Por Inmaculada Fernández
Estos deberían ser los principales objetivos de la Organización Mundial de la Salud, que están por escrito:
● Mantener la paz y la seguridad internacionales;
● Fomentar relaciones de amistad entre las naciones;
● Ayudar a las naciones a trabajar unidas para mejorar la vida de los pobres, vencer el hambre, las enfermedades y el analfabetismo, y fomentar el respeto de los derechos y libertades de los demás;
● Servir de centro que armonice los esfuerzos de las naciones por alcanzar estos objetivos comunes.
Pero la gestión de la pandemia del SARS-CoV2 deja más que en entredicho la labor de la Organización Mundial de la Salud, organismo especializado y autónomo de las Naciones Unidas.
¿Fracasa la ONU en sus objetivos de paz, de salud y bienestar?
El presidente Donald Trump ha retirado su apoyo financiero a la Organización Mundial de la Salud (OMS) por lo que considera una mala gestión reiterada; acusando además a este organismo de estar bajo los intereses de China. El director general de la OMS Tedros Adhanom, con una trayectoria política dudosa, llegó a la cúspide del poder de la OMS con el apoyo del régimen comunista.
Además, la 53ª sesión de la Comisión de Población y Desarrollo de Naciones Unidas que tenía previsto reunirse del 30 de marzo al 3 de abril en Nueva York, pero que por motivos del coronavirus se reunió virtualmente el pasado 29 de mayo -y se ha dado cita nuevamente para el 15 de junio- está redefiniendo las prioridades de los fondos recaudados para luchar contra la pandemia. Ahora serán estos su destino:
● Facilitar el acceso al aborto legal y seguro de mujeres y adolescentes.
● Facilitar el acceso a condones y anticonceptivos de jóvenes y adolescentes.
● Educación sexual integral a todas las edades; es decir, adoctrinamiento de género.
El documento se llama “Borrador sobre población, seguridad alimentaria, nutrición y desarrollo sostenible en el contexto del coronavirus” (en inglés).
Este es una de las explicaciones a favor del aborto que expone la ONU en ese borrador:
“Nosotros, los representante de los gobiernos, con ocasión de la 53 sesión de la Comisión de Población y Desarrollo, en un momento de una crisis sin precedente provocada por el coronavirus…
15. Nos comprometemos a asegurar para el 2030 el acceso universal a los servicios de salud sexual y reproductiva, incluyendo planificación familiar, información y educación y la integración de la salud reproductiva dentro de las estrategias y programas nacionales. Así mismo nos comprometemos a asegurar el acceso a la salud sexual y reproductiva y a los derechos reproductivos en sintonía con lo acordado en el Programa de Acción de la Conferencia de Población y Desarrollo y la Plataforma de Acción de Beijing y los documentos emanados de Dichas cumbres”
No hace falta señalar que en el lenguaje eufemístico de Naciones Unidas, “salud sexual y reproductiva” significa aborto.
Además, yendo en contra de cualquier lógica sobre salud y en contra del sentido común, durante la crisis del coronavirus también la OMS ha considerado al aborto “servicio esencial” y ha permitido que diez millones y medio de mujeres, en todo el mundo, hayan caído en las manos del negocio abortista desde marzo a mayo; poniendo en peligro la salud de estas madres en época de coronavirus; pues la de sus hijos ya sabemos que no la considera. El aborto ha sido la principal causa de muerte en todo el mundo también durante la pandemia.
La Administración Trump, por su parte, ya venía denunciando ante la ONU la promoción del aborto que está haciendo la Organización Mundial de la Salud durante la pandemia:
“Defendemos el acceso a atención médica de alta calidad para mujeres y niñas a lo largo de la vida. Sin embargo, no aceptamos referencias a salud sexual y reproductiva u otro lenguaje que sugiera o explícitamente declare que el acceso al aborto está incluido en la provisión de servicios de salud a nivel individual y de población”, señalaba el comunicado de los representantes de los Estados Unidos ante la Asamblea Mundial de la Salud.● La indignación ciudadana y cívica va en aumento:
Más de 330.000 ciudadanos han denunciando que la OMS promueve el aborto y el adoctrinamiento LGTBI, y están pidiendo a sus respectivos gobiernos que dejen de seguir sus postulados.
● Más de 400 organizaciones repudian la promoción del aborto de la ONU en plena pandemia.
Desconfianza creciente en la globalización
Es curioso en enero de este año, el propio Secretario General de la ONU, António Guterres se quejara de la “desconfianza en la globalización” de la ciudadanía y que calificara como uno de los “cuatro jinetes del apocalipsis” que “ponen en peligro el progreso del siglo XXI”.
Luego, llegó de lleno la pandemia del SARS-CoV2 pero la ONU en lugar de aprovechar la ocasión para facilitar información fiable, ha dado a la población información contraria con la que han desorientado más.
