Día del Niño por Nacer.
“Madre de los viviente a ti confiamos la causa de la vida”
Homilía de monseñor Baldomero Carlos Martini, obispo de San Justo, en la misa por el Día del Niño por Nacer - (25 de marzo de 2009)
Querido hermanos y hermanas: Nos encontramos junto a la fuente del Evangelio de la Vida acompañando al Arcángel Gabriel en el momento de la Anunciación a María y envueltos por la sombra del Espíritu que ante el si de María, Dios Hijo eterno del Padre se hace embrión. Nos arrodillamos con toda la humanidad ante el Misterio de la Encarnación de la Palabra: Tanto el Padre nos amó. Verdaderamente Dios se hizo hombre y habitó entre nosotros. La eternidad entró en el tiempo para que nuestro tiempo adquiera dimensiones de eternidad, el hombre descubra su más profunda dignidad y celebramos que la vida es el primero y fundamental de los derechos humanos.
Hemos proclamado el Evangelio, lo hemos escuchado y queremos dejarlo entrar en cada uno de nosotros, en cada familia y en nuestra querida Patria, en cada una de sus Instituciones, pues queremos ser nación, una nación cuya identidad sea la pasión por la verdad y el compromiso por el bien común, que es siempre el bien de la persona humana.
Abrámonos al “Evangelio de la Vida que está en el centro del Mensaje de Jesús, acogido con amor cada día por la Iglesia, es anunciado con intrépida fidelidad como buena noticia a los hombres y mujeres de todas la épocas y culturas”. “El Evangelio del Amor de Dios al hombre, el Evangelio de la dignidad de la persona y el Evangelio de la Vida son un único e indivisible Evangelio. Estas enseñanzas de Juan Pablo II tengan eco en cada corazón.
La Sagrada Liturgia, en esta Solemnidad, nos regala este evangelio como una de las páginas más bellas y como una puerta luminosa de todo el Evangelio de Cristo. Contemplémoslo del modo como la Iglesia lo hace cada aurora, cada mediodía y cada atardecer, abrazando así a toda la humanidad, a cada persona desde el momento mismo de la fecundación y llamada a ser hija de Dios y testigo de Jesucristo en su Familia que es la Iglesia, en todo su recorrido existencial. Rezamos en el Ángelus:
EL ÁNGEL DEL SEÑOR ANUNCIÓ A MARIA Y CONCIBIÓ POR OBRA DEL ESPÍRITU SANTO
Es bueno y justo contemplar esta escena en un lugar, Nazaret, en una casa como ámbito de un profundo clima de espiritualidad y amor. Es un Encuentro muy serio del cielo con la tierra, de Dios con el hombre. El Angel y María, el Plan de Dios y el proyecto del hombre.
En ese marco desconcertante tres palabras llenas de la Esperanza que no defrauda: ¡Alégrate! Llena de gracia el Señor está contigo.
No temas, María, concebirás y darás a luz un hijo el Espíritu Santo te cubrirá con su sombra.
No hay nada imposible para Dios. La maternidad de una virgen y de una mujer anciana y estéril. María contestó:
YO SOY LA SERVIDORA DEL SEÑOR, QUE SE HAGA EN MÍ TU PALABRA
El si esperado por Adan y Eva, la humanidad entera sin saberlo , Los patriarcas y los profetas , los pobres y sencillos de corazón , los que buscan con sinceridad la Verdad, se llenan de estupor y de alegría ante la respuesta de María de aceptar el don de la Maternidad para que el Padre, de quien procede toda paternidad en el cielo y en la tierra, nos diera su Hijo como Salvador y dignificador de todo el hombre y de todos los hombres. En el seno virginal de María, en cierto modo toca a todos los humanos y Jesús se identifica con cada niño por nacer, con cada embrión, porque:
EL VERBO SE HIZO CARNE HOMBRE Y HABITO ENTRE NOSOTROS
Esta es la fuente donde brota el Evangelio de la Vida como un don de Dios, como un canto de amor y un compromiso para todos por ser humanos.
He venido para que tengan vida y la tengan en abundancia. Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida y quien recibe a un niño me recibe a Mí : Palabras de Cristo Evangelio de la Vida.
Hoy se dice que no es el Conurbano el lugar mas inseguro sino el seno materno. Hoy la cultura de la muerte va invadiendo los espacios mas sagrados : las conciencias que se dejan engañar por ideologías inhumanas y degradantes y el grito silencioso del ejército de niños inocentes es poco escuchado. Mis hermanos amantes de la vida: todo lo que hiere al hombre hiere a Dios y todo lo que atenta contra los sin voz corrompe a la humanidad.
Si la vida no se respeta en el comienzo que se puede esperar de la vida de todos especialmente de los mas pequeños, frágiles y desprotegidos por el egoísmos y la maldad de los que manipulan la vida y la consideran un medio y no un fin y pretende instalar el aborto como un derecho humano o un método anticonceptivo. El reparto y la venta de la píldora del día después puede ser causa también de la matanza de los inocentes. Los paradigmas impuestos atentan contra el hombre y hacen que el hombre siga siendo víctima del hombre.
El hombre es el camino de la Iglesia pero todos por ser humanos debemos defender el derecho humano fundamental: el derecho a la vida.
La familia es el santuario de la vida, pero para todos representa el pilar sobre el cual está construido el edificio de la sociedad.
En tiempos eleccionarios y con cierta confusión no fijemos la atención solo en lo económico sino en los valores que debemos exigir que se respeten y no nos hagamos cómplices jamás de los que odian a los niños y no les importa mucho la dignidad de todo el hombre y de todos los hombres.
María Madre de la Vida nos ayude a celebrar a los “ mártires anónimos del siglo XX y XXI, los niños por nacer que son descartados como si no fueran ,como si no existieran. Dios nos libre de que esto se imponga definitivamente en la conciencia de los hombres de hoy”
En la Eucaristía celebremos la vida y asumamos el compromiso por defenderla y tener la valentía de denunciar todo lo que mata y manipula la vida.
¡DIOS ES AMOR!
¡SI AL EVANGELIO DE LA VIDA!
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