Por Pedro Luis Llera
Somos víctimas del cuento de la rana hervida. Si echas una rana a un recipiente con agua hirviendo, el animal defenderá su vida, se resistirá y escapará de la olla de un salto. Pero si metes la rana en la olla con agua templada y se va calentando poco a poco, la rana acabará hervida sin ninguna resistencia por su parte. A nosotros nos están hirviendo a fuego lento. O espabiláis o perecéis vosotros y vuestros hijos.
La ventana de Overton es una teoría política que describe cómo se puede cambiar la percepción de la opinión pública para que las ideas que antes se consideraban descabelladas sean aceptadas a largo plazo. Las ideas no se pueden cambiar de golpe y porrazo. Hay que iniciar procesos, asumir el conflicto que esas nuevas ideas van a provocar y tener paciencia para que lo que hoy parece inconcebible, mañana sea aceptado por la mayoría; de tal manera que quienes se resistan a aceptar los cambios sean considerados intolerantes, fachas, retrógrados, indietristas, rígidos, etc.
Ese proceso gradual de transformación social se llama Ventana de Overton. Veamos cómo funciona:
1.- De lo impensable a lo radical. La pederastia, las relaciones sexuales con niños, es hoy un tema tabú. A la mayoría de la población le resulta inconcebible que un adulto mantenga relaciones sexuales con una niña o con un niño, sean relaciones heterosexuales u homosexuales. Esa es una cuestión considerada inaceptable, ilegal y escandalosa. Pero se abre la ventana de Overton. Y aparece la “ministra de igualdad” y manifiesta públicamente en la tribuna del Congreso que los niños tienen derecho a mantener relaciones sexuales con quien les dé la gana.
2.- De lo radical a lo aceptable. Se abre la ventana de Overton. La pederastia deja de ser tabú. Los niños tienen derecho a que ningún adulto toque su cuerpo. Pero también a tocar y a dejarse tocar por quien ellos quieran. Los niños pueden tener relaciones con quien les dé la gana, siempre que haya consentimiento. La pederastia permanece encerrada en el ámbito de las transgresiones no autorizadas. Pero ya se puede hablar del tema: “el niño tiene derecho a mantener relaciones con quien él quiera (él, ella o elle)”. Es un derecho del niño.
3.- De lo aceptable a lo sensato. Aquí aparecerán “expertos” – psicólogos, pedagogos, filósofos – y periodistas que aportarán argumentos a favor de la pederastia. Nos dirán que en la antigüedad era una práctica normal y nos citarán a Platón, a Aristóteles o a Cicerón. Nos hablarán del derecho al placer sexual de los niños desde su más tierna infancia. Incluirán planes de educación sexual en Educación Infantil y primeros cursos de Primaria para que el niño se conozca a sí mismo y su sexualidad; que aprendan a tocarse y a tocar a sus amiguitos (eso sí: “con consentimiento”); que aprendan a estimular y a estimularse para que el tierno infante se convierta en un virtuoso del onanismo, del sexo en grupo, del tocar a niños de su mismo sexo o del otro sexo. De tal modo que los niños crecerán descubriendo sus gustos heterosexuales, homosexuales, de género fluido, transexuales, etc.
Se trata de defender la libertad individual y los derechos humanos de los niños. Hay que evitar que la sociedad reprima o estigmatice los deseos sexuales de cada niño. Y si el niño dice que se siente niña, pues habrá que hormonarlo, castrarlo, etc. Y si los padres se oponen, por su mentalidad fascista heteropatriarcal, se les quita a esos padres la patria potestad del niño, porque el niño no es de sus padres, sino que el niño es dueño de sí mismo y el Estado ha de garantizar sus derechos. Para eso están los servicios sociales, mano ejecutora del Estado.
4.- Aceptable. “Yo nunca lo haría pero ¿por qué impedir que otros lo hagan?”. “Yo no consentiría que mi hijo o mi hija mantenga relaciones sexuales con otros niños, pero si otros padres quieren consentirlo, allá ellos”. Y sale el pin parental. Yo, padre o madre, no quiero que mis hijos de infantil, primaria o secundaria sean adoctrinados ni formados en masturbación teórica y práctica. Tengo derecho a educar a mis hijos según mis convicciones morales y religiosas. Pero quienes tengan otras convicciones, allá ellos. Y vienen doña Irene Montero y doña Pam y dicen que de pin parental que nanay, que aquí todos los niños tienen derecho a ser educados (entiéndase pervertidos). Hay que proteger a los niños de sus padres fachas.
5.- Razonable. “No hay nada malo”. Es más que comprensible, normal, absolutamente normal… de hecho necesario, “necesitamos crear las condiciones para que…”. ¿Quién no se ha masturbado? ¿Quién no ha visto películas pornográficas? Seamos sinceros y realistas. Eso antes era tabú pero ahora ya no. Lo que antes hacíamos a escondidas ahora hay que normalizarlo y verlo como algo normal. Hay que quitar los estigmas y prejuicios del nacionalcatolicismo para construir un nuevo mundo donde todos seamos más libres y más felices. Los homosexuales, transexuales y drags entran en las aulas a contar cuentos a niños de 3, 4 y 5 años, bajo la denominación de cuentacuentos o talleres de educación afectivo-sexual.
6.- Generalizado. Ya está todo normalizado. Todo el mundo acepta la pederastia, que los niños se masturben unos a otros, que la maestra enseñe a los niños cómo tocarse y cómo tocar a sus compañeros, compañeras y compañeres para que gocen del placer sexual, que es un derecho. Que vean como normal la penetración vaginal y la anal. Que los niños, las niñas y les niñes sean expertos, expertas y expertes en sexo oral. Y que el niño, la niña y le niñe que quiera tener relaciones sexuales con un adulto, adulta o adulte sea libre para hacerlo. Porque tienen derecho al placer sexual desde pequeños.
