Por Clara Jiménez
En la entrevista concedida recientemente a The Sun por Phil Collinson, el productor de TV homosexual de la telenovela top británica, “Coronation Street”, él declaró que su intención precisa es utilizar la serie como “una plataforma para impulsar los temas homosexuales”. En ella se incluyen personajes como el de una joven cristiana lesbiana, para demostrar que no existe incompatibilidad entre fe y homosexualidad. El productor afirma que: “lo que se emite se convierte en debate entre la gente y así se puede cambiar realmente su mentalidad adaptándola a la sensibilidad homosexual”.
La periodista británica Melanie Phillips, frente a la penetración de la agenda gay en las escuelas, en las que las matemáticas, la geografía, el diseño, la lengua deben contener referencias a los homosexuales, ha declarado: “esta iniciativa representa el último intento para realizar un lavado de cerebro a los niños a través de una propaganda disfrazada de educación […]. Estamos frente a “un verdadero abuso de menores”. Añade: “es una campaña implacable y despiadada promovida por el lobby de los derechos homosexuales, para destruir el concepto mismo de conducta sexual normal”.
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