LifeSiteNews informó que uno de ellos, que ahora se hace llamar “Christine Zuba”, escribió sobre la reunión en un artículo para el grupo activista lgbt Outreach, fundado por el jesuita James Martin. Junto con lo Zuba fueron invitados hombres que se hacían llamar “Lynn Discenza”, “Martha Marvel” y “Maureen Rasmussen”, todos los cuales asistieron a la conferencia Outreach 2024.
La reunión fue organizada por Don Andrea Conocchia, quien se ha ocupado de rejuntar personas “trans” para presentarlas a Bergoglio desde el inicio del encierro covidiano. Zuba contó cómo durante la reunión de Outreach 2024, Conocchia lo invitó a conocer a Francisco.
Cada uno de los cuatro “preparó breves biografías” para contarle a Bergoglio algo sobre ellos mismos, que luego enviaron a Don Conocchia, y se reunieron en Torvaianica, una ciudad costera al suroeste de Roma tristemente conocida por sus historias de prostitución y tráfico de drogas, para discutir la logística de su reunión.
Bergoglio a menudo ha dado la bienvenida a grupos transgénero a su audiencia papal semanal. Sin embargo, “parece que Francisco no está animando a los hombres, que actualmente viven como “mujeres”, a arrepentirse de su estilo de vida transgénero, volver a practicar la fe católica y aceptar la realidad biológica”, escribe LSN .
El grupo de marginales amontonado por Conocchia se formó por primera vez durante las restricciones plandémicas. El grupo, formado en gran parte por prostitutos, se encontraba sin su forma habitual de ingresos debido a las restricciones y por eso se reunió en Torvaianica.
El grupo “llamó la atención” de Bergoglio por primera vez cuando le escribieron “presentándole sus necesidades”. En 2020, Francisco ordenó a su limosnero, el cardenal Konrad Krajewski, que enviara dinero a los marginales después de que se pusieran en contacto con el Vaticano para solicitar ayuda financiera.
En contraste con el favoritismo de Francisco hacia estos sujetos con estilo de vida homosexual y transexual, la enseñanza católica sobre sobe este tema sigue siendo inmutable. El Catecismo de la Iglesia Católica afirma que “corresponde a cada persona, hombre o mujer, reconocer y aceptar su identidad sexual. La diferencia y complementariedad física, moral y espiritual se orientan hacia los bienes del matrimonio y el desarrollo de la vida familiar”. (CCC 2333)
La reunión fue organizada por Don Andrea Conocchia, quien se ha ocupado de rejuntar personas “trans” para presentarlas a Bergoglio desde el inicio del encierro covidiano. Zuba contó cómo durante la reunión de Outreach 2024, Conocchia lo invitó a conocer a Francisco.
Cada uno de los cuatro “preparó breves biografías” para contarle a Bergoglio algo sobre ellos mismos, que luego enviaron a Don Conocchia, y se reunieron en Torvaianica, una ciudad costera al suroeste de Roma tristemente conocida por sus historias de prostitución y tráfico de drogas, para discutir la logística de su reunión.
Bergoglio a menudo ha dado la bienvenida a grupos transgénero a su audiencia papal semanal. Sin embargo, “parece que Francisco no está animando a los hombres, que actualmente viven como “mujeres”, a arrepentirse de su estilo de vida transgénero, volver a practicar la fe católica y aceptar la realidad biológica”, escribe LSN .
El grupo de marginales amontonado por Conocchia se formó por primera vez durante las restricciones plandémicas. El grupo, formado en gran parte por prostitutos, se encontraba sin su forma habitual de ingresos debido a las restricciones y por eso se reunió en Torvaianica.
El grupo “llamó la atención” de Bergoglio por primera vez cuando le escribieron “presentándole sus necesidades”. En 2020, Francisco ordenó a su limosnero, el cardenal Konrad Krajewski, que enviara dinero a los marginales después de que se pusieran en contacto con el Vaticano para solicitar ayuda financiera.
En contraste con el favoritismo de Francisco hacia estos sujetos con estilo de vida homosexual y transexual, la enseñanza católica sobre sobe este tema sigue siendo inmutable. El Catecismo de la Iglesia Católica afirma que “corresponde a cada persona, hombre o mujer, reconocer y aceptar su identidad sexual. La diferencia y complementariedad física, moral y espiritual se orientan hacia los bienes del matrimonio y el desarrollo de la vida familiar”. (CCC 2333)
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