Por el Dr. Horacio Boló
El 26 de abril del 2021 Medscape, tal vez el sitio de internet más importante de información médica, publicó un artículo sumamente importante tanto desde el punto de vista médico como socio cultural: Transgender teens; is the tide starting to turn? by Becky McCall and Lisa Nainggoian (https://www.medscape.com/viewarticle/949842)
El artículo comienza relatando el caso de Keira Bell, una mujer de 24 años, inglesa, que todos los días se lamenta de haberse convertido en un “hombre” transgénero. En su adolescencia recibió bloqueantes de la pubertad y luego testosterona (hormona masculina). A los 20 años le hicieron una mastectomía bilateral. El 1 de diciembre del 2020 ganó un juicio contra un servicio dedicado a la “identidad de género” del Servicio Nacional de Salud (Gender Identity Development Service) alegando que los clínicos debieron haber estudiado más de cerca su solicitud de “cambio de sexo” antes de empezar con el tratamiento médico. La Corte dictaminó que los jóvenes menores de 16 años con disforia de género (gente que no se identifica con el sexo con que han nacido) no pueden dar un consentimiento informado para el tratamiento con bloqueadores hormonales en la pubertad (sustancias que detienen la pubertad normal) y anima a los médicos a que pidan una aprobación de la Corte antes de iniciar el tratamiento médico de cualquier persona con disforia de género menor de 18 años. El veredicto fue unánime.
«Karina Bell relata lo siguiente:“Era una niña infeliz que necesitaba ayuda. En lugar de recibir ayuda fui tratada como un experimento. Cuando hube madurado me di cuenta de que mi disforia de género era un síntoma de mi miseria, no la causa. Cinco años después después de haber comenzado mi transición para “transformarme en un hombre” comencé el proceso de “de transición”. Las consecuencias que tuve han sido muy profundas: probablemente sea estéril, perdí mis mis pechos, no puedo amamantar, tengo atrofia genital, cambio permanente en la voz, vello facial”.
“Los agentes para bloquear la pubertad que recibí a los 16 años para detener mi maduración sexual me fueron dados con la idea de que esto me daría una “pausa” para pensar acerca de si quería continuar con el paso siguiente de la transición hacia el cambio de género. Esta llamada “pausa” hizo que me sintiera como menopaúsica con tuforadas de calor, sudoración nocturna y confusión mental. Todo esto hizo que me resultara muy difícil pensar con claridad sobre lo que debía hacer” [1].
90% tiene algún otro diagnóstico psiquiátrico aparte de la disforia, el 80 % tienen dos o más. Depresión, ansiedad son los dos más comunes, 50% tienen síntomas de autismo; déficit de atención, etc.
Muchos médicos del staff ahora dejan los servicios entre otras razones por temor a los juicios por mala práctica.
Aunque los chicos pueden entender el concepto de la pérdida de la fertilidad no entienden cómo esto puede afectar su vida adulta.
Finlandia y la corte de UK dicen que no hay evidencias para avalar el uso de hormonas en los adolescentes con disforia de género y requieren una evaluación minuciosa de la salud mental del adolescente. En USA, Canadá y Australia están siguiendo la misma línea.
El 70% de quienes piden un cambio de sexo son mujeres
Los pedidos de cambio de sexo desde el 2006 a la fecha han aumentado en 4000% (más de 40 veces) en USA y lo mismo ha sucedido en Finlandia, Noruega, Países Bajos, Canadá y Australia. En Uk ha registrado un aumento de 30 veces. En gran parte es un contagio social.
Usan primero bloqueadores de la pubertad y de estos el 80% pasan al tratamiento hormonal, tratamiento que es de por vida. Los bloqueantes de la pubertad no mejoran la calidad de vida de los adolescentes, y tiene efectos adversos en la densidad ósea y en el crecimiento y casi el 100% pasan al tratamiento con hormonas cruzadas (estrógenos a los nacidos hombres y testosterona a las nacidas mujeres). De ninguna manera está probado que sus efectos sean totalmente reversibles.
En el fallo de la Corte del Reino Unido sobre el caso de Keila Bell figura lo siguiente: “El Dr. Christopher Gillberg, profesor de psiquiatría infantil y de la adolescencia en la Universidad de Gothenburg en Suecia y un especialista en autismo, fue un testigo experto para nuestro caso. Gillberg dijo en su declaración en la Corte que había tratado chicos con autismo por más de 45 años y era muy raro tener pacientes con disforia de género, pero a partir del 2013 hubo una explosión, siendo la mayoría biológicamente mujeres. Gilbert le dijo a la Corte que lo que estaba sucediendo en en el centro de Tavistock era un experimento en vivo con chicos y adolescentes”.
Pero después del fallo de la corte el centro de Tavistock, Gender Identity Development Service (pertenece al Servicio Nacional de Salud) liberó un estudio interno de un grupo de 44% que habían comenzado a tomar bloqueantes de la pubertad entre los 12 y los 15 años en el que dice que “este tratamiento había fracasado en su intento de mejorar el estado mental de los pacientes y que no había tenido ningún efecto significativo en sus funciones psicológicas, en sus pensamientos auto agresivos ni en su imagen corporal, ni en su calidad de vida, ni en el grado de disforia”. De los 44 pacientes 43 siguieron con el tratamiento hormonal: estrógenos para los varones biológicos y testosterona para las adolescentes biológicamente mujeres.
