San Agustín pone fin a estas pretensiones cuando afirma categóricamente que sólo los católicos tienen el Espíritu Santo. Los protestantes, a quienes les gusta citar a San Agustín, deberían estudiar bien lo que él enseña: que no pueden tener el Espíritu Santo si están fuera de la Única Iglesia Verdadera.
San Agustín
Consideremos nuestros propios cuerpos y sus partes. El cuerpo consta de muchas partes, y un solo espíritu vivifica todas las partes. Por el espíritu humano, por el cual yo mismo soy este ser humano, ato todas las partes de mi cuerpo; ordeno a los miembros que se muevan, ordeno a los ojos que vean, a los oídos que oigan, a la lengua que hablen, a las manos que trabajen, a los pies que caminen. Las funciones de las diferentes partes varían, pero la unidad del espíritu las coordina a todas.
Muchas cosas se mandan, muchas cosas se hacen; pero es uno solo el que manda y uno solo el que es servido. Lo que nuestro espíritu, que es nuestra alma, es para las partes o miembros de nuestro cuerpo, eso es lo que el Espíritu Santo es para los miembros de Cristo, para el cuerpo de Cristo.
Pero te pregunto, ¿este cuerpo está vivo? Por supuesto que lo está. ¿Con qué? Con un Espíritu. Y sólo un Espíritu.
Considerad, pues, hermanos y hermanas, el caso de nuestros propios cuerpos, y lamentaos por los que se apartan de la Iglesia … Pero ahora, si un miembro es separado del cuerpo, el espíritu no le sigue, ¿no es verdad? Y, sin embargo, todavía se puede reconocer el miembro por lo que es: es un dedo, una mano, un brazo, una oreja. Separado del cuerpo conserva su forma, pero no conserva la vida. Lo mismo ocurre con las personas separadas de la Iglesia.
Extractos del Sermón [de San Agustín], III/7 (268)
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