La película en cuestión permaneció en la plataforma pro aborto, pro lgbt, pro todo lo que sea dañino y antinatural, lo que duró un suspiro. Tras ser estrenada la última semana de marzo de ese año, en la primer semana de abril fue quitada del catálogo.
¿A qué se debió la retirada urgente de esa película?
La presión ejercida por el poderoso pulpo lgbt denunciaba que el film “insinúa que los padres gay no son aptos para adoptar niños”, que “no era tolerable incluir una película así en la plataforma” y obviamente, no faltaron los dedos acusadores que señalaron a Netflix por “homofobia”.
El presentador de televisión mexicano Horacio Villalobos llegó a decir: “Pink dice que ser gay es estar en el error y que solo Dios te puede ayudar a remediarlo. ¿No les parece ofensivo? ¿Por qué no suben un film hecho por neonazis que hable de matar judíos?”.
El columnista Omar Ramos, del diario Milenio, escribió un día después: “Mantener Pink en su catálogo es ofender a una comunidad que les ha dado mucha atención y les ha agradecido por ser ‘inclusivos y diversos’. Pink no debería estar en Netflix”.
Otro activista homosexual dijo: “El problema de exhibirla en Netflix es que muestra una ‘visión parcial’ de la adopción de niños por parejas gay y en algunas partes contiene un mensaje erróneo. Es preocupante que la película concluye que los gays no somos aptos para criar niños porque somos personas que vivimos con excesos y tenemos desórdenes mentales. Sí, existen homosexuales que no son aptos para criar niños, pero también hay personas heterosexuales que tampoco lo son. Los factores son muy complejos que la película no muestra”.
Así, el boicot del lobby lgbt presionó sobre la cadena de cines mexicana y únicamente la sala Cinemex osó exhibirla. Pero la presión mediática fue tan grande que una semana después, fue retirada de la cartelera sin ninguna explicación.
A todo este sabotaje desplegado en los medios de comunicación contra la película “Pink” se sumó el “Consejo para Prevenir y Eliminar la Discriminación de la Ciudad de México” (COPRED) quien se pronunció en un comunicado: “Se desprenden posturas contrarias a los principios de igualdad y no discriminación, entre ellos la reiterada ridiculización”.
Trailer de la película “Pink”:
"La primera tentación de Cristo"
Otra fue la suerte que corrió la película blasfema y anticristiana "La primera tentación de Cristo", que presenta a Nuestro Señor Jesucristo como un homosexual, a su Santa Madre como una prostituta y a los doce Apóstoles como una banda de borrachos.
La ofensiva "obra" fue presentada con bombos y platillos como "Especial de Navidad" en diciembre de 2019, en uno de los momentos más caros a los sentimientos de la comunidad católica y cristiana en general.
Tras el revuelo a nivel mundial, millones de personas en muchísimos países (solamente en Brasil, lugar de origen de la película en cuestión, se recolectaron más de dos millones de firmas) reclamaron a la plataforma Netflix el retiro de la película por lesionar sus sentimientos religiosos.
El hijo del presidente brasileño Jair Bolsonaro tuiteó al respecto:
El reclamo de los cristianos fue aún más lejos. Al ser ignorados por los responsables de Netflix en sus reclamos, se hicieron presentaciones judiciales y el juez brasileño Benedicto Abicair determinó que la plataforma de videos y la productora “Portal dos Fundos” retiren del aire “La primera tentación de Cristo”.
¿Como terminó la historia de “La primera tentación...”?
En nada. La orden nunca se acató y el engendro pro homosexual que los medios de comunicación políticamente correctos denominan “sátira” o “parodia bíblica” sigue exhibiéndose en esa fábrica de ideología de genero conocida como Netlix.
¿Queda alguna duda sobre la perversión de esa plataforma de videos? ¿Queda alguna duda sobre la promoción de la cultura de la muerte que contiene el material que allí se exhibe? ¿Queda alguna duda que los suscriptores que pagan religiosamente su abono están expuestos a series y películas que idealizan el suicidio, promueven el estilo de vida homosexual y el aborto? Yo creo que no.
Cris Yozia
A todo este sabotaje desplegado en los medios de comunicación contra la película “Pink” se sumó el “Consejo para Prevenir y Eliminar la Discriminación de la Ciudad de México” (COPRED) quien se pronunció en un comunicado: “Se desprenden posturas contrarias a los principios de igualdad y no discriminación, entre ellos la reiterada ridiculización”.
Trailer de la película “Pink”:
"La primera tentación de Cristo"
Otra fue la suerte que corrió la película blasfema y anticristiana "La primera tentación de Cristo", que presenta a Nuestro Señor Jesucristo como un homosexual, a su Santa Madre como una prostituta y a los doce Apóstoles como una banda de borrachos.
La ofensiva "obra" fue presentada con bombos y platillos como "Especial de Navidad" en diciembre de 2019, en uno de los momentos más caros a los sentimientos de la comunidad católica y cristiana en general.
Tras el revuelo a nivel mundial, millones de personas en muchísimos países (solamente en Brasil, lugar de origen de la película en cuestión, se recolectaron más de dos millones de firmas) reclamaron a la plataforma Netflix el retiro de la película por lesionar sus sentimientos religiosos.
El hijo del presidente brasileño Jair Bolsonaro tuiteó al respecto:
¿Como terminó la historia de “La primera tentación...”?
En nada. La orden nunca se acató y el engendro pro homosexual que los medios de comunicación políticamente correctos denominan “sátira” o “parodia bíblica” sigue exhibiéndose en esa fábrica de ideología de genero conocida como Netlix.
¿Queda alguna duda sobre la perversión de esa plataforma de videos? ¿Queda alguna duda sobre la promoción de la cultura de la muerte que contiene el material que allí se exhibe? ¿Queda alguna duda que los suscriptores que pagan religiosamente su abono están expuestos a series y películas que idealizan el suicidio, promueven el estilo de vida homosexual y el aborto? Yo creo que no.
Cris Yozia
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