Polémica por una ley que protege a la mujer.
Intervención completa del Diputado Nacional Hugo R. Acuña.
Sr. Acuña.- Señor presidente: en primer lugar, quiero saludar de manera pública a todas las mujeres por la celebración del Día Internacional de la Mujer el pasado 8 de marzo.
En cuanto a este proyecto, es una herramienta que sin lugar a dudas servirá para combatir la violencia contra la mujer, flagelo que considero que es mundial.
Más allá de que se dedica un día especial para la mujer, ese reconocimiento choca escandalosamente con la frecuente realidad de marginación y peligro a la que se somete su dignidad ante la violencia de la que la mujer es objeto. A aquella que da y defiende la vida, a veces le es negada una vida digna. ¿Cómo no vamos a reconocer ese derecho en una ley, que por supuesto puede ser perfectible?
Este acto normativo que se dará a luz ahora no es ni más ni menos que una herramienta. Aquí existe una mezcla de sentimientos, porque lamentablemente en pleno siglo XXI tenemos que debatir una ley que condene la violencia contra la mujer.
Quienes hemos tenido el privilegio de asistir al parto de nuestros hijos junto con nuestras compañeras de toda la vida, ¿cómo no vamos a defenderlas, a ellas que tienen esa fortaleza física y de espíritu, esa alquimia de ternura y fuerza que nos deja a los varones en inferioridad de condiciones?
La mujer y el varón son diferentes, pero iguales en dignidad y, por lo tanto, deberíamos gozar de iguales oportunidades.
Pero también quiero hacer algunas aclaraciones. Como dijo la señora diputada Comelli, nuestro bloque apoya este proyecto de ley, pero también quiero señalar que es violencia contra la mujer no defender la vida que lleva en su vientre; es un acto violento que el padre no le pase alimentos a su hijo, y también que no existan protocolos en cada jurisdicción para atender los casos de violencia.
También quiero aclarar que no debemos caer en la manipulación escandalosa de aquellos que, so pretexto de defender los derechos de la mujer, son funcionales a violar el plexo normativo de la Argentina, sembrando –diría- una cultura de la muerte.
Cuando aquí se habló de abortos clandestinos se dieron cifras que no sé de dónde han salido. Lo que sí puedo agregar, señor presidente, es que de acuerdo con el Ministerio de Salud de la Nación, las muertes por abortos solamente son cien; y no se distingue si son espontáneos o provocados. Pero creo que este no es el punto.
Defendemos, apoyamos y protegemos a la mujer, y creo que esta norma es una herramienta; y como tal, por supuesto, es perfectible. Pero tampoco caigamos en ese discurso de que defendiendo los derechos de la mujer vamos a sembrar la cultura de la muerte tratando de traer a colación y a discusión lo que la Argentina ha reafirmado en sus tratados internacionales.
A partir de la reforma de 1994 en la pirámide de la jerarquía legal quedaron las leyes de la Nación, los tratados internacionales y la Constitución Nacional. Creo que estos tratados supralegales, que defienden la vida, también merecen traerse a colación, porque defender la vida como primer derecho humano es también defender la vida de la mujer, la familia y los hogares. Quizás el Estado tiene aquí una falencia, y esta norma nos da la llave para poder parar este flagelo: ni una mujer más golpeada, ni un marido que no alimenta, ni un compañero que se niega y se sustrae al deber de cuidar a sus hijos, a su mujer o a su compañera. Esto se va a lograr para que estas modalidades de violencia que se expresan en el artículo 6º se puedan interpretar y construir al calor y al diseño de todo el plexo normativo.
Con las salvedades y aclaraciones realizadas, vamos a apoyar este proyecto. Quiero aclarar que la Argentina defiende el valor de la vida desde la concepción, y creo que esta protección integral también debería ser así.
Por último, señor presidente, solicito autorización para insertar el resto de mi discurso en el Diario de Sesiones.
Un envío del Prof. Javier Esteban Giangreco
IR a la portada de Diario7 Blog
IR a la portada de Diario7 Blog
No hay comentarios:
Publicar un comentario