Por Manuel Zunin
Quien lo desee puede convertirse en abono para jardines y cultivos en lugar de ser incinerado o enterrado en un ataúd. Un artículo en Business Insider dijo que "el gobernador del estado de Washington Jay Inslee, que se postula para presidente en el concurrido campo demócrata 2020, firmó SB 5001 sobre restos humanos", lo que convierte al estado de Washington en el primero del país en legalizar el compostaje humano como alternativa a un entierro o cremación tradicional.
Según la ley, que entrará en vigencia el 1 de mayo de 2020, los restos humanos pueden eliminarse mediante "reducción orgánica natural" o mediante hidrólisis alcalina, conocida como cremación líquida, que utiliza un proceso químico que incluye agua, productos químicos alcalinos y calor para reducir restos humanos a fragmentos óseos. (Business Insider Hilary Brueck, 25 de mayo de 2019):
“Si bien la idea parece una locura, está ganando adeptos en los EE.UU., Especialmente ‘entre los grupos más conscientes del medio ambiente’, como una ‘forma ecológica de hacer uso de los cadáveres humanos’. Prefieren formar parte de los cimientos de un jardín floreciente a las puertas de una casa o alimentar las raíces de los árboles, en lugar de descomponerse en un ataúd subterráneo o convertirse en cenizas”.
La mayor defensora de esta nueva ley es Katrina Spade, la impulsora detrás del "Urban Death Project" y fundadora de la compañía "Recompose", con sede en Seattle. Allí, “garantizan que un cadáver puede convertirse en fertilizante en solo 30 días, utilizando medidas para acelerar el proceso de descomposición natural”.
Su método consiste en seguir el proceso tradicional de compostaje, que consiste en descomponer la materia orgánica con microorganismos hasta que se convierta en compost. Para mejorar la descomposición, agregan una mezcla de astillas de madera y otros materiales biodegradables, para que los microbios y las bacterias hagan su trabajo más rápido y aceleren la descomposición. Todo el proceso tiene lugar a unos 55 ° C, para evitar la transmisión de enfermedades infecciosas, dicen los partidarios de la técnica.
Hoy, esta “alternativa” al entierro o la cremación es ilegal o no está regulada en muchos países, donde está prohibido depositar restos humanos fuera de los cementerios o áreas marcadas para el entierro. La promotora del "Proyecto de muerte urbana" cree que “la conversión de cadáveres en compost también podría poner fin a las áreas destinadas a entierros, para promover otros usos”.
Desde nuestro punto de vista, esta es otra práctica contraria a la dignidad y el respeto que merece el cuerpo humano.
Bioethics Observatory
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