martes, 23 de enero de 2024

23 DE ENERO: SAN ILDEFONSO, ARZ. y SAN RAIMUNDO DE PEÑAFORT


El Santoral Tradicional hoy recuerda a San Ildefonso, Arzobispo de Toledo y a San Raimundo de Peñafort, un ilustre representante de la Orden de los Hermanos Predicadores.


San Ildefonso, Arzobispo de Toledo


(✝ 669)

Por muchos años desearon tener hijos los ilustres padres de San Ildefonso, y prometía su madre a María Santísima que, si le daba un varón, con todas sus fuerzas procuraría que fuese su capellán. Cumplió el Señor tantos deseos,  naciendo el santo niño. Criáronle sus padres con todo cuidado, y señaladamente su madre por tenerlo ofrecido a Nuestra Señora. Llegado a la edad competente, le enviaron con San Isidoro, Arzobispo de Sevilla, para que en su colegio aprendiese, con otros mancebos de su edad, las letras humanas y divinas, principalmente el amor y temor de Dios.

Pasados doce años, volvió a Sevilla, docto y bien ejercitado en la filosofía y las Letras Sagradas, y abandonando todas las cosas del mundo, retiróse en el monasterio de benedictinos. Más su padre fue con gente armada para sacarlo del claustro; y no pudiendo lograrlo, por haberse ocultado el santo joven entre unas paredes ruinosas, desistió de su mal propósito.

Vieron los monjes en Ildefonso un acabado modelo de perfección y sabiduría, y de común acuerdo le eligieron por su Abad, más habiendo fallecido su tío el Arzobispo de Toledo, San Eugenio, a propuesta del rey y por aclamación del pueblo fue escogido como sucesor este santo, y por más que lloraba y gemía, no pudo resistir a la voluntad de Dios, y hubo de sentarse en la cátedra arzobispal de Toledo.

Aquí resplandecieron y dieron mayor brillo sus dotes naturales y sus virtudes. Amábanle todos, como a su padre; llamábanle Crisóstomo y boca de oro por su elocuencia, y doctor de la Iglesia por sus admirables escritos. Convenció en pública disputa a los herejes venidos de la Galia gótica, que ponían mácula en la virginal integridad de Nuestra Señora, y en recompensa de este celo y devoción, mereció de la virgen Santa Leocadia en el día de su fiesta a vista de todo el pueblo se levantase de su sepulcro y le dijese: 

- Ildefonso, por ti vive la gloria de mi Reina.

Finalmente, a los 60 años de edad, murió el santo Arzobispo con gran sentimiento de toda su grey, y fue sepultado el sagrado cuerpo en el templo de Santa Leocadia, siendo trasladado por los cristianos, después de la invasión de los moros a Zamora, donde es tenido en gran veneración.



San Raimundo de Peñafort


(✝ 1275)

Raimundo nació en el castillo de Peñafort, cerca de Barcelona, posiblemente entre los años de 1175 a 1177. De joven, ingresó en la comunidad de la catedral de Barcelona para prepararse para el presbiterado. A los 20 años asumió la enseñanza de las artes liberales. Fue ordenado presbítero. Cerca de los 30 años se dirigió a Bolonia a perfeccionarse en ciencias jurídicas. Allí obtuvo el doctorado en derecho civil y eclesiástico.

Raimundo retornó posteriormente a la capital de Cataluña donde, como eminente jurisconsulto, se dedicó a la enseñanza del derecho. El Obispo le nombró canónigo de Barcelona, y participó en la unificación de la liturgia de Roma. En el año de 1222, renunció a la canonjía y entró en la Orden de Predicadores, optando así por una vida de evangelización y predicación.

En 1223 colaboró con Pedro Nolasco, y con su amigo el rey Jaime I de Aragón en la fundación de la Orden de Nuestra Señora de la Merced, para liberar a los cristianos cautivos y esclavizados por los islamitas. San Raimundo de Peñafort fue invitado por Gregorio IX a Roma para trabajar el Corpus Decretalium, es decir, el Código de Derecho Canónico Medieval.

Retornó a Barcelona y mientras permanecía allí, el Capítulo General de Bolonia de 1238 lo eligió Maestro de la Orden. Su tarea primordial fue la de dotar a la Orden de unas Constituciones fijas y estables. Por sus labores y reputación, le ofrecieron ser Arzobispo de Tarragona, pero renunció al nombramiento porque según la costumbre de los primeros dominicos, no debían aceptar cargos.

Debido a sus enfermedades, convocó al Capítulo General de Bolonia de 1240 para presentar su renuncia, que fue aceptada. Vuelto a su región creó dos institutos para la evangelización de mahometanos y judíos, uno en Murcia y otro en Túnez. Allí se formaron los Hermanos en las costumbres y lenguas árabes y judías. Pidió a Fray Tomás de Aquino un proyecto teológico que ayudara a la formación y predicación de los Hermanos en este campo; así nació “Summa contra gentes”.

San Raimundo de Peñafort murió en Barcelona el 6 de enero de 1275. Su cuerpo se venera en la catedral de Barcelona. Fue el primer santo canonizado en la actual Basílica Vaticana, por Clemente VIII, el 29 de abril de 1601. Es el patrón de los juristas católicos.




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