Y EE.UU. parece que se ha rebelado contra la globalización. ¿Será definitiva esta postura? El tiempo lo dirá. Los acontecimientos se suceden vertiginosamente. Pero los medios en general suelen asumir como un dogma este mundialismo sin rechistar y cerrando filas frente a quien se atreva a criticar. Ninguno de los grandes medios se atreve por lo general a contradecir la idea de globalización. Todos van al unísono. Curioso, ¿verdad?
Sólo recuerdo alguna voz mediática un tanto disidente. No en cuanto a los objetivos sobre salud en la ONU sino en cuanto al objetivo de paz y seguridad. En 2017, Ignacio Ramonet, director de ‘Le Monde Diplomatique’ en español, sí criticó “el disfuncionamiento” de la ONU (pero aún así defendía también que era una institución indispensable). La crítica la expuso durante la clausura del curso de verano en El Escorial en el 2017, organizado por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y titulado “Naciones Unidas en el siglo XXI, retos y oportunidades”.
Así recogió las palabras de Ramonet el diario El País: “Naciones Unidas ha fracasado en su objetivo principal: preservar la paz”.
Bastaba recordar aquel año solo algunos de los grandes conflictos y sus desorbitantes cifras de refugiados y desplazados: Siria, República Centroafricana, Sudán del Sur, Yemen, etc. junto al gran conflicto no resuelto desde el fin de la II Guerra Mundial en Oriente Próximo. «Es obvio que no responde a las exigencias que teníamos puestas en ella (en la ONU)», señalaba el periodista por aquel entonces en ese curso (que paradójicamente se realizaba para recuperar la confianza en la ONU).
En vez de cursos de comunicación o de los estudios que la misma ONU elabora sobre desconfianza de la población en otras instituciones públicas y otros gobiernos, deberá estudiarse así misma y revisar si de verdad está cumpliendo con sus principios constitucionales.
Los organismos específicos de la ONU, de querer mantener su estatus, deberán esforzarse más, pues ya se han retratado demasiado ideológicamente. No cabe más el maquillaje.
Organigrama del entramado de la ONU: un resumen
Soy algo osada, lo sé, por eso me aventuro ahora a tratar de resumir la organización de las Naciones Unidas.
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Debido a su singular carácter internacional, y las competencias de su Carta fundacional, la Organización puede adoptar decisiones sobre una amplia gama de temas, y proporcionar un foro a sus 193 Estados Miembros para expresar sus opiniones, a través de 6 principales órganos:
1.- La Asamblea General: en este foro se debaten cuestiones como el desarrollo sostenible, la paz y la seguridad, el cambio climático, la igualdad de género, etc. Cada año en septiembre, se celebra un debate general en la Sede de la Organización en Nueva York en el que participan mandatarios provenientes de todo el mundo. Este acto da inicio al nuevo período de sesiones de la Asamblea General. Nos encontramos en el septuagésimo cuarto período de sesiones (2019-2020).
2.- El Consejo de Seguridad: El Consejo de Seguridad tiene 15 miembros (5 permanentes y 10 no permanentes) y cada miembro tiene un voto. De acuerdo con la Carta, todos los Miembros de la ONU convienen en aceptar y cumplir las decisiones del Consejo de Seguridad. Éste es el único órgano de la ONU cuyas decisiones los Estados Miembros, conforme a la Carta, están obligados a cumplir.
Cuando se le presenta una controversia, la primera medida del Consejo es generalmente recomendar a las partes que lleguen a un acuerdo por medios pacíficos. Puede imponer embargos o sanciones económicas, o autorizar el uso de la fuerza para hacer cumplir los mandatos.
3.- El Consejo Económico y Social (ECOSOC). El ECOSOC engloba a un conjunto diverso de entidades de las Naciones Unidas (organigrama). Por ejemplo, la OMS, Organización Mundial de la Salud, es un organismo especializado y autónomo, cuya labor es coordinada por el ECOSOC.
4.- El Consejo de Administración Fiduciaria: Fundado también en 1945. El Consejo de Administración Fiduciaria ha suspendido sus operaciones formalmente el 1 de noviembre de 1994. El Consejo ha modificado su reglamento para eliminar la obligación de reunirse anualmente y acordaron reunirse en el momento necesario, por su decisión o la decisión de su Presidente o a petición de una mayoría de sus miembros o de la Asamblea General o el Consejo de Seguridad.
5.- Corte Internacional de Justicia: La Corte Internacional de Justicia es el órgano judicial principal de las Naciones Unidas. Su sede está en el Palacio de la Paz en la Haya (Países Bajos). Es el único de los seis órganos principales de la Organización que no se encuentra en Nueva York. Su función es resolver, de acuerdo con la legislación internacional, las disputas legales presentadas ante ella por los distintos Estados y emitir dictámenes consultivos acerca de las cuestiones legales que los órganos autorizados y las agencias especiales le planteen.
6.- Secretaría: Está encabezada por el Secretario General y se estructura de forma departamental.
Existen otros muchos órganos, comisiones, departamentos y oficinas, fondos y programas, etc. dentro de estos seis principales órganos. La labor de las Naciones Unidas llega a todos los rincones del mundo.
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