cuídese de no caer!"
Porque todos estamos amenazados por el pecado, por la carne, por el demonio y por el infierno hasta el momento de la muerte. 
Por tanto, ¡es una lucha que libramos hasta la muerte!
San Grignon de Monfort dijo mientras agonizaba:
"¡Ah! Dios sea alabado, yo mismo no pecaré más. Estoy a punto de morir y no volveré a pecar".

¡Y así es exactamente como debemos pensar! No se puede ir al cielo sin "libre albedrío", pero es igualmente cierto que se va al infierno con la base del "libre albedrío".
Por eso debemos desconfiar de nosotros mismos.

Queridos amigos, pensemos en los jóvenes que están hoy aquí y que quieren servir a Dios.

Quieren servir a Dios y han encontrado la verdadera felicidad aquí en la tierra y, si son fieles, han encontrado la alegría eterna en el cielo.
Esa es la verdadera felicidad, porque en el cielo estarán con Dios.

AQUÍ EN LA TIERRA SON LOS AMOS: ¡EL MUNDO, LA CARNE Y EL DIABLO!

Pero aquí en la tierra, los amos son el mundo, la carne y el diablo.
El príncipe de este mundo es Satanás.
Él crucificó a nuestro Señor Jesucristo.  
Satanás aquí en la tierra es poderoso y tiene sus súbditos y colaboradores, tiene sus herramientas. 

HOY EN DÍA EL SATANISMO HA LLEGADO A LO MÁS ALTO DEL PODER Y DE LA IGLESIA, ¡ES TERRIBLE!

Y también tienen lugar sacrificios humanos, niños sacrificados, rituales humanos para obtener el poder de Satanás.

Satanás quiere y exige estos sacrificios de sus súbditos y hoy esto es una realidad, no sólo en el mundo, sino también en la Iglesia, al más alto nivel de la Iglesia.

¡Es terrible lo que está sucediendo!

¡Es terrible!

¡ES LA GUERRA!

SATANAS HA CONSEGUIDO PENETRAR EN EL VATICANO Y HOY ES ÉL QUIEN GOBIERNA LA IGLESIA. EL GOBIERNO DE LA IGLESIA ESTA EN SUS MANOS Y EN LAS DE LOS QUE LE SON DEVOTOS, POR ESO AHORA, ¡ESO SIGNIFICA LA GUERRA! ¡ES LA GUERRA!


Nuestro Señor Jesucristo es Dios, pero para respetar nuestro "Libre Albedrío", permite que Su Iglesia caiga en manos de Sus enemigos.

Así entendemos el tipo de guerra que tenemos que librar.

Pero nuestro Señor dijo a Sus Apóstoles:

"Os doy mi paz, pero no la paz que da el mundo, sino mi paz que doy Yo". Y ésa es la paz interior.

La Iglesia está en guerra y, humanamente hablando, parece haberse derrumbado y haber perdido en esta batalla, pero, en esencia, la Iglesia, Jesucristo mismo, es quien ha vencido, ¡aunque haya muerto en la cruz!

Un verdadero siervo de Dios, dentro de la Iglesia e incluso en la cima, siempre puede mantener la paz interior porque su corazón está unido a Dios que le da Su paz.

Esto significa que, incluso cuando el mundo parece hundirse y derrumbarse, también hoy un joven que quiere servir fielmente a Dios puede tener esta paz interior.

¡SIRVE A DIOS PRIMERO!

Tienes que poner a Dios primero.

Santa Juana de Arco decía: "si organizas así tu propia vida, nadie podrá opacar esa paz interior que vale más que todas las ruinas de este pobre mundo".

Por eso, aprendemos a vivir con Dios, a darle a Dios el primer lugar y todavía hoy puede haber vocaciones porque el mundo no puede ahogarlas, aunque lo haya hecho con mucha gente. Quien quiere a Dios no puede ser abandonado por El y quien busca la verdad la encontrará.

ESTAMOS NADANDO EN LA MENTIRA

Pero hoy, desgraciadamente, estamos nadando en la mentira.

Mentiras de la política, mentiras de la ley, mentiras de la universidad, mentiras en los miserables medios de comunicación, mentiras en las escuelas, incluso las mentiras que existen en la iglesia, ¡éstas son las más insidiosas y las más graves!

Pero a quien busca la verdad, Dios le permitirá encontrarla.

De otro modo no es posible. En varios pasajes de la Biblia leemos:

"¡Qué bueno es Dios con los que le buscan con rectitud de corazón!" 

La rectitud. Estas virtudes naturales pueden pasar por el camino de las virtudes sobrenaturales.

