El Vaticano acaba de anunciar un acuerdo provisional con la tiranía comunista china.
Los antecedentes los conoces. En China gobierna un régimen comunista, ateo y profundamente anticristiano, que ha condenado a 'campos de reeducación' a los obispos y sacerdotes fieles a Jesucristo, ha obligado a abortar a millones de niñas y ha eliminado todo resquicio de fe y de libertad de la sociedad.
En paralelo, y para dotar de 'apariencia de religiosidad' a su tiranía totalitaria, el partido comunista puso en marcha su propia 'iglesia cristiana', a la que llamó 'iglesia patriótica china', controlada directamente por el aparato del partido.
Y entonces llegó Francisco...
Y decidió que quería pasar a la historia por haber sido "el Papa que alcanzó un acuerdo con China".
Y el acuerdo se ha anunciado hoy, avivando los peores temores:
El Vaticano entrega la Iglesia en China al partido comunista, y reconocerá como católicos a los obispos elegidos y formados por el Partido Comunista, dejando a los pies de los caballos a la Iglesia católica china, que ha estado en la clandestinidad durante los últimos 50 años.
“Están entregando el rebaño en boca de los lobos. Es una traición increíble”, ha dicho el Cardenal Zen, obispo emérito de Hong Kong, que refiriéndose al cardenal Parolin, secretario de estado vaticano (que estuvo en Bilderberg en junio), ha dicho:
«No creo que tenga fe. Es solo un buen diplomático en un sentido muy secular y mundano»
El Cardenal Zen es muy pesimista sobre este acuerdo:
«Las consecuencias serán trágicas y duraderas, no solo para la iglesia en China, sino para toda la Iglesia porque dañan su credibilidad»
Día triste, sin duda.
Gabriel Ariza Rossy
InfoVaticana
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