sábado, 28 de abril de 2012

EL PLAN PARA NO ENFERMARSE CON EL FRÍO

El plan para afrontar las bajas temperaturas de este otoño e invierno van desde una apropiada alimentación, abrigo y hasta vacunas.

Por Mariana Israel

Existe un plan "antifrío" para poder afrontar las estaciones más heladas del año, que va desde la alimentación, el abrigo y la calefacción del hogar, hasta las vacunas y otros.

Si existiera un remedio que garantizara un invierno sin enfermedades, ¿alguien dudaría en tomarlo? Por desgracia, como todavía no se inventó, las mejores armas para evitar las enfermedades del frío, siguen siendo las vacunas y una tropa de cuidados caseros. A tomar nota.

VACUNAS

* Contra la gripe. La vacuna antigripal es obligatoria para embarazadas, madres con chicos de 6 meses o menos, personal de salud, niños entre los 6 meses y los 2 años, y adultos mayores de 65 años, por disposición del Ministerio de Salud de la Nación. "En general, no es imprescindible en adultos sanos", agrega el doctor Adolfo Wachs, jefe de la División de Clínica Médica del Hospital Argerich. Sí lo es para aquellos que tienen cáncer, enfermedades respiratorias o cardíacas, trasplante, diabetes u obesidad, entre otros.

Para todos ellos, la vacuna es gratuita y se consigue en la mayoría de los centros de salud. Este año, se está aplicando una inyección "trivalente", que protege contra tres tipos de gripe. Hay que tener en cuenta que la persona puede enfermarse igual; lo que hace la vacuna es prevenir complicaciones más graves.

* Contra la neumonía. Desde fines del 2011, está disponible la vacuna conjugada antineumocóccica 13 valente. Se acaba de aprobar su uso para adultos mayores de 50 años: con una dosis alcanza para prevenir la neumonía, una de las enfermedades respiratorias más mortales. Esta vacuna también sirve para proteger a los chicos y, por primera vez, se incluye en el Calendario Nacional de Vacunación 2012, para bebés y niños menores de 2 años.

EMPEZAR POR CASA

* Evitar multitudes y lugares cerrados, sobre todo para los bebés menores de 2 años, que tienen las defensas más inmaduras. "Los padres tienen que adaptar su vida social, por un tiempo, a las necesidades de los pequeños", avisa el Dr. Mario Elmo, secretario del Comité Nacional de Pediatría Ambulatoria de la Sociedad Argentina de Pediatría (SAP).

* No tocarse los ojos, la nariz, ni la boca en lugares públicos.

* Lavarse las manos con agua y jabón varias veces por día, especialmente al llegar a casa, antes de cocinar, antes de estar con bebés y niños, y luego de ir al baño.

* Ventilar los ambientes un rato todos los días, para renovar el aire.

* La leche materna cumple una función clave, por "la calidad de nutrientes que contiene y porque contribuye a defender a los bebés de las infecciones", enfatiza el pediatra de la SAP.

* Hacer ejercicio. Aunque haya pasado la temporada de playa y el cuerpo se oculte debajo de la ropa, seguir haciendo deporte es fundamental porque, según el Dr. Wachs, "mejoraría la capacidad física para enfrentar infecciones". Un estudio del 2010 publicado en el British Journal of Sports Medicine le da la razón: los científicos hallaron que si uno no está en forma, el sistema inmune se debilita. Vieron que quienes practicaban ejercicio regular estaban más protegidos contra los virus y tenían menos catarros.

* Bajar los decibeles. El estrés puede resfriarnos, según una investigación publicada el último 2 de abril en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences. Los autores observaron que las personas más estresadas tenían más riesgo de resfriarse y que la enfermedad se agravara.

* Ojo con los cambios de temperatura. Para esto, mantener la calefacción de la casa en alrededor de 22 grados y desabrigarse al entrar. Otro consejo ancestral: no salir recién bañados, y menos con el pelo mojado, porque al enfriarse bajan las defensas.

* Los chicos, bien abrigados. El consejo de los pediatras es que los niños de hasta 3 años necesitan una o dos capas más de ropa que los adultos. A los menores de 1 año, sumarles una capa más. Aparte, el Dr. Elmo aconseja "estar atentos a los signos de frío o calor que expresa un niño": "El color y la temperatura de la cara y del cuerpo, y la presencia de sudor indican si tiene que estar más o menos abrigado".

La bufanda se vuelve un accesorio clave. "Respirar aire frío altera la capacidad del organismo de defenderse de microbios, sobre todo cuando se respira por la boca, y el aire llega frío y seco a los bronquios", explica el pediatra. Una bufanda de lana ayuda a calentar el aire que entra por boca y por nariz. Además, gorros, bufandas y guantes impiden que el calor del cuerpo se "escape" por esas zonas expuestas al frío.

* La tos es necesaria. Es un recurso del cuerpo para expulsar microrganismos, así que solo debería tratarse si es excesiva o si impide dormir.

* Descartar el alcohol. A veces, se recurre a beber cuando hace frío, porque se cree que levanta la temperatura del cuerpo. Esto es un mito, una "sensación subjetiva de calor", afirma el Dr. Wachs. De hecho, el consumo de alcohol en exceso "baja las defensas, predispone a infecciones, altera el metabolismo normal y aumenta la pérdida de calor", advierte.

LA VITAMINA C, "UN DÉBIL BENEFICIO"

Que levante la mano quien nunca escuchó el consejo de tomar jugo de naranja para evitar el resfrío. Durante años, se sostuvo que la vitamina C servía para prevenirlo o, incluso, para curarlo (por algo los sobrecitos de antigripales efervescentes la contienen).

Para demostrar sus beneficios, se hicieron muchas investigaciones y, en la mayoría, las conclusiones fueron las mismas: la vitamina C no previene la gripe ni el resfrío. Valeria Edelsztein, doctora en Química por la Universidad de Buenos Aires, desgrana este mito en su libro Los remedios de la abuela, que integra la colección Ciencia que ladra. Edelsztein recorre la historia de esta vitamina pseudomilagrosa hasta concluir que "el único débil beneficio que ofrece es un ligero acortamiento de estas enfermedades (gripe y resfrío), pero nada más".

Agrega que, según la Organización Mundial de la Salud, el requisito diario de vitamina C es de 0,045 gramos, una cantidad que se alcanza fácilmente con una dieta balanceada en vegetales, frutas y papas.

"Ninguna vitamina protege de las infecciones", añade el Dr. Wachs. Y si una persona lleva una dieta normal y variada, tampoco hace falta tomar suplementos.



1 comentario:

Anónimo dijo...

Perros, gatos , hamsters , peces , loros - who do you prefer ? O quién sabe si lo que el dialecto que los animales exóticos -serpientes, cocodrilos , lagartos , monos ?