El tribunal de Lorient falló el 3 de abril a favor de la monja Sabine de la Valette, conocida como Madre Marie Ferréol. El tribunal emitió una dura denuncia sobre el “proceso secreto” que utilizó el Vaticano para expulsarla de la Orden de los Dominicos del Espíritu Santo, después de “una investigación interna”.
El caso es muy inusual, porque un tribunal civil secular determinó que los procedimientos canónicos internos del Vaticano violaban gravemente los derechos fundamentales de la monja.
Según se pudo conocer, mediante un comunicado, el Vaticano dijo que había protestado formalmente ante la embajada francesa por no haber recibido notificación de tal veredicto, pero que, no obstante, el fallo representa una “grave violación” del derecho a la libertad religiosa.
El Vaticano confirmó que el falso “papa” había encargado al cardenal Marc Ouellet, en ese momento jefe de la oficina episcopal del Vaticano, realizar “una investigación” que terminó con la adopción de “una serie de medidas canónicas” contra Valette, incluida su expulsión en 2020 después de 34 años como monja tradicionalista en la Orden.
La declaración también citó posibles problemas diplomáticos sobre el veredicto civil contra Ouellet, dada su inmunidad como cardenal y funcionario de un gobierno extranjero. Recordemos que la Santa Sede es reconocida internacionalmente como un estado soberano.
La abogada de la monja, Adeline le Gouvello de la Porte, dijo que el tribunal concluyó que la “investigación canónica” del Vaticano había violado varios de los derechos fundamentales de la mujer, incluido el derecho a la defensa. Dijo que nunca le dijeron de qué la acusaban ni por qué la expulsaban de la Orden.
El tribunal determinó que Ouellet era amigo de otra hermana de la comunidad “cuyas posiciones eran notoriamente opuestas a las de la señora Baudin de la Valette”, dijo la abogada, citando el veredicto judicial.
El tribunal de Lorient determinó que la expulsión de la monja carecía de fundamento y ordenó a Ouellet, a la Orden Religiosa y a los dos enviados del Vaticano que llevaron a cabo la “investigación” a pagar más de 200.000 euros (213.000 dólares) en daños materiales y morales, así como multas.
Recordemos que desde hace años, el Vaticano frecuentemente lleva a cabo este tipo de purgas ideológicas disfrazadas como “investigaciones internas” sobre Ordenes o Diócesis religiosas que pretenden salir de la línea trazada por el apóstata Bergoglio, invocando siempre “quejas de mala gestión financiera” o “problemas de gobernanza”.
Hoy, según la secta del Vaticano II, la decisión del tribunal de Lorient representa “una intrusión inusual de la justicia secular en los asuntos internos de la iglesia”. Pero esta sentencia ha dejado al descubierto cómo los “procedimientos canónicos” que se están llevando a cabo, a menudo entran en conflicto con el derecho a la defensa y a un procedimiento judicial justo.
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