La prestigiosa y reconocida revista de medicina, el British Medical Journal, en febrero del 2021 publicó este estudio: https://www.bmj.com/content/372/bmj.n356
Antes del fallo de la Corte el Departamento de Sociología y el St Cross College de la Universidad de Oxford publicaron en julio del 2019 un artículo muy interesante que revisa a fondo lo que llaman el experimento con bloqueantes hormonales: http://users.ox.ac.uk/~sfos0060/Biggs_ExperimentPubertyBlockers.pdf y hay una extensa bibliografía en: http://users.ox.ac.uk/~sfos0060/sexgender.shtml
Algunos médicos informan que hasta un 70% lamentan su decisión y hasta algunos piden revertir los efectos de la cirugía. Un psicoterapeuta, James Caspain, intentó hacer una investigación sobre los que lamentaban haberse hecho cirugía: la universidad bloqueó la investigación por no ser políticamente correcta.
En diciembre del 2020 la Corte de Uk dictaminó que los menores de 16 años con disforia de género no pueden dar un consentimiento informado para el tratamiento con bloqueantes de la pubertad que detienen la pubertad normal. El dictamen ha sido apelado.
Este tratamiento se usa como una pausa hasta que el chico pueda confirmar su decisión.
El paso siguiente es dar hormonas femeninas los varones y masculinas a las mujeres, tratamiento que se asocia a varios cambios irreversibles: voz más gruesa, vello facial, crecimiento del clítoris y posiblemente infertilidad en las chicas y disfunción sexual en chicos y chicas. A largo plazo: osteoporosis, eventos tromboembólicos, enfermedad cardiovascular y cáncer entre otros. El 87% de los que empiezan con bloqueantes pasan a tomar hormonas.
El último año una de las colaboradoras del Wall Street Journal, Abigail Shrier, publicó Irreversible Damage: Teenage and the trasngender craze que hizo furor. The Economist lo puso en la lista de los mejores libros publicados en el 2020. En Amazon ha sido uno de los libros más vendidos. The Times de Londres dijo que la autora había hecho una obra devastadora pero que se basaba rigurosamente en hechos: una investigación minuciosa. Sobre 3000 calificaciones en Amazon el 85% le puso 5 estrellas. Entrevistó a más de 200 personas: médicos, psicoterapeutas, padres, detransitioners, “influencers” en transgénero y adultos trans. Muchos padres dijeron que a sus hijos les habían lavado el cerebro. Hubo gente que dijo que al libro había que quemarlo: https://www.dailymail.co.uk/news/article-9106895/ABIGAIL-SHRIERS-investigation-exploding-numbers-girls-wanting-change-sex.html Movimientos LGBT están pidiendo a las librerías que lo retiren de la venta. Y el New York Times se une a la campaña con el argumento de que “por defender la libertad de prensa se está haciendo un gran daño a los transgéneros”. La verdad basada en la realidad es dura.
Ver https://www.transgendertrend.com: un sitio que vale la pena visitar.
El estado de Arkansas aprobó una ley que prohíbe los tratamientos transgénero a los jóvenes menores de 18 años. Otros 17 estados están considerando poner una ley semejante.(Muchos autores sostienen que la madurez llega recién a los 25 años.
Un estudio realizado en Suecia en adultos que fueron tratados médicamente y con cirugía informa que el índice de suicidios es 20 veces mayor comparado con los que aceptan su sexo de nacimiento ( https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC3043071/). Un estudio hecho en los países bajos dio resultados semejantes. Tienen una mortalidad 51% más alta debido a suicidio, SIDA, drogadicción y tal vez cáncer de pulmón y hemopatías malignas. El uso de estrógenos en los nacidos hombres se asocia a tres veces más muertes por enfermedad cardiovascular.
Los cambios de sexo no reducen la tasa de suicidios
Muchos médicos están dejando los centros donde se realizan los procedimientos de cambio de sexo por la falta de evidencia de que los cambios de sexo tengan algún beneficio.
En el 2020 Finlandia llegó a la misma conclusión que la Corte de UK: no hay evidencias que avalen el uso de tratamiento hormonal.
El número de arrepentidos que quieren volver a su “género” al nacer es tan importante que hay sitios en internet dedicados a ellos, Por ejemplo “Reddit subtreated” (reddit.com) que cuenta actualmente con 19.000 miembros y en Suecia hay una clínica que ofrece ayuda a los que quieren volver al sexo de nacimiento. Incluso hay un sitio manejado por transgéneros: https://www.trevoices.com
Recientemente el Hospital de la Universidad de Karolinska deja de dar bloqueantes y hormonas sexuales a menores de 16 años. “Estos tratamientos están llenos de peligros con consecuencias adversas e irreversibles: enfermedades cardiovasculares, osteoporosis, infertilidad, aumento de la incidencia de tumores malignos”. Recomiendan una cuidadosa revisión de los pacientes actualmente en tratamiento. Para los pacientes entre 16 y 18 años aconseja a los médicos tratantes que soliciten aprobación de la justicia antes de iniciar tratamiento hormonal (https://www.lifesitenews.com/news/swedish-hospital-no-longer-gives-puberty-blockers-sex-hormones-to-children).
[1] Su relato puede leerse en https://www.persuasion.community/p/keira-bell-my-story y realmente vale la pena leerlo ya que tiene muchas consideraciones atinadas sobre el tema y críticas muy importantes al centro que hace estos tratamientos en Inglaterra.
Que no te la cuenten…
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