lunes, 3 de julio de 2023

EL ARTE DE NO IR AL INFIERNO EXPLICADO EN OCHO SENCILLOS PUNTOS

Cuando leí las referencias sobre el tipo del beso (el nuevo jefe de la CDF), pensé que era una broma. No puede ser que Francisco ponga a un tipo así a la cabeza de la CDF.


Pero resulta que yo no estaba equivocado. El Besador de maricones es realmente el nuevo jefe de la CDF.

De verdad que no se puede inventar algo así. Es como hacer Papa a un viejo ateo lascivo. Sí, puede ocurrir, pero es una aberración que bien podría discutirse -y de la cual burlarse- dentro de mil años.

Algunos de ustedes se preguntarán cómo reaccionamos ante esto. A mis ojos es muy sencillo:

1. Rezar más

2. Hacer más penitencia

3. Dedicar más tiempo a instruirte en la correcta doctrina católica.

4. No seguir los errores de este tipo.

5. De hecho, ser muy expresivo en contra de ellos en tu círculo de influencia.

6. Rezar para que Francisco nos deje pronto.

7. Rezar un poco más para que Francisco nos deje pronto.

8. Rezar aún más para que Francisco nos deje pronto.

Recuerda, esta guerra nunca se ganará con medios humanos. No es un partido de fútbol en el que el equipo con mayor superioridad técnica probablemente ganará. 

Estas son las maniobras de Satanás para apoderarse de la Iglesia, por lo que todas las innumerables personas que trabajan del lado de los demonios, a sabiendas o no, siempre han permitido que aquellos debidamente instruidos vean claramente lo que estaban, están y estarán haciendo.

Tenemos una reprobación agresiva a nuestro alrededor, incluso en las altas esferas de la Iglesia. Esto no significa que tengamos que seguir el destino de los réprobos. De hecho, sus payasadas deberían ser exactamente lo que nos diera la motivación para profundizar en nuestro conocimiento y amor por Cristo y Su Iglesia.

Dios es un maestro de las consecuencias no intencionadas (por el hombre) pero providenciales (a través de Dios). Sospecho que esta es otra de esas jugadas.

Que la CDF se cubra de vergüenza.

Los verdaderos católicos no caerán en la trampa.


Mundabor


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