Importantes manifestaciones en París, Washington D.C. y San Francisco, realizadas esta semana, mostraron el nuevo rostro del movimiento pro-vida: joven, elocuente y en rápida expansión.
Por Terrence McKeegan, J.D.
Tras una reciente encuesta que reafirmó que la mayoría de los estadounidenses se identifica como pro-vida, cientos de miles de manifestantes se reunieron el lunes en la capital de Estados Unidos para protestar en contra del 38.º aniversario del fallo de la Corte Suprema estadounidense que legalizó el aborto a petición.
La Marcha por la Vida de este año fue notable por sus prominentes oradores, entre quienes se encontró el flamante senador Marco Rubio, de Florida. “En este día, recordamos el trágico fallo Roe vs. Wade, por el que la Corte Suprema determinó que la protección y los derechos igualitarios no se aplican a los no nacidos”, dijo Rubio. “Al hacerlo, la Corte rechazó la verdad de que todos nuestros derechos se derivan del manifiesto y fundamental derecho a la vida”.
En el oeste, una de las ciudades más liberales del mundo recibió a 40 mil personas que caminaron 4 kilómetros a lo largo de la costa pacífica en la marcha pro-vida más grande realizada fuera de Washington D.C. La Marcha por la Vida de San Francisco fue una de las cientas que conmemoraron el fallo Roe vs. Wade de 1973 en ciudades y pueblos a lo largo de Estados Unidos. Dos días antes en París, Francia, 40 mil manifestantes marcharon para proteger la vida en gestación, armados con la bendición personal del papa Benedicto XVI y acompañados de cuatro obispos católicos.
En Washington D.C., la fundación Gerard fue anfitriona del 2.º Premio Anual a la Vida, que fue un hecho destacado entre las decenas de importantes reuniones organizadas la semana pasada en torno a la marcha anual por la vida. En la ceremonia se honró a seis individuos u organizaciones que se repartieron USD 600 mil en premios en efectivo. Entre ellos se encontraron Jeanne Head, representante ante la ONU del Comité Nacional por el Derecho a la Vida, así como también Alveda King, nieta de líder de derechos civiles Martin Luther King Jr.
Varios premiados y oradores hicieron eco del hecho clave de “poner fin al aborto en el transcurso de nuestras vidas” en Estados Unidos. “Cuando me enteré de que la ONU estaba siendo utilizada para promover el aborto en todo el mundo, no había alternativa”, dijo Jeanne Head en su discurso de agradecimiento. “Tenía que hacer más. Descubrí que podía hacer cosas que jamás pensé que fueran posibles. Descubrí que, armada sólo de compasión y de verdad, podía influenciar a diplomáticos, ministros y embajadores para que hicieran lo correcto: abrazar la vida.”
El reconocimiento de Alveda King encarna la creciente atención prestada al hecho de que la industria del aborto apunta a los afroamericanos, práctica a la que King y otros líderes de raza negra llaman “genocidio negro”. En los últimos años, datos arrojados por encuestas mostraron un impresionante y progresivo vuelco de la postura “pro-opción” hacia la pro-vida.
Un sondeo recientemente publicado por Fox News muestra un giro del 20% en los últimos trece años. La encuestadora Gallup dice que la posición pro-vida es el “nuevo normal”. Muchos atribuyen este drástico cambio al debate nacional en torno al aborto parcial. Aun así, los pro-vida saben que están lejos de vencer. Roe vs. Wade todavía es ley y muchos estadounidenses aún se muestran recelosos sobre su anulación.
Traducido por Luciana María Palazzo de Castellano
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