Durante una conferencia de prensa en el vuelo de regreso a Roma el domingo de la Jornada Mundial de la Juventud, un reportero panameño le preguntó al Papa sus opiniones sobre la educación sexual, particularmente a la luz del aumento de las tasas de embarazo fuera del matrimonio en América Central y América Latina. El reportero señaló que los críticos de la Iglesia Católica culpan a la Iglesia por el problema, “porque se opone a la educación sexual”.
“Creo que debemos proporcionar educación sexual en las escuelas”, respondió el Papa Francisco al reportero. “El sexo es un regalo de Dios, no es un monstruo, es un regalo de Dios para amar”.
El hecho de que las personas utilicen la educación sexual con fines de lucro o para “explotar” a otros es un problema aparte, dijo. “Pero tenemos que ofrecer una educación sexual objetiva, tal como es, sin colonización ideológica”. Si las lecciones sobre sexualidad humana en las escuelas se “empapan de colonización ideológica, se destruye a la persona”, agregó.
El Papa continuó diciendo que cree que “a los niños se les debe enseñar que el sexo es un regalo de Dios, pero no con rigidez”, ya que “la educación consiste en sacar lo mejor de las personas y acompañarlos en el camino”.
Dijo que el problema radica en “aquellos que son responsables de la educación, ya sea a nivel nacional o local”, por ejemplo, qué maestros y libros de texto se eligen para esta tarea.
“He visto algunos libros que están 'algo' sucios”, dijo a los periodistas a bordo del avión papal. “He visto todo tipo de libros. Hay cosas que ayudan a las personas a madurar y cosas que hacen daño”.
Es difícil saber lo que el Papa Francisco quiere decir con “lecciones objetivas” sobre la sexualidad humana, ya que no hay que mirar más allá del anterior Consejo Pontificio para la Familia del Vaticano (ahora incorporado al Dicasterio para Laicos, Familia y Vida) para encontrar una relación sexual. Programa que fue criticado por los líderes de la vida y la familia como “completamente inmoral” y “completamente inapropiado”.
Hace dos años, antes de la Jornada Mundial de la Juventud 2016 en Polonia, y bajo la dirección del Arzobispo Vincenzo Paglia, el consejo lanzó un programa de educación sexual para adolescentes que incluía imágenes sexualmente explícitas, recomendó películas sexualmente explícitas como un trampolín para el debate entre diferentes clases (niños y niñas) de 14 a 17 años de edad, pero dejaron de mencionar cualquier pecado mortal o los mandamientos sexto y noveno.
Sobre el tema de la educación sexual en Panamá, el Papa dijo que no quería ingresar a la política local, pero reiteró: “Necesitamos educación sexual para niños”.
Sin especificar a qué edad debería comenzar dicha educación, el Papa dijo que “lo ideal es comenzar en casa, con los padres”. Pero agregó que “esto no siempre es posible”, ya sea por la situación familiar o porque los padres “no saben enseñar a sus hijos sobre la sexualidad humana”.
“La escuela compensa esto”, dijo, y agregó que “si no se proporciona educación sexual, el vacío será llenado por cualquier ideología”.
Esta no es la primera vez que el Papa Francisco habla sobre el papel de las escuelas en la provisión de educación sexual para niños. Una sección en el Capítulo 7 de su exhortación apostólica sobre el amor en la familia, Amoris Laetitia, se dedicó a “la necesidad de educación sexual”. Sin embargo, no se menciona en la sección los derechos de los padres, sino solo de la necesidad de “instituciones educativas”.
“Proporcionar una educación sexual positiva y prudente”
En sus comentarios durante la conferencia de prensa en el vuelo, el Papa tampoco mencionó qué papel podrían desempeñar las parroquias locales en la educación de los padres para que puedan formar a sus hijos de acuerdo con la visión católica de la sexualidad humana.
Los predecesores del Papa Francisco tuvieron mucho que decir sobre la sexualidad humana y sobre el papel de los padres en la formación de sus hijos.
