Un informe de casi 700 páginas publicado el martes presenta relatos narrativos detallados de abuso sexual infantil cometido por clérigos católicos.
Antes de que comenzara la investigación de Raoul en 2018, las seis diócesis católicas de Illinois solo tenían registrados 103 casos confirmados de abuso sexual infantil. La investigación del fiscal general sobre el abuso sexual infantil por parte de miembros del clero católico encontró otros 348 clérigos que abusaron de niños entre 1950 y 2019.
De los 451 abusadores identificados públicamente en el informe, Raoul dijo que 330 de ellos están fallecidos.
Raoul dijo que, debido a muchas de sus buenas acciones, la Iglesia Católica se convirtió en un pilar de confianza, y fue esa confianza la que se rompió una y otra vez.
La fiscalía general revisó más de 100.000 páginas de documentos en poder de las seis diócesis católicas del estado y recibió más de 600 contactos confidenciales de sobrevivientes entre 1950 y 2019.
El informe concluyó que, en las seis diócesis de Illinois, había 451 clérigos y hermanos religiosos católicos que abusaron de casi 2.000 niños durante ese tiempo. La investigación de Raoul fue impulsada por las conclusiones de 2018 de un gran jurado de Pensilvania de que más de 300 miembros del clero católico en ese estado habían abusado de más de 1.000 niños durante los 70 años anteriores.
En el área de Chicago, la Diócesis de Joliet enumera 52 abusadores. El informe estatal identificó a 69.
La Arquidiócesis de Chicago enumera 150 abusadores, pero el informe nombró a 275.
Raoul dijo que, desde el primer día, esta investigación tuvo como objetivo dar voz a las víctimas.
"Quisiera expresar mi sincero agradecimiento a todos y cada uno de los sobrevivientes y a todas aquellas personas que se comunicaron con mi oficina por confiarnos sus experiencias profundamente personales", afirmó.
Raoul dijo que la investigación tomó incontables horas durante los últimos cuatro años y medio.
Para disuadir a cualquiera de pensar que tenía un problema con su padre, el fiscal general aplaudió a la Iglesia católica por sus buenas obras y también dijo que había nacido y crecido en la Iglesia. Raoul agregó que su madre fue una "católica practicante fiel durante toda su vida".
En una declaración, el cardenal Blase Cupich dijo que la Arquidiócesis Católica de Chicago no ha tenido la oportunidad de revisar el informe completo, pero dijo que los funcionarios de la iglesia "tienen preocupaciones sobre datos que podrían malinterpretarse o presentarse de maneras que podrían ser engañosas".
Aunque Cupich no dio más detalles sobre esas preocupaciones, la archidiócesis señaló que los 451 sacerdotes nombrados en el informe ya figuran en un sitio web de la archidiócesis que identifica a los sacerdotes con acusaciones fundamentadas de abuso sexual, y dijo que "Ningún clérigo con siquiera una acusación fundamentada en su contra está en ministerio en la Arquidiócesis de Chicago".
"Debemos pensar primero en los sobrevivientes de abusos sexuales que llevan el peso de estos crímenes a lo largo de sus vidas. En nombre de la archidiócesis, pido disculpas a todos los que han sido perjudicados por la falta de prevención y respuesta adecuada al abuso sexual infantil por parte de clérigos. Los sobrevivientes siempre estarán en nuestras oraciones, y nos hemos dedicado a erradicar este problema y brindar sanación a las víctimas", dijo Cupich.
Aun así, Raoul dijo que décadas de decisiones y políticas de liderazgo de la Iglesia "han permitido que abusadores sexuales de niños conocidos se escondan, a menudo a plena vista".
CBS News le pidió directamente a Cupich que respondiera a la acusación.
"Sí, creo que en el pasado eso era cierto", dijo. "Pero... hemos tenido una política en los últimos 30 años en la que, de hecho, hemos dado un giro en ese sentido".
En cuanto a las discrepancias entre las cifras de abusadores reportadas por la Iglesia y las del informe del fiscal general, Cupich dijo que no había "ningún nombre no revelado, ningún encubrimiento, ningún ocultamiento de ningún tipo".
Cupich dijo que había cinco duplicados. De los 120 que no están en la lista, cinco fueron ordenados en otra diócesis y, según se informa, prestan servicio en la archidiócesis. Los otros 115 son clérigos de la orden o hermanos laicos, y la diócesis no tiene acceso a ninguno de sus registros.
"No tenemos la libertad que tiene el Estado para entrar y tomar los archivos de un grupo", dijo Cupich. "Por eso no los ponemos en nuestra lista porque no podemos corroborarlos".
Uno de esos clérigos que aparece en la lista del Estado, pero no en la de la arquidiócesis, es Robert Noel Brouillette. En 2000, fue condenado por 10 cargos de pornografía infantil en el condado de Will. Seattle lo agregó a su lista en 2006 y Phoenix también informó su nombre en 2020.
No está claro por qué Brouillette quedó fuera de la lista de la Arquidiócesis de Chicago. Cupich dijo que revisarán la lista completa y las recomendaciones de la Procuraduría General.
"Es un problema del pasado. Tenemos que asegurarnos de que se sane, pero tenemos que inclinarnos ante nuestro pasado y no quedarnos atados a él", afirmó.
En cuanto a los cargos criminales por algunos de los casos que involucran a clérigos que aún están vivos, Raoul dijo que su oficina remitió algunos casos a los fiscales, pero que no tienen conocimiento de ningún cargo criminal nuevo en este momento.
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