Armatura fortis pugnantium furunt bella,
tende praesidium scapularis.
5 de agosto de 2020 Dedicación de Nuestra Señora de las Nieves
Estimado Reverendo Padre Tiago:
He recibido su carta en la que me entero de los acontecimientos relativos a su comunidad y de la persecución a la que ésta y sus cohermanos fueron sometidos.
Aunque me desconcierta conocer la actitud de tantos Obispos, me consuela saber que al menos algunos os han ayudado en el límite de sus posibilidades. Creo que lo que ha vivido vuestra comunidad es el "enésimo caso" de una larga serie que comenzó hace setenta años y ha llegado hoy a su culminación. La fidelidad a la Iglesia y a la Regla carmelita es motivo suficiente para desatar la furia del infierno y de los que sirven al Enemigo en esta tierra.
Debo recordaros, si no fuera superfluo, que estas pruebas son un signo de la bendición de Dios y del hecho de que estáis en el buen camino: si hubierais encontrado la aprobación y el aliento de Prelados heréticos o viciosos, habríais tenido que cuestionar vuestra vocación, o incluso vuestra conducta moral: virtus in infirmitate perficitur ("la virtud se perfecciona en la dificultad"). Las dificultades que afligen a vuestra comunidad religiosa confirman la inevitable oposición entre los hijos de la luz y los hijos de las tinieblas, como implacable es la lucha entre Dios y Satanás. Aunque se pierdan algunas batallas, la victoria de la guerra está ya asegurada, pues nuestro Rey es invencible, y el Comandante que nos guía es terribilis ut castrorum acies ordinata ("terrible como un ejército en orden de batalla").
Lamento no poder hacerme vuestro Protector, ya que no poseo la jurisdicción canónica que me lo permitiría. Creo, sin embargo, que en este momento de grave crisis en la Iglesia, conviene conformarse a lo que recomienda san Vicente de Lérins: Magnopere curandum est ut id teneatur quod ubique, quod semper, quod ab omnibus creditum est ("Lo más importante es conservar la Fe que siempre y en todas partes ha sido creída por todos"). Por lo tanto, permaneced firmes en la Fe y no busquéis el reconocimiento canónico que, en un contexto así, es prácticamente imposible de obtener, si no es cediendo al compromiso, ya sea sobre la doctrina, la moral o la liturgia.
Poneos con plena confianza bajo el manto de la Regina Decor Carmeli, ("Reina y belleza del Carmelo") e invocad a vuestros Santos Fundadores pidiendo paciencia en la prueba, fortaleza en el testimonio de la Fe y espíritu de reparación para implorar al Cielo la conversión de vuestros perseguidores. Os aseguro también mi oración, mi recuerdo en la Santa Misa, confiando por mi parte en vuestras oraciones.
A vosotros y a vuestra comunidad, así como a vuestros bienhechores, os imparto mi bendición de corazón, deseándoos las gracias y los favores del Cielo.
+ Carlo Maria Viganò, Arzobispo
Fratres in Unum
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