¿Por qué impedir que un niño que se siente niña se vista de niña o se cambie de sexo? Hay niños con vulva y niñas con pene. Recuerden el escándalo que se montó en España cuando un autobús recorrió los pueblos de España con un letrero que ponía “Los niños tienen pene y las niñas tienen vulva”. Esa es la realidad biológica: es la verdad. Pues ese autobús, que iba pregonando lo evidente, fue apedreado, denunciado por homófobo y causó un notable escándalo en los medios de comunicación, que pusieron a Hazte Oír a caer de un burro. Cuando hay que salir a la calle a defender que la hierba es verde, mal vamos. La Ventana de Overton sobre la normalización de la transexualidad estaba ya muy abierta cuando el autobús salió a las calles. Hoy ya tenemos “Ley Trans”. Y quienes se opongan a la ley trans o a las leyes lgbti+ puede ser denunciado por delito de odio y condenado a multas cuantiosísimas o a cárcel.
Y así se cierra la ventana de Overton: lo que antes era inconcebible e inadmisibles ahora es legalmente obligatorio y oponerse es “delito de odio”. Ya no hay libertad. El pensamiento único se impone. El totalitarismo avanza. El disenso es perseguido y condenado. Ya no hay libertad de conciencia, ni libertad de expresión ni libertad de pensamiento ni libertad religiosa: o piensas como yo o estás condenado.
La legalización de la pederastia es el nuevo horizonte que hay que conquistar. La escuela ha sucumbido y la familia, destruida. Los maestros pervierten y dicen que educan. Los hijos del Demonio ganan. Los hijos de Dios son fascistas, reaccionarios peligrosos, elementos a eliminar: primero, muerte social; luego, ya veremos (cárcel, violencia, asesinato…). Los del mandil se salen con la suya: los hijos de puta del Anticristo.
La próxima ventana, además de la pederastia, será el infanticido o “eutanasia infantil”.
En la Iglesia, la Ventana de Overton se está abriendo para normalizar la homosexualidad y cambiar la moral de la Iglesia (o sea, destruir la Doctrina Católica).
1.- La homosexualidad es un pecado mortal que clama al cielo. Es una pasión desordenada intrínsecamente mala.
2.- La homosexualidad designa las relaciones entre hombres o mujeres que experimentan una atracción sexual, exclusiva o predominante, hacia personas del mismo sexo. Reviste formas muy variadas a través de los siglos y las culturas. Su origen psíquico permanece en gran medida inexplicado. Pero la Tradición ha declarado siempre que “los actos homosexuales son intrínsecamente desordenados”. Así que la homosexualidad, como tendencia, no es pecado. Eso sí: los homosexuales deben mantenerse castos. Se puede ser homosexual siempre que sean no practicantes.
3.- “El deseo sexual de los homosexuales está justificado”, “un hombre libre tiene el derecho de decidir con quién se acuesta”. Expertos, teólogos, psicólogos y curas y monjas, en esta tercera etapa, demuestran que durante la historia de la humanidad siempre hubo relaciones homosexuales y que eso era normal. Quienes defiendan la doctrina de la Iglesia y no estén de acuerdo con el cambio de la doctrina de siempre serán tratados como intolerantes e irracionales. Hay que “abrir las puertas de la Iglesia a los lgbti+”. Los homosexuales “deben integrarse en la Iglesia sin que se sientan mal, sin que tengan que arrepentirse de nada”.
4.- Los medios de comunicación progresistas y las Ordenes Religiosas se lanzan a pedir el cambio de doctrina: jesuitas, claretianos, dominicos, dominicas… Se organizan reuniones, celebraciones, simposios, oraciones comunitarias… Siempre con la bandera lgbti+ en el altar, en el campanario y en cualquier lugar bien visible. Curas mediáticos salen a la palestra a defender estos grupos: “¿por qué van a tener que ser castos los homosexuales? No se pueden pedir imposibles. Ellos tienen derecho a expresar su amor de pareja como quieran. No hay relaciones sexuales prohibidas por Dios. Las parejas homosexuales deben integrarse en la Iglesia sin ningún tipo de estigma”.
5.- “No hay nada de malo en ser homosexual o en acostarse hombres con hombres o mujeres con mujeres. Queremos que los transexuales puedan ingresar en los seminarios y ser ordenados sacerdotes. Y lo mismo con las mujeres o con las lesbianas. Hay que bendecir las parejas homosexuales y cualquier otra pareja que viva en situación irregular, porque lo importante es el amor. Porque Dios es amor”.
Y con este sofisma, se acaba con la Doctrina, con la Tradición y con el Magisterio bimilenario de la Iglesia. Ya no hay mandamientos de la ley de Dios. Ya no hay infierno, porque todos se salvan (“Dios es amor… ¡Cómo va a condenar un Padre a sus hijos por malos que sean!”).
La Ventana de Overton es un medio de manipulación: pura ingeniería social al servicio del mal. Espabilad. La Verdad, la Sana Doctrina, la Tradición no se negocian ni cambian ni pueden cambiar. “Nosotros predicamos a Cristo y éste crucificado, escándalo para los judíos, necedad para los gentiles; pero para los llamados -sean judíos o griegos-, un Cristo que es fuerza de Dios y sabiduría de Dios” (1Cor. 1,22-23). Y yo de ahí no me muevo. Y los enemigos de Cristo son mis enemigos.
¡Viva Cristo Rey!
Santiago de Gobiendes
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