Por Dorothy Cummings McLean
El cardenal Gerhard Müller, de 71 años, le dijo a Die Tagespost, un periódico católico alemán, que las fotografías de las tallas de la "Pachamama" utilizadas durante las celebraciones en el reciente Sínodo sobre la Amazonia han exacerbado los sentimientos anticatólicos en la región y provocarán un éxodo masivo.
"Toda esta triste historia dará apoyo a muchas sectas agresivas y anticatólicas en América del Sur y en otros lugares que en sus polémicas sostienen que los católicos son adoradores de ídolos y que el Papa a quien obedecen es el Anticristo", dijo Müller.
"Cientos de miles de católicos en el área amazónica y dondequiera que se hayan visto los videos de este espectáculo romano abandonarán la Iglesia como protesta", continuó.
"¿Alguien pensó en estas consecuencias o simplemente asumió que esto era un daño colateral?"
Müller fue elegido por su amigo Benedicto XVI como Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe en 2012 y fue despedido de su cargo por Bergoglio en 2017.
En una entrevista previa con Die Tagespost, el cardenal elogió las acciones de Alexander Tshugguel, el joven laico austríaco que retiró cinco copias de la estatua de la "Pachamama" de la Iglesia de Santa María en Traspontina y las arrojó al río Tíber.
Volviendo al tema, Müller observó que los profetas del Antiguo Testamento se habían comportado con más fuerza contra los ídolos, al igual que San Bonifacio, apóstol de los alemanes, cuando derribó un roble sagrado para el dios Thor e hizo una capilla cristiana con eso. Sugirió que si los apóstoles hubieran pertenecido a esta "era de auto-secularización" en la Iglesia, habrían condenado a Cristo mismo por daños materiales y agresión cuando limpió el Templo de los cambistas.
Las misteriosas figuras de madera, que finalmente fueron identificadas por Bergoglio como "pachamamas", se usaron en ceremonias en los jardines del Vaticano, en iglesias y en una calle romana. En una ceremonia celebrada en los Jardines del Vaticano el 4 de octubre, los fieles se postraron ante las imágenes. En esta y otras ocasiones, bailaron a su alrededor.
El cardenal declaró que estas ceremonias no podían explicarse como “un ejercicio de inculturación”.
"No se puede minimizar el alboroto, que fue patrocinado por muchos euros, como ‘inculturación’ o ‘respeto por otras culturas’, o incluso reconocer las figuras de fertilidad femenina pintadas como un símbolo pro-vida", dijo.
El cardenal trazó un límite entre la veneración de los santos cristianos y el culto a los símbolos paganos. Dijo que las representaciones de los santos y sus reliquias son solo "recuerdos" de ellos, y son honrados como testigos de la gracia de Dios. No son adorados y glorificados como si fueran Dios.
La adoración de ídolos no tiene lugar dentro de la fe católica
Al sugerir que algunas de las personas que tuvieron lugar en los rituales de la Pachamama en Roma podrían no haber sido católicas, el cardenal dijo que “no tenían derecho a realizar sus ritos paganos o no católicos en las liturgias católicas”.
Müller también citó la carta de San Pablo a los efesios, diciendo que "ningún idólatra tiene herencia en el reino de Cristo y de Dios" (Ef. 5: 5).
El uso de las estatuas de la Pachamama fue condenado por varios otros prelados, incluido el obispo emérito José Luis Azcona Hermoso de la ciudad brasileña de Marajó.
“La Madre Tierra no debe ser adorada porque todo, incluso la tierra, está bajo el dominio de Jesucristo. No es posible que haya espíritus con un poder igual o superior al de Nuestro Señor o de la Virgen María”, declaró el obispo emérito en una homilía del 20 de octubre en la catedral del estado de Pará.
Ante una sugerencia de un periodista inglés de que las imágenes de madera representaban a la Santísima Virgen María, Azcona dijo: “Pachamama no es y nunca será la Virgen María. Decir que esta estatua representa a la Virgen es una mentira. Ella no es Nuestra Señora del Amazonas porque la única Señora del Amazonas es María de Nazaret. No creemos mezclas sincretísticas. Todo eso es imposible: la Madre de Dios es la Reina del Cielo y la tierra”.
“La invocación de las estatuas ante las cuales incluso algunos religiosos se inclinaron en el Vaticano (y no mencionaré a qué congregación pertenecen) es una invocación de un poder mítico, de la Madre Tierra, desde el cual piden bendiciones o hacen gestos de gratitud. Estos son sacrilegios demoníacos escandalosos, especialmente para los pequeños que no pueden discernir”, agregó más tarde.
Life Site News
Müller también citó la carta de San Pablo a los efesios, diciendo que "ningún idólatra tiene herencia en el reino de Cristo y de Dios" (Ef. 5: 5).
El uso de las estatuas de la Pachamama fue condenado por varios otros prelados, incluido el obispo emérito José Luis Azcona Hermoso de la ciudad brasileña de Marajó.
“La Madre Tierra no debe ser adorada porque todo, incluso la tierra, está bajo el dominio de Jesucristo. No es posible que haya espíritus con un poder igual o superior al de Nuestro Señor o de la Virgen María”, declaró el obispo emérito en una homilía del 20 de octubre en la catedral del estado de Pará.
Ante una sugerencia de un periodista inglés de que las imágenes de madera representaban a la Santísima Virgen María, Azcona dijo: “Pachamama no es y nunca será la Virgen María. Decir que esta estatua representa a la Virgen es una mentira. Ella no es Nuestra Señora del Amazonas porque la única Señora del Amazonas es María de Nazaret. No creemos mezclas sincretísticas. Todo eso es imposible: la Madre de Dios es la Reina del Cielo y la tierra”.
“La invocación de las estatuas ante las cuales incluso algunos religiosos se inclinaron en el Vaticano (y no mencionaré a qué congregación pertenecen) es una invocación de un poder mítico, de la Madre Tierra, desde el cual piden bendiciones o hacen gestos de gratitud. Estos son sacrilegios demoníacos escandalosos, especialmente para los pequeños que no pueden discernir”, agregó más tarde.
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