Una jovencita quinceañera capaz de bancarse un hijo que no era de su novio. Ni pensó en decir que no al embarazo, mucho menos en matar al niño.
Me encanta María.
Por Juan Carlos Sánchez
Fuerte, muchacha caminadora de piernas ágiles y cuerpo delgado. Hábil con las manos y de espíritu firme. Una adolescente - mujer que se animó a la vida. Hubiese querido ser su novio. Lo que no se es si hubiese sido capaz de aceptar un hijo que no era mío.
Me encanta María, estoy enamorado de ella desde que mis viejos, el Nacho y la Ñata me la presentaron siendo niño.
¡Te quiero, María!
Fray Vicente (Grases Millet OP) me hizo gancho con ella, me la mostraba como la mejor muchacha, la ideal, la siempre atenta a las palabras que se le dirigían, a hacer un favor, a darse. Yo era pibe entonces. Y hubo algo. Una especie de ¿brrrrr? ¡No se qué…! Como si me estuviese seduciendo, atrayendo, atrapando.
Charloteaba con ella y con el niño que casi siempre llevaba de su mano..
Pasó el tiempo, crecí…
Crecí y me alejé de ella. Aparecieron otras marías, muchas.
Las disfruté a todas y hoy, en el otoño de mi vida, ¡me rindo! ¡Te quiero, María! Te sigo queriendo. Perdoname si te abandoné por años, si te cambié por otras o por dinero, fama, guita, goce.
A tu lado la mejor de las marías no llega a la suela de tus sandalias. Que no se ofendan.
Y lo mejor tuyo fue esa capacidad mágica de aceptar la maternidad contra la ley y la costumbre. Es divino eso, todo lo divino tiene algo de mágico en su misterio y atrapa.
Madre soltera. Que bueno…
Ojalá muchas pibas que meten la pata (como se dice) te miren y te copien. Madre soltera… Nunca se sabe lo que puede llegar a ser ese hijo.
Y capaz de enfrentar a José, tu novio, y decirle que esperabas un hijo que él sabía que no era suyo porque él… Bueh… De eso no se habla.
Y parir tu hijo en un pesebre, y verlo crecer con asombro, y acompañarlo en la Cruz, y abrazarlo vivo y resucitado. ¡Qué mina de oro, María!
Escribo esto al finalizar el Día del Niño por Nacer 2009, 25 de Marzo. Cuando lo suba a la Net será 26 y la vida seguirá y los vivos y los muertos seguirán y los que matan seguirán.
Celebré con buen vino y con Cristina y algunos de nuestros hijos, los más chicos, este día. Cristina es muy parecida a vos, María, claro que con sus dimes y diretes y su genio pero… También aceptó ser mamá soltera de una hija mía, otra Cristina que me hizo abuelo ya, y por eso más que por otra cosa la quiero tanto. Por los ovarios que tiene. ¿Me explico?
Este día lo institucionalizó un amigote de los que no hay muchos, “el Carlo” Saúl, un peronista de aquellos que fue presidente de la Nación dos veces y después muchos países del mundo lo copiaron.
¿Sabés una cosa, María? Hoy no fue como ayer que celebraron con fiestas populares, artistas, festivales, marchas, todo pagado con dineros públicos. Ayer festejaron la muerte. El aniversario de un golpe de estado. Coherente, celebran la muerte los que la proclaman y provocan.
Hoy que podían festejar la vida ningún poderoso firmó un cheque.
Hoy se celebró en familia, como nosotros, como otros, como en la iglesia. En familia. Con Tata Dios, prolífico Papá. Tiene tantos hijos que no los puede contar pero los llama a cada uno por su nombre, para eso es Dios.
Quizá los que me lean piensen que estoy un poco borracho y acertarán. Este no es mi estilo literario, ¿o sí? No lo tengo claro. Estaba bueno el vino.
Es que estoy feliz. Pese a todos los problemas por los que estamos pasando los argentinos hoy vi como crecieron las celebraciones con respecto al año pasado. Nos estamos animando, estamos madurando.
Repito, no con la fanfarria como las de ayer que son parte del libreto, sino las en serio, las “de adentro”, las del alma, las de los simples y humildes de corazón. ¡Qué bueno…! ¡Se celebró la vida! Carlos…
De nuevo como aquella vez cuando eras Presidente te agradezco y te felicito. Adivinaste la que se venía y querías dejar huellas y lo lograste. Quizá un pibe algún día te mire a los ojos y te diga ¡Vivo gracias a vos, vos hiciste que mamá no me abortara! Eso sólo vale más que todas las coimas que te imputan los que matan a los niños.
Y a vos María… ¡Te quiero, María! Gracias por ser como sos, gracias por darnos a Jesús, gracias por aceptarnos como hijos.
Y a ustedes dos, mis viejos, el Nacho y la Ñata, como les digo todos los días mirándolos en la fotografía: ¡Gracias por presentarme a María!
La más bella, la más dulce, la más tierna. La eterna María.
Gracias por hacerme conocer a Jesús, el hijo de María.
Gracias por darme la garantía de que volveremos a estar juntos, todos juntos, ustedes, yo y María con Jesús.
25 Mar 09
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