Por Francesca de Villasmundo
Eugenio Melandri, un ex misionero de 71 años, fue suspendido ad divinis cuando se postuló para el cargo de diputado y llegó al Parlamento Europeo en 1989 por el partido de extrema izquierda Democracia Proletaria. Más tarde fue reducido al estado secular cuando se convirtió en diputado italiano en 1992 por el partido Refundación Comunista.
Su "rehabilitación" estaba en el aire desde su reunión el año pasado con el papa Francisco, quien, según la versión del mismo Melandri, le dijo, después de escuchar su historia:
- “Has hecho bien”
“Tengo una noticia muy importante que comunicar a todos los amigos: el arzobispo de Bolonia, Mario Zuppi, me ha incardinado en la diócesis de Bolonia. Entonces, en este momento, soy miembro de los sacerdotes de Bolonia, puedo celebrar la Eucaristía nuevamente”, escribió en su perfil de Facebook hace unos días.
Con respecto al papa Francisco, dijo:
“No puedo decir si tuvo alguna influencia en mi regreso como sacerdote, pero el clima que ha creado en los últimos años en la Iglesia ha ayudado a desentrañar situaciones como la mía”.
A la Roma bergogliana parecen gustarle estos indultos para los sacerdotes rojos. Antes de esto, hubo otros dos sacerdotes rojos que se beneficiaron: en 2014 Ernesto Cardenal, un sacerdote poeta nicaragüense que fue arrestado en 1985 por su activismo marxista sandinista, y Miguel d'Escoto Brockmann, otro sandinista y propagador de la Teología de la Liberación, que fue suspendido también ad divinis. Ni Cardernal ni Brockmann han negado hasta ahora su larga militancia comunista.
Medias-Presse
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