En su carta sobre la familia cristiana en el mundo moderno, Familiaris Consortio, el Papa San Juan Pablo dijo que “los padres están llamados a dar a sus hijos una educación sexual clara y delicada” que sea “verdadera y totalmente personal”.
Juan Pablo II también insistió en el derecho fundamental y el deber de los padres como los principales educadores de sus hijos. En Familiaris Consortio n. 37, escribió:
“La educación sexual, que es un derecho y deber básico de los padres, siempre debe llevarse a cabo bajo su atenta orientación, ya sea en el hogar o en los centros educativos elegidos y controlados por ellos. En este sentido, la Iglesia reafirma la ley de subsidiariedad, que la escuela está obligada a observar cuando coopera en la educación sexual, al entrar en el mismo espíritu que anima a los padres”.También insistió en que “la educación para la castidad es absolutamente esencial” para formar a los jóvenes y los niños, ya que es “una virtud que desarrolla la auténtica madurez de una persona y la hace capaz de respetar y fomentar el significado nupcial del cuerpo”.
“Los padres cristianos”, dijo, “deberían formar a sus hijos e hijas de una manera que les permita percibir y recibir el llamado de Dios para su vida”. Con esto en mente, dijo que “los padres deberían dedicar especial atención y cuidado a la educación en la virginidad o el celibato como la forma suprema de esa entrega que constituye el significado mismo de la sexualidad humana”.
Al escribir en 1981, el Papa Juan Pablo II también reafirmó la oposición de la Iglesia a cualquier forma de impartir información sexual que sea “disociada de los principios morales”. Esto, dijo, solo abre a los niños y jóvenes “al vicio”.
Las palabras del Papa Juan Pablo II a los padres fueron proféticas. Hoy en día, en todo el mundo, los derechos de los padres son pisoteados frecuentemente por las escuelas, ya que los niños, incluso los más pequeños, están adoctrinados en la teoría de género, el transgenderismo y la ideología “LGBT” a través de las llamadas clases de “educación sexual”.
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A continuación se incluye una traducción de las Preguntas y Respuestas de la conferencia de prensa a bordo basada en las transcripciones actualmente disponibles.
Cabrerà (Panamá): hay un problema en toda América Central, incluida Panamá y gran parte de América Latina: las niñas se embarazan temprano. Solo en Panamá, hubo diez mil el año pasado. Los detractores de la Iglesia Católica culpan a la Iglesia porque se opone a la educación sexual. La Iglesia Católica tiene muchas escuelas en América Latina y en las universidades. Me gustaría saber la opinión del Papa Francisco sobre la educación sexual ...
Papa Francisco: Creo que debemos proporcionar educación sexual en las escuelas. El sexo es un regalo de Dios, no es un monstruo, es un regalo de Dios para amar. Que algunas personas lo utilicen para ganar dinero o explotar a otros es otro problema. Pero necesitamos ofrecer una educación sexual objetiva, tal como es, sin colonización ideológica. Porque si en las escuelas empiezas a ofrecer educación sexual impregnada de colonización ideológica, destruyes a la persona. El sexo como un don de Dios, debe ser enseñado, no con rigidez. Educar, desde “formarse”, es hacer que emerja lo mejor de la persona y acompañarla en el camino.
El problema es con los responsables de la educación, ya sea a nivel nacional o local, así como (...), qué maestros son elegidos para esta tarea y qué libros de texto, etc. He visto algunos libros que son un tanto sucios. He visto todo tipo [de libros]. Hay cosas que [ayudan a las personas a] madurar y cosas que hacen daño.
No digo esto sin meterme en el problema político de Panamá. Pero necesitan tener educación sexual. Lo ideal es empezar desde casa, con los padres. No siempre es posible porque hay muchas situaciones diferentes en las familias y porque no saben cómo hacerlo. Y así, la escuela compensa esto, porque de lo contrario seguirá siendo un vacío que luego será llenado por cualquier ideología.
LifeSiteNews
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