lunes, 8 de abril de 2019

BERGOGLIO RECIBIÓ EN AUDIENCIA AL LÍDER MUNDIAL DE LOS MORMONES


El papa Francisco se reunió el pasado 9 de marzo con la más alta jerarquía de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días (IJSUD), la primera reunión de este tipo, en la víspera de la dedicación de un nuevo y gran templo mormón en Roma. 

Según informa Associated Press, el Vaticano no dio detalles sobre la audiencia de Francisco con el presidente de la Iglesia mormona Russell Nelson y otros jerarcas de esta denominación, pero la secta dijo que era la primera reunión entre el papa y un líder de la IJSUD, y dijo que ambos hablaron sobre libertad religiosa, la familia, la juventud y otros temas.

Nelson y los 14 ancianos que conforman la jerarquía mormona están en la ciudad para dedicar el domingo su nuevo templo. El suntuoso complejo tiene una casa de adoración de mármol de forma ovalada en la cima de una colina y un centro de información con exuberantes estatuas de mármol de Cristo rodeadas por estatuas más pequeñas de los apóstoles. La IJSUD dijo que la visita a Roma marcaba la primera vez que toda su jerarquía se reunía afuera de Estados Unidos.


Diferencias doctrinales importantes

Según leemos en el medio mormón MasFe.org, que traduce lo publicado por Deseret News, el presidente Nelson afirmó lo siguiente: “Las diferencias en la doctrina son reales y son importantes, pero no son tan importantes como las cosas que tenemos en común: nuestra preocupación por el sufrimiento humano, la importancia de la libertad religiosa en toda la sociedad y la importancia de crear lazos de amistad en lugar de construir muros de segregación”.

El Presidente M. Russell Ballard, presidente en funciones del Quórum de los Doce Apóstoles, se unió al Presidente Nelson en la reunión, junto con el Elder Massimo De Feo, una autoridad general de los Setenta, y el Elder Alessandro Dini Ciacci, un Setenta de Área. El secretario personal del Presidente Nelson, Mark Woodruff, también asistió a la audiencia. El Presidente Ballard dijo que el Papa y el Presidente Nelson se abrazaron al final de la reunión. “Se dieron un abrazo cuando nos fuimos, eso lo dijo todo”, expresó el Presidente Ballard.

“Es un hombre maravilloso, humilde, competente y amable”, dijo el Presidente Nelson sobre el papa Francisco después de la reunión. “Lo respeto mucho”. La autoridad general de mayor rango de la IJSUD que se había reunido con un papa antes de hoy fue el Presidente Henry B. Eyring, quien fue recibido por el papa Francisco en noviembre de 2014 cuando ambos hablaron en una cumbre internacional sobre el matrimonio en el Vaticano. El Presidente Eyring era entonces el primer consejero de la Primera Presidencia.


Un acontecimiento histórico


Según explica el medio de la secta, una visita entre un papa y el hombre considerado como un Profeta por millones de mormones hubiera sido inimaginable para los líderes y miembros en ambas instituciones hace 50 años. Nelson es considerado un profeta vidente y revelador por sus seguidores. Leemos que la reunión ha sido la culminación de una red de profundización y expansión de alianzas entre los mormones y la Iglesia Católica Romana y sus muchas organizaciones hermanas. Esa relación creciente se ha intensificado durante la última década, dando como resultado colaboraciones que ahora hacen que la Iglesia y la secta trabajen hombro a hombro en todo el mundo en proyectos grandes y pequeños.

Deseret News realizó más de 20 entrevistas con personas de ambas confesiones en todo el mundo, desde Bosnia a Roma y desde Salt Lake City a Noruega, para ofrecer una visión definitiva de cómo los esfuerzos combinados de las dos instituciones no sólo ayudan a resolver las diferencias entre sus miembros, sino que colaboran para entregar ayuda humanitaria de emergencia a algunas de las personas más vulnerables del mundo, incluidas muchas en la frontera entre México y Estados Unidos, además de trabajar para defender la libertad religiosa y fortalecer a las familias.

Dos días antes, Deseret News vio cómo los católicos y los Santos de los Últimos Días trabajaron codo a codo para ayudar a las personas sin hogar y refugiados en sus respectivas sedes mundiales, Roma y Salt Lake City. Eso parecía imposible en la década de 1950, cuando temían que sus propias congregaciones se escandalizaran si los miembros de la Iglesia supieran que se estaban reuniendo con los líderes mormones.



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