Con motivo del 80 aniversario de la muerte de San Maximiliano María Kolbe, arzobispo de Armagh y primado de toda Irlanda, el obispo Eamon Martin presidió una Santa Misa en la Iglesia de San Pedro en Warrenpoint, Irlanda del Norte.
La celebración eucarística fue concelebrada por el padre Maximilian McKeown de la Orden Franciscana Conventual de Dublín y otros sacerdotes de la parroquia de Clonallon. En su homilía, el obispo Martín destacó la figura de san Maximiliano Kolbe como gran testigo para todos.
San Maximiliano María Kolbe, mártir del amor
"El Papa Juan Pablo II y el Papa Pablo VI lo describieron como un mártir del amor, alguien que dedicó todo su sacerdocio a proclamar la Palabra de Dios, sin temor y con valentía, a pesar de todo el horrible contexto de la época".
Según el prelado, "San Maximiliano María Kolbe nos enseña a cada uno a recordar que la Palabra de Dios está dentro de nosotros, y que cada uno de nosotros tiene una llamada, en nuestro propio Bautismo, a ser testigos de la Fe".
Procesión con las reliquias de San Maximiliano María Kolbe
“También nos recuerda que incluso si las cosas son difíciles, si nos aferramos al amor de Dios, podemos seguir adelante. Y creo que hoy este es un mensaje muy importante para todos los católicos y, de hecho, para todos los cristianos”, dijo.
Al final de la Santa Misa, el obispo Eamon Martin develó una placa dedicada al santo en un jardín cercano. Luego, comenzó una procesión de fieles, encabezada por el Arzobispo, que llevó las reliquias del Santo Polaco por la ciudad, bendiciendo casas, calles, vecinos y turistas.
GaudiumPress
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