Por Carlos Esteban
No se podrá izar la bandera del arcoiris, símbolo de los LGTBI, en ninguno de los edificios de embajadas que tiene Estados Unidos en todo el mundo. La nueva normativa debería ser innecesaria, porque desde siempre se entiende que en la sede de la representación de un país solo debe figurar su bandera nacional y ninguna otra, menos aún una que representa a una minoría muy reducida del país y que ni siquiera es exclusivamente representativa de los gays y lesbianas de ese país, sino a todos los del mundo.
Sin embargo, en los últimos años se ha visto con alguna frecuencia esa anomalía, la bandera del arcoiris ondeando junto a las barras y estrellas. Por ejemplo, las que tiene Estados Unidos en Israel, Alemania, Brasil y Letonia han solicitado recientemente permiso al Departamento de Estado de Trump para izar la enseña LGTBI, pero se les ha denegado, según informaron fuentes diplomáticas a la NBC News.
Mike Pence, vicepresidente de Estados Unidos, ha dejado claro que solo la enseña nacional debe ondear en las embajadas del país y que la medida cuenta con todo su apoyo.
Excepcionalmente, el Departamento de Estado acepta el despliegue de otras banderas, aparte de la estadounidense, en el exterior de las embajadas, pero su inclusión exige una autorización especial para izarlas hay que obtener una autorización específica de la Administración.
Pence dijo a NBC News que “cuando se trata de la bandera y las embajadas estadounidenses en capitales de todo el mundo, lo correcto es que haya una sola bandera, la de Estados Unidos”.
En junio de 2016, la administración de Obama otorgó una autorización general por escrito del subsecretario de Administración para que pudiera exhibirse la bandera del orgullo gay en las delegaciones diplomáticas del país, permiso que ha sido rescindido por la administración Trump.
InfoVaticana
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