La diócesis de La Rioja dio a conocer la fecha de beatificación de monseñor Enrique Angelelli y los "mártires riojanos": será el 27 de abril de 2019 en La Rioja, y estará presente, como representante del papa Francisco, el cardenal Angelo Becciu, prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos.
El papa Francisco dispuso que el rito de beatificación de los "venerables siervos de Dios" Enrique Ángel Angelelli Carletti, obispo de La Rioja, Gabriel Longueville, sacerdote diocesano, Carlos de Dios Murias, sacerdote profeso en la Orden de los Frailes Menores Conventuales y Wenceslao Pedernera, padre de familia, tenga lugar en la ciudad de La Rioja, el 27 de abril de 2019. En un primer momento tal rito había sido fijado para el 15 de diciembre de 2018.
Así lo anuncia una comunicación dirigida al obispo emérito de La Rioja, monseñor Marcelo Colombo, y actual arzobispo de Mendoza, firmado por el sustituto para los asuntos generales de la Secretaría de Estado del Vaticano, monseñor Edgar Peña, y fechada el 17 de octubre, fiesta de San Ignacio de Antioquía, obispo y mártir.
Asistirá a la celebración como representante del papa Francisco, el cardenal Angelo Becciu, prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos.
En la comunicación, monseñor Peña solicita que la diócesis establezca contacto con la Congregación para las Causas de los Santos y con el postulador de la causa, padre Damián Pátrascu OFM, postulador general de la orden de los Hermanos Menores Conventuales, para lo concerniente a la organización de la celebración.
Continúan las dudas sobre el "martirio"
En paralelo, se han conocido las dudas de un conjunto de abogados y ex jueces católicos. Ellos ponen de relieve que «tanto las actuaciones policiales y judiciales, cuanto las pericias médico forenses y mecánicas, concluyeron que la muerte del obispo Angelelli fue debida a un accidente automovilístico fortuito», y que así se entendió durante varios años.
Además, en el resumen que hacen de las investigaciones llevadas a cabo por la justicia argentina sostienen que «las dos veces que se reabrió la causa, en 1983 y 2014, fue debido al clamor de 'organismos de derechos humanos' y sectores ideológicos ligados a la extrema izquierda, dentro y fuera del ámbito eclesial», que pretenden dar por cierta la versión del "atentado criminal" que habría sido "perpetrado por efectivos de las Fuerzas Armadas".
Esta versión lanzada por el fraile capuchino Antonio Puigjané «sin ninguna clase de constancias probatorias».
También se han conocido los reparos del obispo Mons. Baseotto, obispo castrense emérito, quien dijo que
«Claramente, si hubiera sido muerto por los militares, no habría sido por su Fe, sino por su compromiso con las fuerzas de izquierda, entonces operantes en La Rioja y hoy, en el poder, al que han llegado muy hábilmente»
AICA/InfoCatólica
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