sábado, 14 de marzo de 2009
DESAGRAVIO A CRISTO Y A MARÍA: REZO DEL SANTO ROSARIO. DÍA 11/03/09 A LAS 18 HORAS
Estuve en el atrio de Santo Domingo. Asistieron escasamente cien personas. "No hay personal, la Basílica no se abre". Esa fue la respuesta. "Yo soy una empleada y esas son las órdenes del Prior". "Quiero hablar con el Prior." "El Prior no pude atenderlo porque no atiende a esta hora".
Por Eduardo Palacios Molina
La Basílica permanecía cerrada ya que esta la cierran a las 17 horas. Fui a la secretaría y solicité con la mayor humildad que abrieran el templo en atención a los casi cien fieles que se habían reunido en el atrio para rezar el Santo Rosario entre los que se encontraban ancianos, adultos de todas las edades, adolescentes y niños de corta edad. Familias enteras completas. Padres abuelos hijos y nietos.
No logré el cometido. "No hay personal, la Basílica no se abre". Esa fue la respuesta. "Yo soy una empleada y esas son las órdenes del Prior". Quiero hablar con el Prior." El Prior no pude atenderlo porque no atiende a esta hora". Y así como así, me retiré ofreciéndole a Santa Teresa de Ávila, mi Santa Protectora y cabildeamos entre Juan Esteban Olmedo, Antonio Caponnetto y otros.
Decidimos rezar en el atrio, frente a la Basílica, el Santo Rosario los Misterios de Dolor. Nos repartimos los misterios y las lecturas de las Letanías en Latín. Antonio leyó el primer Misterio y encabezó el rezo del mismo, y así uno a uno fuimos haciendo lo mismo con la mayor devoción y amor que nos fue posible. De pie, todos los presentes nos rodearon y lo hicieron con gran devoción.
Jesús y la Santísima Virgen estaban con nosotros vivamente, Lo sentí profundamente como nunca. Porque Dios nunca está más presente que cuando nos persiguen y esto es una constante. No sentíamos perseguidos, porque no podíamos entrar a la Casa de Dios. Posteriormente un amigo me informó que momentos antes un supuesto clérigo del Convento de Santo Domingo vestido de seglar que se dio a conocer como sacerdote pero no quizo dar su nombre, había pretendido cerrar minutos antes de las 18 horas el varias veces centenario pórtico de hierro forjado, que permite el acceso al histórico atrio por la Avenida Belgrano, donde esta el monumento a prócer y descansan allí los restos de quien en vida fuera el general y abogado don Manuel Belgrano, profundamente católico y mariano, creador de la Bandera Argentina y triunfador de la Batalla de Tucumán por nuestra independencia como Nación.
Manifestó este clérigo bajo el anonimato, que no se permitiría ingresar a quienes iban a rezar para reivindicar un "supuesto acto discriminatorio y antisemita". Un grupo de los presente en el que yo no estaba, porque no había llegado aún, impidió pusieran candado y llave a ese pórtico de hierro forjado de doble hoja, según me contó un amigo posteriormente, gracias a lo cual pudimos ingresar pero después de este relato caí en la cuenta que el templo había sido cerrado deliberada e intencionalmente con premeditación y alevosía.
Recordé el primer capítulo de "Las Moradas" de Santa Teresa de Ávila. Parecía su mensaje cuaresmal sobre este hecho.
Estábamos frente al gran Castillo de Cristal y no podíamos ingresar, pero teníamos que acudir a la gran llave: la oración para poderlo hacer. Hicimos el primer paso. Ahora después de este Santo Rosario espero que Ud convoque a rezar otro por la Patria en una Iglesia Católica y podamos entrar al Castillo de Cristal, a la Casa del Señor.
Como positivo, puedo decirle que la gente que pasaba por la calle nos miraba asombrados. Estábamos dando sin quererlo, un testimonio público de verdadera fe. Juan Esteban rezo las letanías en latín con una voz juvenil y firme, que produjo en mi asombro, habida cuenta que siendo mayor que yo, no tiene la voz cascada como la mía (voz de viejo).
Lo malo ya lo conocemos y es el contraste necesario que sirve para exaltar lo bueno. El fondo negro hace resaltar más las blancas acciones y ahí está el mérito de luchar contra la corriente. Es tarea de hidalgos y bien nacidos participar en este buen combate, por la V y por la + (Christus Vincit). Hay que volver a fabricar estos pink que se difundieron durante los periodos previos a Junio de 1955.
Definitivamente debiéramos insistir y convocar a otro Rosario para dar cumplimiento al segundo capítulo de Las Moradas de Santa Teresa. Y mientras tanto rezar mejor, con más devoción. Y eso va para mí. Christus Vincit resonó al final del rezo de las letanías y se entonó el Himnos al Sagrado Corazón con mucho fervor que todos cantamos a coro. ¡Viva Cristo Rey ! Tronó la voz varonil de Antonio Caponnetto, y todos vivamos con profunda fe: ¡VIVA...!
Eso es todo lo que puedo contar ocurrió en la ciudad de Buenos Aires en la fecha señalada en una basílica histórica donde los patriota de la Gran Aldea, antepasados muchos de los que allí estaban presentes defendieron la ciudad de las invasiones inglesas, derrotando a los infieles y expulsándolos después de haber realizado su derrota y recuperado todos los trofeos de guerra que los invasores traían como enseñas de combate y sometimiento.
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