No despreciemos lo natural en nombre de lo "sobrenatural", pero sobre todo no despreciemos o descuidemos lo "sobrenatural", porque es justo lo que hace el mundo, el mundo desprecia lo sobrenatural.... el mundo de hoy ya no quiere a Jesucristo y ya no quiere a Dios y por eso el mundo está arruinado.

En nuestras circunstancias tratemos de imitar a este joven que hoy quiere servir a Dios y que con su fidelidad, tendrá verdadera paz interior.

Esto es algo grande: ¡vivir para Dios!

Que este joven se ponga ropaje negro significa mortificación.

Muere al mundo y vive para Dios, vive una vida nativa.

Vive una vida escondida en Dios con la paz interior de Dios y deja el mundo con todos sus engaños y todas sus mentiras.

Es el deseo es pasar la eternidad con el Dios de la Verdad.

"Yo soy el camino, la verdad y la vida", dice Nuestro Señor Jesucristo, porque Nuestro Señor es Dios y Dios murió en la cruz por una Religión, por Su Religión y no por las otras.

En esta ceremonia, se ve a este joven dirigirse a la puerta de una iglesia, tocar una campana y, a continuación, se le confían las llaves para abrir la puerta.

Y esto es lo que dice la ceremonia:

"Que abras la puerta a los verdaderos devotos seguidores de Dios, y que cierres la puerta a los enemigos de Dios". 

¡Que cierre la puerta a los que realmente no quieren a Dios!

ATENCIÓN, ¡EL BUEN DIOS TIENE ENEMIGOS!

El sentimentalismo de pensar que todos son buenos, que todos son dulces, que todos son amables y sinceros, que todos tienen buenas intenciones.

¡PERO ESO NO ES VERDAD! ¡NO ES VERDAD!


Por eso, la ceremonia del Ostiariado opera una separación: los buenos están separados de los malos.

GUERRA CONTRA DIOS Y CONTRA LA NATURALEZA


El buen Dios es excluyente. La guerra contra Dios es también una guerra contra la naturaleza: sí, también quieren eliminar los sexos: masculinizar a la mujer y feminizar al hombre, hacerlos afeminados.

Es una guerra contra Dios, contra la naturaleza, contra el sentido común, incluso ridícula y trágica. ¿Y qué motiva una guerra tan absurda y bestial?

La rebelión contra Dios.


Ese es el principio que conduce a la adoración del hombre: el hombre-dios, y luego, conduce hacia el culto de Lucifer, la adoración de Lucifer.

Como dijimos antes, ¡con el necesario sacrificio humano que Lucifer exige para ascender en la escala del poder en el mundo y en la Iglesia!

Esta rebelión contra Dios conduce a la confusión total, especialmente en el campo de la educación, donde falta claridad, porque no puede haber claridad donde no hay nada que decir, ¡es la confusión total!

Es la Iglesia la que ofrecía educación, buena educación, es la Iglesia la que creó las universidades en la Edad Media.

Eran verdaderas universidades.

Hoy, las universidades son terribles descuartizadoras intelectuales, descuartizan a los jóvenes y su intelecto, pudren la inteligencia para que se rebelen contra Dios y rechacen a Dios. Pensaron hacer universidades útiles que "enseñen" pero sin referencia a Dios, y en realidad actúan y enseñan contra Dios.

El hombre se gana la vida, hace organizaciones, enseña y "aprende"... sin Jesucristo y sin Dios. Pero esto no sólo lleva a la ruina, sino que hace caer en manos del diablo. Y hoy muchas de estas universidades son diabólicas, por la confusión que siembran deliberadamente en la inteligencia del hombre, envenenándola.

La inteligencia ha llegado al punto de morir; está muriendo y ese es el caso de muchos, por culpa de esta educación errónea.

La civilización no puede mantenerse sin Jesucristo y sin Dios, ¡es imposible!

Así pues, queridos amigos, a vosotros y a mí nos corresponde hacer lo que podamos, según nuestro estado de vida y deber, por la civilización de nuestro Señor Jesucristo; debemos hacerlo por Él y para servir a Dios como Cristo al Padre.

Por eso, roguemos para que esta ceremonia nos edifique y nos haga vislumbrar la belleza y la majestad de Dios, sobre todo hoy, que estamos tan inmersos en la fealdad y la furia de una guerra contra Dios.

Pidamos a la Santísima Virgen que conserve y proteja a los jóvenes en su fiel servicio a su Divino Hijo por el resto de sus vidas.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo ¡y que así sea!





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