Recién hoy puedo
escribir este ADIOS y estoy aún con mucha congoja.
Fuiste mi gran
amigo durante 20 años, con un enorme caudal de amor, totalmente desinteresado,
como buen ANIMAL que fuiste, día y noche; y sin pedir nada a cambio.
Por
Alberto José Quiroga
El
19 de marzo, curiosamente mi santo; tomé lo que sin duda alguna fue la peor
decisión de mi vida.
Tu
Doctora nos dijo que con suero podría darte unos pocos días más de vida, quizás
diez; con más sufrimiento del que ya tenías.
Y
opte por que te durmieran y para siempre, al menos físicamente.
Muy
seguro que solo fue eso, tu espíritu sigue tan cerca de mí como siempre estuviste,
lo siento permanentemente.
Recién
hoy puedo escribir este ADIOS y estoy
aún con mucha congoja.
Fuiste
mi gran amigo durante 20 años, con un enorme caudal de amor, totalmente
desinteresado, como buen ANIMAL que
fuiste, día y noche; y sin pedir nada a cambio.
Siempre
dicen que todos los perritos van al cielo, yo creo que van todos los animales,
y con vos estoy más que seguro que así es. Igual se lo pido a la MADRESITA en mis oraciones, a ella que
tanto me ha dado en la vida, seguramente más de lo que merezco, te tendrá
cerca, esperándome; si Dios me premia con ese destino.
El
dirá que hacer con mi espíritu, soy otro mal definido como humano; trataré de
seguir haciendo todo lo posible para que así sea.
QUERIDO AMIGO, DEJASTES UN ENORME ESPACIO VACÍO,
nada ni nadie podrá llenarlo; espiritualmente siempre estaremos juntos, solo
quiero decirte, como lo repito todos los días HASTA PRONTO TONI.
ESPERAME.
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